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Cuidado porque quizá lo estés haciendo mal: así es como debes cortarte las uñas
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Cuidado porque quizá lo estés haciendo mal: así es como debes cortarte las uñas

Un hábito sencillo que puede ahorrarte muchos problemas de salud y estéticos... si lo haces bien

Foto: En verano cometemos más errores cortándonos las uñas. (iStock)
En verano cometemos más errores cortándonos las uñas. (iStock)

Cuanto más cotidiano es un gesto, más fácil es vernos bombardeados de consejos comerciales que pueden despistarnos de lo fundamental. Sabemos que existen mil productos especializados para los pies y las uñas, y parece que la salud y el bienestar consisten solo en invertir en ellos: "si no estás bien, quizá es que no estás gastando lo suficiente".

La realidad es que hacernos con unas uñas perfectas, que protejan los dedos y nos permitan caminar con comodidad, no es difícil si no tenemos alguna afección concreta. Hemos hablado con la podóloga Zulema Matias Martín, directora de la clínica Podoinnova y colaboradora en otros centros de la Comunidad de Madrid, y aquí tienes los consejos estrella que probablemente no estás teniendo en cuenta a la hora de cortarte las uñas.

No tan obvio

Si buscas en internet "cómo cortarse las uñas" encontrarás consejos tan poco útiles como que has de hacerlo con buena luz para no cortarte la piel. Zulema tiene uno mejor: "Hay que cortárselos en un ángulo en que veamos el pie derecho, no en diagonal", por ejemplo delante de ti apoyado en la taza del retrete u otro lugar estable. Si te cortas las uñas con las piernas cruzadas, por ejemplo, será más complicado llevar a cabo un buen corte.

Recto, casi siempre

Esa es otra clave que funciona como norma general: el corte debe ser en ángulo recto y sin irregularidades, limpio. Que parezca un solo tajo a la vista es una forma típica de hacerlo bien, y sin cortar demasiado al ras de piel. Con el pie sano y llevando calzado holgado, es mejor pasarse por exceso de uña que por defecto.

Salvo consejo del especialista, destierra la piedra pómez de tu vida. Al usarla, quitamos la protección de la piel, que suele estar seca, y provocamos grietas

¿Quiere decir que nunca es buena idea redondear? No, porque, como dice la podóloga, "cada pie es un mundo". Ahora veremos cómo averiguar estas excepciones.

Tijeras o alicates

Prácticamente todo el mundo tiene algún cortaúñas en casa, cuando no suele ser la mejor opción. Todos tienden a hacer un corte redondeado, y en muchas personas esto supone riesgos de sufrir uña encarnada (cuando un borde o una esquina se clavan en la carne, se inflama y duele). Aunque la tendencia personal también tiene que ver con factores hereditarios, podemos evitarlo huyendo de calzados muy estrechos o apretados y, sobre todo, evitando cortar los bordes laterales. Si ya aprecias el problema y va avanzando, ve al podólogo y ten cuidado con los consejos "caseros".

Otro error importante es usar el mismo cortaúñas de las manos, que suele ser más pequeño y más curvado, y por tanto aún menos adecuado.

Tanto las tijeras como los alicates, siempre que ambos sean especiales para pedicura, son mejor idea, porque se puede controlar más el recorrido del corte y tienen mejor afilación. Si tienes las uñas muy duras, puedes remojarlas un poco en agua.

Primer corte profesional

Matías nos recomienda algo que casi nadie hace: pedir un primer corte profesional a los bebés para que el especialista indique a los padres el camino a seguir en los siguientes.

No hay que tener prisa, los pequeños pueden pasar sin que les cortemos las uñas de los pies tres o cuatro meses (las de las manos dan más problemas porque se arañan la cara). Así, el podólogo tendrá una buena muestra para valorar cómo evolucionan sus uñas y cuál es la mejor forma de adaptarse a lo que esos pies necesitan.

Desinfección, no por sistema

En algunas webs se recomienda desinfectar con alcohol los instrumentos de corte antes y después de usarlos.

