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Presta atención: las enfermedades comunes que más tardan en ser diagnosticadas
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LAS PADECEN MUCHÍSIMAS PERSONAS

Presta atención: las enfermedades comunes que más tardan en ser diagnosticadas

Se trata de patologías fácilmente confundibles con otros problemas más comunes, que requieren pruebas costosas o tardan mucho en desarrollarse

Foto: Por muy avanzadas que sean las guías hay enfermedades que son complejas de identificar. (iStock)
Por muy avanzadas que sean las guías hay enfermedades que son complejas de identificar. (iStock)

Si algo aprendimos de medicina viendo al doctor House –con permiso del lupus– es lo difícil que resulta diagnosticar algunas enfermedades. Cierto es que la popular serie, como toda buena ficción, exageraba un poco las cosas, pero apuntaba a uno de los grandes dilemas de la medicina: un diagnóstico rápido es necesario para intervenir a tiempo, pero un error al realizarlo puede tener consecuencias fatales.

Foto: Enfermos de lupus sufren indiferencia y desconocimiento médico en México (EFE)

Todos los médicos trabajan con protocolos y pruebas estandarizadas que ofrecen seguridad a la hora de dar un diagnóstico, pero hay ciertas enfermedades que se quedan en un limbo que puede ser una auténtica tortura para los pacientes. Se trata de patologías fácilmente confundibles con otros problemas más comunes, que requieren pruebas costosas o tardan mucho en desarrollarse, y por todo ello empiezan a tratarse demasiado tarde.

Dejando al margen las enfermedades raras, cuyo diagnóstico suele ser mucho más complejo, Lucy Elkins ha recopilado en 'The Daily Mail' las enfermedades comunes que los médicos más tardan en identificar. Son estas:

1. Hepatitis

placeholder La hepatitis se contagia a través de la sangre de los afectados. (iStock)
La hepatitis se contagia a través de la sangre de los afectados. (iStock)

¿Qué es?

Se trata de una enfermedad inflamatoria que afecta al hígado y puede ser provocada por numerosos virus. Si no se trata de forma correcta desde el primer día la enfermedad puede producir un daño hepático grave como, por ejemplo, cirrosis que deriven en complicaciones mortales. Además, se multiplica por 100 el riesgo de padecer cáncer de hígado e insuficiencia hepática.

¿Quién la padece?

La hepatitis A se transmite por el contacto con deposiciones de otro enfermo, por falta de higiene en el hogar o bien el consumo de alimentos contaminados y deficientemente lavados, y está prácticamente erradicada en el mundo desarrollado. La hepatitis B o C se trasmite por el contacto con sangre contaminada de otro enfermo, ya sea por el consumo de drogas, el uso de instrumental médico no esterilizado y las transfusiones de sangre no testadas previamente. En la actualidad la transmisión por esta vía ha desaparecido, pero hay millones de personas que contrajeron la enfermedad antes de los años 90, cuando se generalizaron los controles sobre los donantes de sangre.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis B afecta a 350 millones de personas y la C a 170 millones.

¿Por qué se tarda tanto en diagnosticar?

Una de cada doce personas en todo el mundo está viviendo con hepatitis crónica B o C, una prevalencia mucho más alta que la de enfermedades como el VIH o el cáncer, pero más de la mitad de estos desconocen que la padece.

Según la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH), en España cerca de 481.000 personas padecen hepatitis C crónica y el 80 % de los enfermos no tiene síntomas, que pueden tardar hasta 30 años en manifestarse y cuando lo hacen “suele ser signo de que existe daño hepático avanzado”.

Algunos de los primeros síntomas de la enfermedad, como el cansancio o el dolor de las articulaciones, pueden pasar totalmente desapercibidos y cuando aparecen dolores propios de fases posteriores de la dolencia, como pinchazos en el abdomen, se puede llevar años arrastrando la patología.

2. Endometriosis

placeholder La endometriosis suele causar intensos dolores abdominales. (iStock)
La endometriosis suele causar intensos dolores abdominales. (iStock)

¿Qué es?

La enfermedad se caracteriza por la aparición de la mucosa que recubre el interior del útero (el tejido endometrial) fuera de éste. Puede crecer en la cavidad pélvica, en los ovarios, detrás del útero o en sus ligamentos, así como en la vejiga, el intestino o el abdomen, y en muchas personas genera intensos dolores, sobre todo durante el periodo menstrual. Entre un 30 y 40% de las mujeres que la padecen son, además, estériles.

¿Quién la padece?

Se estima que la sufren entre un 10 y un 15% de todas las mujeres en edad fértil: 176 millones en todo el mundo, 2,5 solo en España. La endometriosis es, a la vista está, una de las enfermedades ginecológicas más comunes y se cree que es responsable de la mitad de todos los casos de infertilidad que carecen de explicación.

