Imán López, la española que se ha hecho famosa entre los jóvenes ricos de Instagram

“Esta noche a las nueve en E4 no os perdáis 'Niños ricos de Instagram'. Yo lo veré desde mi suite en Las Vegas”. Esta es una de las primeras publicaciones que nos encontramos al entrar en el Instagram de Iman Lopez (sin tildes en su web personal), parte clave del elenco del programa.

Tenemos que reconocer que era difícil usar las redes sociales en esas circunstancias sin caer en la broma irónica. Cuanto más borrosas se vuelven las fronteras entre famosos y público –todos queremos ser estrellas de nuestro Facebook, mientras que las auténticas estrellas de Hollywood posan despeinadas con sus mascotas tratando de parecer como los demás–, más complicado es mantener una imagen elitista sin hacer una de estas dos cosas: reírse de uno mismo o renunciar del todo a caer en gracia y alardear sin tapujos. O todo a la vez.

Siempre lo han tenido todo y disfrutan restregándoselo por las narices a los que les doblan o triplican la edad y apenas llegan a fin de mes

Es lo que observamos en este 'reality' acerca del 'reality' estático que ya es Instagram. El contenido es el que los propios actores deciden y lo que representan es su propia vida. Solo que en estas vidas lo que destaca es algo bastante vulgar: el dinero. Toneladas de dinero.

Esta tendencia a exhibir el lujo sin culpabilidad y sin decoro, literal ni moral, ya nos llamó la atención hace tiempo en los 'Rich Kids of London', una cuenta en Facebook, Snapchat y de nuevo Instagram, en la que la cuestión no era solo mostrar, como en las clásicas revistas del corazón a las que los nobles “abren sus puertas” generosamente, sino presumir de la forma más descarada y 'malota' posible. Son cachorros que siempre lo han tenido todo y disfrutan restregándoselo por las narices a los que les doblan o triplican la edad y apenas llegan a fin de mes. ¿Están realmente mimados estos 'niños', o se vengan de padres que han tirado de chequera en lugar de mimarles?

Lejos del populacho esté donde esté

De madre árabe pero criada en Madrid, a Iman no le importa decir de sí misma medio en broma que es una “cazafortunas”. Mujer, deja algo para las demás. Otra declaración suya destacada es que el dinero es su mejor amigo, y desde luego si sigue publicando esas imágenes no le van a salir muchos de carne y hueso entre las clases mayoritarias.

Ha vivido en Suiza, en Australia y en Dubái, tiene su propia firma de moda y hay fotos suyas en fiestas de Dior, Polo Cartier o en la Paris Fashion Week. Sin embargo, como aclaran en la versión Disney de 'La bella y la bestia' mientras la protagonista baila con el príncipe más guapo y cachas imaginable en su enorme palacio, la auténtica belleza está en el interior. Iman lo demuestra compartiendo la filosofía de saldo de Paulo Coelho contra la “gente negativa” y abrazando algún que otro árbol para la cámara de fotos de algún esforzado secretario, signo inequívoco de que vive en contacto con lo básico, como tú y como yo. Aunque el árbol parezca una palmera de algún 'resort' privado donde hasta los pajarillos sirven cócteles en frac.

Más acorde, prejuzgamos, con su ideología real, es esta otra frase para el mármol que nos regala desde su muro, escrita sin más sobre fondo rojo, porque cuando algo es muy real y muy profundo no necesita adornos como las joyas, los pechos o los zapatos millonarios que inundan cada rincón del resto de su perfil: “Cuando eres auténtico, algunos te amarán, otros te odiarán, pero TODOS te mirarán”. Y de eso se trata, ¿no? Un poco en la línea de Oscar Wilde pero con más colorido. ¿Y cómo llevarle la contraria si tiene toda la razón? Haber elegido muerte, querido lector, en lugar de clic.

Otro que regala titulares cada vez que abre la boca es Ryan, que nos enseña su deportivo amarillo chillón sin que podamos escapar, hipnotizados por su actitud orgullosa, como si lo hubiera fabricado él, o más bien como si se lo hubiera ligado: “Es mi chica, mi Maserati”.

Su compañero de reparto, Christopher, asegura que tiene muy en cuenta su estilismo cada día para que pegue con su flamante Rolls-Royce blanco. En este mundo de “súper ricos que lo enseñan todo” los géneros están muy marcados: ellas cirugía y complementos, ellos coches; aunque también hay alguno que expone la pequeña y casual colección de accesorios que lleva durante una comida fuera y explica que está valorada en 74.000 dólares, millar más, millar menos entre relojes, pulseras y gafas de sol.

Uno de los protagonistas expone la pequeña y casual colección de accesorios que lleva, 74.000 dólares en relojes, pulseras y gafas de sol

Bryan, al que de momento solo conocemos por el 'trailer', se parte de risa con su perrito, que lleva una especie de brillante quimono de lujo. Dice que al animal “no le gusta estar desnudo”. Y todavía habrá quien valore a Bryan solo por su dinero cuando resulta que ha descubierto la manera de leer los pensamientos de su mascota y entender que, contra todo pronóstico, el pelo no es suficiente. Normal cuando, de todos los nombres del mundo, lo llamas Dolce.

En fin, que a los que nos identificamos mucho más con otro producto que emite el mismo 'Channel 4', “Chicas sin blanca”, nos lo ponen fácil para reírnos y despreciarlos, mientras seguimos muertos de envidia. Somos mejores que ellos, ¿eh? Porque lo importante, ejem, está en el interior.