No podemos decir que sea malo, y es muy recomendable si tenemos motivos para temer la infección (de viaje en algún lugar con menos higiene, por ejemplo), pero hacerlo siempre puede resultar excesivo para la piel.

No altera el producto

Ni caso a los consejos sobre el orden de los dedos. Da exactamente igual que empieces por el pulgar o por el meñique.

Ética y estética

Las uñas están de moda y hay todo tipo de nuevos "tratamientos" para mejorarlas, coloreándolas, "arreglándolas", poniendo postizos, cortando las cutículas... Zulema Matías recibe a muchos pacientes tras el verano porque, como nos cuenta, "la forma más estética no es la forma más saludable". Las mujeres se hacen cortes originales para lucirlos con las sandalias o descalzas en verano y vuelven a casa con las uñas clavadas.

Puedes usar la lima sin problema para suavizar el acabado (sobre todo para evitar que las esquinas estén demasiado afiladas), pero mejor una vez cortadas las uñas. Si limamos mucha superficie, dando la forma con la lima, ejerceremos una presión innecesaria, igual que cuando llevamos los zapatos demasiado cortos.

Tras el corte, una buena opción son las cremas con urea, un compuesto químico que hidrata y evita que la piel se cuartee

Ah, y salvo en casos muy concretos en que lo aconseje el especialista, destierra la piedra pómez de tu vida. Al usarla, quitamos la protección de la piel, que suele estar reseca, por lo que provocamos grietas. En esa zona no suelen existir durezas, cuando las hay puede ser un problema biomecánico (por sobrepeso, por ejemplo) o incluso hormonal. Lo que parecen durezas insanas en los anuncios son casi siempre grietas provocadas por la sequedad extrema o, precisamente, por abuso de la piedra. Frotar es doloroso y al final más antiestético que las capas muertas que teníamos al principio, que apenas se notan. Si has comprobado que te va bien o tienes consejo médico, hazlo pero poco: para Matías lo ideal es una vez al mes, más o menos.

Hidratación sí

Si tienes pequeñas durezas pero no duelen, o la piel seca o agrietada, después de cortarte las uñas es buen momento para ponerte crema. Como la piel de los talones es gruesa, necesitarás cremas especiales para los pies. Una buena opción, la preferida de Zulema, son los productos con urea, un compuesto químico que hidrata y evita que la piel se cuartee.

No quedarán tan suaves a primera vista como si los lijas, pero a la larga estarán más bonitos y más sanos. Y si las durezas molestan, pide consejo a un especialista.

Las uñas de las manos

En las manos, las uñas también tienen importancia para la salud. Nos dan pistas de otros problemas con sus cambios de color y de aspecto, así que llevarlas bien cortadas y cuidadas ayuda a dar una imagen saludable, además de atractiva de por sí.

Cómo tratarlas bien:

- No retires ni cortes demasiado las cutículas, son una reserva de queratina y protegen de infecciones. Tampoco es bueno en los pies, pero en las manos es más habitual arriesgarse a esta práctica estética, porque están bien a la vista todo el año. Hacerlo mal puede provocar inflamación en la base de las uñas.

- Como en los pies, ante la duda mejor evitar los postizos. La gran mayoría de los pegamentos que se usan son tóxicos e incluso pueden provocar hongos.

- No te las comas. Además de ser malo para las uñas es una idea pésima para los dientes.

- Evita el uso continuo de pintauñas y, sobre todo, de quitaesmalte, es bastante más agresivo que el alcohol.

- Como en los pies, es un buen momento cortarlas después del baño o ducha, para que no estén muy duras y se manejen mejor. No las limes demasiado y busca formas regulares y poco forzadas.

Cuanto más cotidiano es un gesto, más fácil es vernos bombardeados de consejos comerciales que pueden despistarnos de lo fundamental. Sabemos que existen mil productos especializados para los pies y las uñas, y parece que la salud y el bienestar consisten solo en invertir en ellos: "si no estás bien, quizá es que no estás gastando lo suficiente".

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