Cualquier mujer puede padecer la enfermedad, aunque se ha comprobado que existe cierta predisposición genética –es frecuente que las hijas de una mujer con endometriosis también la tengan– y una serie de factores que favorecen su aparición: la menarquia prematura (esto es, tener la primera hemorragia menstrual antes de los 9 o 10 años), los ciclos menstruales más cortos o largos de lo normal (de menos de 27 días o más de 28) y la menopausia tardía (que está a su vez asociada a la menarquia prematura).

¿Por qué se tarda tanto en diagnosticar?

Aunque la enfermedad aparece en textos médicos desde hace 4.000 años y fue descrita gracias al microscopio en 1860, todavía muchas pacientes y médicos la consideran un problema propio de las mujeres. Se da por hecho que es normal tener dolores asociados a la menstruación, aunque estos sean de una intensidad desmesurada, y muchos médicos no se plantean investigar si el problema tiene un origen distinto.

Su diagnóstico es además muy complejo. Solo se puede certificar su existencia mediante laparoscopia, una cirugía con anestesia general en la que se coloca dentro del abdomen un tubo con luz, gracias al cual el ginecólogo puede revisar los órganos y visualizar si han sido invadidos por el tejido endometrial. En la actualidad, en España se tarda en torno a tres años en recibir un diagnóstico, pero hay mujeres que han llegado a sufrir la enfermedad durante décadas hasta saber lo que les pasaba.

3. Enfermedad celiaca

placeholder Basta con no comer trigo, pero es más difícil de lo que parece. (iStock)
Basta con no comer trigo, pero es más difícil de lo que parece. (iStock)

¿Qué es?

Las personas celiacas padecen una intolerancia permanente al gluten –unas proteínas contenidas en la harina de diversos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y, en muchas ocasiones, la avena–, caracterizada por una reacción inflamatoria de base inmune en la mucosa del intestino delgado que dificulta la correcta asimilación de nutrientes.

Entre los problemas que conlleva la enfermedad se encuentran la diarrea, los vómitos, la pérdida de peso y apetito, náuseas, retraso del crecimiento, meteorismo y dolores abdominales. Sin embargo, dependiendo si el paciente es niño, adolescente o adulto, los síntomas pueden variar.

¿Quién la padece?

Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) el 1% de la población española padece la enfermedad. Aunque la celiaquía tiene una base genética y por tanto se nace con riesgo o no de padecerla, no siempre se expresa clínicamente. Puede aparecer en cualquier edad de la vida, presenta una distribución universal bastante uniforme y afecta casi por igual a todas las razas.

¿Por qué se tarda tanto en diagnosticar?

Los celiacos pueden tardar entre 1 y 10 años en ser correctamente diagnosticados, ya que los síntomas son muy variados, y son fácilmente confundibles con los de cualquier otra enfermedad. A través de un examen clínico y una analítica de sangre es posible establecer un diagnóstico de sospecha de celiaquía, pero no siempre es posible determinar su existencia y es necesario recurrir a una biopsia intestinal.

4. Osteoporosis

placeholder La osteoporosis es una enfermedad común entre las mujeres postmenopáusicas. (Corbis)
La osteoporosis es una enfermedad común entre las mujeres postmenopáusicas. (Corbis)

¿Qué es?

La osteoporosis es una patología que afecta a todos los huesos del esqueleto y está provocada por una disminución de la resistencia ósea. Como consecuencia de ello, los huesos se vuelven más propensos a fracturarse de manera espontánea o después de un traumatismo mínimo.

¿Quién la padece?

Más de tres millones de personas padecen osteoporosis en España. Aunque la mayoría de las personas que padecen osteoporosis son del sexo femenino -2,5 millones-, esta enfermedad tiene también una gran incidencia en varones -800.000-.

¿Por qué se tarda tanto en diagnosticar?

Normalmente el primer síntoma que revela el padecimiento de la enfermedad es una fractura de hueso. “El desenlace trágico de la osteoporosis y el más grave de todos es la fractura de cadera, que llega incluso a amenazar la vida de quien lo padece", señalaba a 'Efe' el ex jefe de Sección del Servicio de Rehabilitación del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Andrés Peña. Además de la de cadera, hay otras fracturas muy frecuentes como son la de muñeca, la del hombro o las fracturas vertebrales "que hacen que la persona se quede mas pequeña y encorvada, con lo que respira peor", indica Peña.

Después de que el paciente padezca una de estas fracturas, se suele detectar la enfermedad gracias a una densitometría ósea, una prueba que sirve para determinar la densidad mineral, o masa ósea, de los huesos. El problema es que si se padece la enfermedad a una edad temprana puede no asociarse la fractura a la osteoporosis y no hacerse la prueba, lo que provoca que se identifique el problema cuando el paciente vuelve a romperse otro hueso.

