El experimento que demuestra cómo se trata a las mujeres según sean rubias o morenas

¿Rubias o morenas? Es el clásico debate que llevamos años discutiendo. Se suele decir que las primeras se divierten más y son poco inteligentes, y que las segundas son más serias pero tienen mayor coeficiente intelectual. También está aquello de "los hombres se acuestan con una rubia pero se casan con una morena". Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Acaso el color de pelo influye en como el resto de la humanidad ve a una mujer? Pues parece que sí, al menos eso es lo que ha demostrado un experimento llevado a cabo por 'Daily Mail'.

El medio británico, con ayuda de una mujer, ha revelado que las morenas juegan a favor, al menos un poco. Para demostrarlo, ha filmado a la misma mujer, Sarah, en las mismas situaciones, y ha observado la reacción de los transeúntes que pasaban por su lado. En unas ocasiones, la fémina llevaba una peluca platino, y en otras, una de color carbón.

El experimento demuestra que las morenas son más accesibles para los hombres, y que estos están más dispuestos a ayudarlas en situaciones de apuro

El experimento consta de dos partes. En primer lugar, la mujer llevaba la falda metida por las medias, lo que dejaba al descubierto todo su trasero. Se ve a la dama paseando por la calle tranquilamente. ¿Adivináis que hicieron los hombres que se cruzaron con ella? A la rubia solo la miraban, pero no le avisaban del despiste para que pudiera ponerse la ropa en orden. Esta tardó casi una hora (52 minutos) en que alguien le alertase. "Perdona, pero tienes la falda pillada", le dijo un chico. "Oh, gracias", contestó la rubia.

La Sarah morena fue avisada mucho antes que su álter ego. Esta apenas tardó 12 minutos en ser alertada. Los extraños con los que se cruzaba, miraban y le decían que llevaba su trasero al descubierto.

Los hombres no solo están más dispuestos a ayudar a una morena, sino que además la prefieren como pareja. Ya casi nadie quiere a las rubias

La segunda parte del experimento constó de un tropiezo. Sarah iba caminando y de pronto se le cae 'accidentalmente' la comida que lleva en la bolsa en medio de un paso de cebra. Aquí los extraños se comportaron de la misma forma, independientemente del color de pelo de la protagonista. Tanto de rubia como de morena, la fémina fue ayudada insistentemente por todo aquel que se cruzaba con ella.

Así pues, ¿qué conclusión podemos sacar de esto? Es sencillo: los hombres no tienen reparos en acercarse a una morena para ofrecerles su ayuda, y solo se acercarán a una rubia si esta reclama indirectamente su ayuda. Cuando ambas llevaban la falda metida por las medias, la morena recibió una respuesta más positiva que la rubia, lo que mostró más respeto por parte de ellos. Cuando se les cayó la compra al suelo, ambas recibieron la misma respuesta, es decir, a los hombres les hubiera dado igual ayudar a una rubia, a una morena, a una anciana o a un niño.

Ellos las prefieren morenas

Parece que los hombres no solo están más dispuestos a ayudar a una morena, sino que además la prefieren como pareja. Una encuesta reciente realizada por el sitio web de citas Meetic reveló que las castañas de mirada agua marina son el prototipo de mujer 10. El estereotipo de rubia escandinava de mirada clara ya no es lo más deseado. Ellos prefieren los cabellos marrones, a poder ser largos.

Pero no basta con estas cualidades. Preguntados por su chica ideal, los usuarios fueron exigentes. Además de morena, esta debía tener una una carrera (preferiblemente la de medicina), deportista (con un cuerpo tonificado y en forma) y rebelde (si lleva tatuajes, mejor).

Un estudio reveló que ellos ven a las morenas como más inteligentes, competentes, accesibles y arrogantes que las mujeres de cabello rubio

Otro estudio llevado a cabo en Reino Unido llegó las mismas conclusiones. Los hombres calificaron sorprendentemente a las morenas como físicamente más atractivas cuando se les mostraron fotos de la misma mujer con pelo rojo, rubio o castaño. La misma pesquisa reveló que ellos ven también a las morenas como más inteligentes, competentes, accesibles y arrogantes.

Todo ello se pone de manifiesto protagonizado por Sarah. De morena, ningún hombre quiso que hiciese el ridículo por la calle, y de rubia, nadie le dijo nada (al menos no hasta que se cruzó con una veintena de hombres y tras una hora).