Esto es lo que debes beber por la noche si quieres adelgazar

No dejamos de recibir mensajes sobre lo que no hay que hacer para mantener la línea o perder los kilos que nos sobran. Está claro que, en cuanto a bebidas, nada de alcohol ni refrescos azucarados (lo que reduce bastante la diversión media española del fin de semana); tampoco conviene tomar zumos embotellados, sobre todo al caer la noche -no da tiempo a digerirlos- ni esas mezclas de leche y zumo tan cremosas que son tendencia de unos años para acá: la mayoría llevan azúcares procesados que no necesitas, por más que en la foto todo parezca pura salud.

Cuando se acerca la hora de meterse en la cama, también es aconsejable no tomar ninguna bebida energética o isotónica, ni café. Dormir poco o agitadamente da hambre, y nos pasaremos todo el día siguiente intentando compensar (inconscientemente) el cansancio con picoteos. En 'Men's Health' añaden más motivos para tener cuidado con la falta de sueño si tienes tendencia a engordar: los desajustes hormonales que provoca y cómo afecta al azúcar en sangre y a la insulina.

¿Pero no hay nada líquido agradable que pueda uno llevarse a la boca sin causarse problemas? Claro que sí. En la misma publicación han encontrado cinco bebidas que además de facilitar el paso de la vigilia al sueño son positivas para que el cuerpo queme las grasas durante la noche y los niveles de azúcar se estabilicen.

1. Leche

Está comprobado que la leche ayuda a conciliar el sueño por su contenido en calcio y triptófano. El triptófano es un aminoácido esencial que promueve la liberación de serotonina, el neurotransmisor directamente relacionado con el sueño y el placer. Cuando hay problemas de obesidad, el triptófano, también presente en los huevos, los cereales integrales o el sésamo, es útil para evitar los atracones ansiosos, como los de la bulimia.

Para que el triptófano afecte así al sistema nervioso, contribuyendo a la calma nocturna, no debes tomar la leche junto con la cena, ni cocinada en salsas u otros platos, sino un rato antes o después (media hora o más).

No hay por qué evitar la leche, fría o caliente. Lo que nunca debes hacer es añadirle solubles azucarados

Otra ventaja es que la caseína, proteína de la leche, es de digestión lenta, motivo por el que puede contribuir a que ganes músculo mientras duermes, como sugirió un estudio de MSSE ('Medicine and Science in Sports & Science'), acelerando el metabolismo y facilitando la pérdida de peso según la doctora Bridget Murphy.

No te preocupes por la temperatura, da igual que la leche esté fría o caliente. Lo que nunca debes hacer es añadirle solubles azucarados.

2. Mosto

El zumo de uva es otro consejo de Murphy que nos parece sencillo de seguir. Si ya has cenado, en vaso de cóctel es tan refrescante como una copa, y más dulce.

Hay un estudio que lo aconseja publicado en 'Cell Reports'. Una de sus conclusiones es que la secreción nocturna de insulina, provocada por carbohidratos simples como el zumo, regula el ritmo circadiano del organismo, llevando a este a 'distinguir' mejor entre el día y la noche, amoldándose a las distintas funciones que necesitamos según estemos en un momento u otro.

Además, otra investigación del 'International Journal of Obesity' encontró que el resveratrol, un fenol natural antioxidante que está en la piel de las uvas, ayuda a convertir las reservas de grasa blanca en grasa marrón, la que ayuda a quemar calorías.

Esta sustancia está también en el vino, pero no compensa: beber alcohol antes de dormir es mala idea. Uno de los estudios que lo muestran lo llevó a cabo la Universidad de Melbourne: los sujetos que se dieron al alcohol al final del día durmieron peor. Sus patrones de sueño se parecían a los de personas que recibían pequeñas descargas eléctricas durante la noche.

3. Manzanilla

En general las infusiones, y todo lo que lleve gran proporción de agua sin azúcares y sin teína, van bien para este momento del día. Murphy recomienda especialmente la manzanilla porque incrementa los niveles de glicina, otro neurotransmisor que relaja el sistema nervioso y funciona como un sedante suave.

Al contrario que otros consejos de botica de nuestras abuelas, este sigue teniendo lógica a la vista de los datos acumulados. Además, aumenta la temperatura corporal (lo que hace que el cuerpo reaccione refrigerándose y en el proceso ayudándote a dormir) y se ha vinculado a la pérdida de peso y al control glucémico.

4. Kéfir

Muy antiguo -parece que los árabes lo consumían hace miles de años- y últimamente muy popular en las dietas veganas, el kéfir es un lácteo fermentado con hongos y bacterias. Es rico en brobióticos, levaduras y proteínas, aunque su valor nutricional varía dependiendo de la calidad de la leche de partida.

Los batidos de proteínas de soja pueden mejorar la calidad del sueño y disminuyen los niveles de cortisol, lo que ayuda a librarse de la grasa de la tripa

Estas bacterias saludables ayudan a la digestión y a absorber vitaminas y minerales más eficazmente, según la doctora Murphy. En el 'British Journal of Sports Medicine' publicaron una investigación que unía esta bebida similar al yogur líquido con mejoras del sueño y un mayor rendimiento al hacer ejercicio.

5. Batido de soja

Si te gustan los batidos, la horchata y todo eso absolutamente prohibitivo si quieres estar delgado, Murphy aconseja sustituirlo por 'leches' o batidos en polvo de proteínas de soja. Llevan también triptófano y, según investigadores de la Universidad de Birmingham, pueden mejorar la calidad del sueño al provocar que el cuerpo segregue melatonina.

Además, disminuyen los niveles de cortisol, lo cual ayuda a librarse de grasa en la tripa.

En el batido puedes incluir yogur griego: viene bien para los músculos gracias a la caseína y te recuperarás más rápido después de hacer ejercicio.

Si es un ejercicio vigoroso, recuerda que es mejor no hacerlo justo antes de ir a dormir.