“En torno a una de cada cinco mujeres ha experimentado al menos tres fracturas antes de haber sido diagnosticadas con osteoporosis”, asegura el doctor Stephen Gallacher en 'The Daily Mail'.

5. Hipotiroidismo

placeholder Ahí está la glándula pero, ojo, eso no es lo que duele. (iStock)
Ahí está la glándula pero, ojo, eso no es lo que duele. (iStock)

¿Qué es?

El hipotiroidismo es un trastorno endocrino que aparece cuando la glándula tiroides disminuye la producción de hormonas, lo que causa alteraciones en el peso, la energía y el humor, provocando cansancio constante e, incluso, depresión.

¿Quién la padece?

Entre el 1 y el 3% de la población general padece un hipotiroidismo más o menos intenso, pero es bastante más frecuente en la mujer que en el hombre, en una proporción de 4/1.

En los países menos desarrollados la causa más común de su padecimiento es una dieta baja en yodo, pero en países como el nuestro aparece de forma espontánea o congénita.

¿Por qué se tarda tanto en diagnosticar?

En sus primeras fases la enfermedad es muy difícil de identificar, pues los síntomas son sutiles: fatiga, ganancia de peso, sequedad en la piel y pérdida de memoria. Se trata de síntomas compartidos por muchas enfermedades pero, además, el hipotiroidismo es común en las personas mayores de 60, y muchos médicos creen que los síntomas son solo propios de la vejez.

La única prueba que existe para diagnosticar el hipotiroidismo es la medida de la hormona estimulante del tiroides (TSH) y de la tiroxina libre (T4-L). Sin embargo, sus niveles pueden verse afectados por enfermedades no tiroideas.

6. Demencia

placeholder Es difícil diagnosticar la demencia en personas menores de 65 años. (Corbis)
Es difícil diagnosticar la demencia en personas menores de 65 años. (Corbis)

¿Qué es?

Aunque no es una única enfermedad, y tiene múltiples causas, la demencia se caracteriza por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas debido a daños o desórdenes cerebrales. Esto provoca perdida de memoria, dificultades para articular el lenguaje, pérdida de atención, y una merma en las habilidades para resolver problemas o dar respuestas.

¿Quién la padece?

Según la OMS, en 2014 padecían demencia un total de 47,5 millones de personas en todo el mundo. Se trata de un problema propio de las personas mayores, pero cada vez se registran más casos de personas que la sufren a partir de los 40.

¿Por qué se tarda tanto en diagnosticar?

Como explica en 'The Daily Mail' la doctora Hilda Hayo, aquellas personas que desarrollan demencia antes de los 65 años no suelen recibir un diagnóstico hasta pasado un lustro de media. “Las personas jóvenes tienden a tener un tipo de demencia que afecta al área frontal del cerebro, y en vez de padecer problemas de memoria sufren cambios en su comportamiento”, explica Hayo. “Suelen ser mal diagnosticados con depresión o estrés, o incluso les dicen que se debe a problemas en sus relaciones”.

7. Diabetes tipo 2

placeholder Los enfermos de diabetes dependen de la insulina para llevar una vida normal. (Corbis)
Los enfermos de diabetes dependen de la insulina para llevar una vida normal. (Corbis)

¿Qué es?

Es un trastorno metabólico caracterizado por la presencia excesiva de azúcar en la sangre, debido a un incorrecto funcionamiento de la hormona que regula ésta, la insulina, ya que el cuerpo se resiste a su acción o es insuficiente. Su síntomas clásicos son sed excesiva, micción frecuente y hambre constante. No parece gran cosa, pero la diabetes afecta a órganos tan importantes como los riñones, la vista, el corazón o el sistema nervioso y, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra entre las principales causas de muerte en España: en torno al 3 por ciento de los decesos en el país están provocados por esta enfermedad.

¿Quién la padece?

Según la Fundación para la Diabetes, el 13,8% de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de compatriotas, y debido a la dieta y el estilo de vida que llevamos es de esperar que la padezcan aún más personas.

¿Por qué se tarda tanto en diagnosticar?

Aunque se ha avanzado enormemente en la detección de la enfermedad –debido, principalmente, a la generalización de los análisis de azúcar en sangre–, se calcula que la mitad de los pacientes sufren ya alguna complicación en el momento de ser diagnosticados como diabéticos. Y esto tiene importantes consecuencias: según un estudio publicado en 2006 un retraso en el diagnóstico de más de tres años hace que aumente la posibilidad de padecer un ictus en un 22%.

Si algo aprendimos de medicina viendo al doctor House –con permiso del lupus– es lo difícil que resulta diagnosticar algunas enfermedades. Cierto es que la popular serie, como toda buena ficción, exageraba un poco las cosas, pero apuntaba a uno de los grandes dilemas de la medicina: un diagnóstico rápido es necesario para intervenir a tiempo, pero un error al realizarlo puede tener consecuencias fatales.

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