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La guía definitiva para disfrutar de relaciones sexuales duraderas e intensas
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Sobrepasa los 10 minutos de una maldita vez

La guía definitiva para disfrutar de relaciones sexuales duraderas e intensas

¿Cómo vamos a recorrer el mapa de las zonas erógenas de nuestro acompañante y disfrutar de orgasmos intensos si en siete minutos hemos finiquitado la tarea? Siguiendo estos pasos

Foto: Tampoco hay que batir un récord, pero alargar un poco más el encuentro puede resultar de lo más satisfactorio para ambos. (iStock)
Tampoco hay que batir un récord, pero alargar un poco más el encuentro puede resultar de lo más satisfactorio para ambos. (iStock)

Numerosos estudios han demostrado que practicar sexo cuida de nuestra salud mental entre otras cosas reduciendo el estrés y aumentando los niveles de las conocidas como 'hormonas de la felicidad'. Pero para eso no sólo tenemos que mantener una vida sexual activa, además los encuentros deberían durar algo más de lo que acostumbramos.

Está claro que más vale calidad que cantidad, pero ¿cómo vamos a recorrer el mapa de las zonas erógenas de nuestro acompañante, disfrutar de placenteras sensaciones o conocer lo que es un orgasmo intenso si en siete minutos hemos finiquitado la tarea?

Grábate la idea: el sexo no es un quehacer más que debas quitarte de encima, disfrutar del momento es lo que realmente lo hace especial. ¿Cómo? Jordan Gray recoge en la web especializada en relaciones sexuales 'Your Tango', una serie de pasos que nos ayudarán a controlar la velocidad de excitación para sobrepasar la media mundial, que apenas ronda los 10 minutos.

Si tu pareja es una mujer

“Tras años estudiando filosofía sexual taoísta, puedo decir que uno de mis conceptos favoritos entre los que defienden es la idea de que las mujeres y los hombres cultivan la energía sexual de manera diferente. Mientras la de ellos se inicia en los genitales y se extiende hacia el exterior a medida que pasan los minutos, para las mujeres comienza en las extremidades y necesita ser conducida lentamente hacia sus órganos sexuales y áreas genitales”, relata Gray.

¿Qué significa esto a efectos prácticos? Que no podemos realizar los mismos juegos previos para excitar a cualquier persona. En el caso de las mujeres, la lubricación y dilatación vaginal es fundamental para que la penetración fluya sin problemas. No sólo eso: el recóndito y misterioso punto G, sólo se activa si ella está suficientemente excitada, así que si pretendemos ir a la caza del tesoro nada de meternos –nunca mejor dicho– directamente en materia. Para disfrutar de un encuentro sexual duradero y placentero, hay que hacer las cosas bien desde el principio siguiendo el recorrido adecuado.

- Caricias escalofriantes: los besos y caricias en la zona del cuello, en la parte interior de los muslos o incluso en los brazos, codos y hombros, son capaces de activar sensaciones escalofriantes y excitantes en la piel de las féminas. Ya te ayudes de los dedos, la lengua o los labios, enciende poco a poco cada zona de su cuerpo mientras avanzas hacia el área genital.

- Besos hasta el orgasmo: probablemente no haya escuchado hablar de él, pero existe un tipo de orgasmo femenino conocido como 'oral' o 'de boca', que poco tiene que ver con el cunnilingus. Los labios de las féminas tienen cantidad de terminaciones nerviosas conocidas como la región mucocutánea cuyas sensaciones son similares para su cerebro a las provenientes de la parte externa de la vulva, los pezones o el clítoris. Alcanzar el clímax a través de su estimulación no es tarea sencilla, pero las sensaciones que se consiguen pueden dejarla literalmente boquiabierta.

La energía sexual de las mujeres comienza en las extremidades y necesita ser conducida lentamente hacia sus órganos sexuales y áreas genitales

- Ponte cómodo: si pretendes realizar el recorrido por cada pelo de su cuerpo acariciando, besando, lamiendo o soplando, deberías evitar los calambres por una mala posición. No sólo eso, sin dejar de lado el aspecto postural y una vez metidos en materia, procura encontrar aquella en la que su clítoris reciba estimulación paralela a la penetración. Rozar con el pene el punto G no es tan sencillo como pueda parecer en las películas.

- Hazle sentir sexy: así como a los hombres les puede bastar con ver lo que está ocurriendo, la excitación verbal puede tener unos resultados sin igual para ellas. Comentar lo atractiva que es, lo mucho que gusta cada parte de su cuerpo o lo bien que se lo está uno pasando gracias a ella, es un plus para encender su pasión.

- Dale protagonismo a sus pechos: según un estudio publicado en 'Science of Relationships', la estimulación del pezón activa un área del cerebro conocida como la corteza sensorial genital. “Esta es la misma región del cerebro que se activa mediante la estimulación del clítoris, la vagina y el cuello uterino. Lo que significa que los cerebros de las mujeres procesan la estimulación del pezón y la genital de la misma manera”, afirmaban los investigadores. No dejes de agarrarlos, acariciarlos y besarlos adecuadamente antes, durante y después de llegar al orgasmo.

- Observa y escucha sus gemidos: durante las relaciones sexuales, es bastante normal que las mujeres tengan espasmos musculares esporádicos en piernas y brazos como consecuencia de la excitación. Si a estos se unen gemidos de placer, palabras lujuriosas y se percibe cómo su respiración se acelera, estamos yendo por el buen camino.

Si tu pareja es un hombre

Cualquier persona, independientemente de su sexo, puede disfrutar de orgasmos más intensos si durante el acto sexual aumenta y baja su grado de excitación constantemente. Especialmente útil para los varones –que tienen una capacidad innata para desconectar de lo que les rodea y centrarse en el sexo–, desviar su atención cuando estén alcanzando un punto de placer cercano al orgasmo se traducirá en una experiencia más duradera con sensaciones fuera de lo normal.

- Tócale: pero no los genitales. Mosdisquearle los lóbulos de las orejas, una caricia en el brazo, en los muslos o un masaje en el que, por ejemplo, empieces a rozar tu pecho contra su espalda, pueden ser la clave para que su mente empiece a maquinar y su libido se despierte, pero sin sobresaltos directos en su entrepierna.

- No le sobreexcites (del todo): mide el contacto físico centrándote en gestos tiernos y suaves combinados con caricias en el área más próxima a sus genitales para volver de nuevo a una estimulación tranquila y sensual. La idea es que los juegos previos no acaben en una erección incontrolada y ansiosa de eyacular.

Desviar su atención cuando estén alcanzando un punto de placer cercano al orgasmo se traducirá en una experiencia más duradera

- Deja que te vea y háblale: la estimulación visual es muy importante para los hombres. Un contoneo, una mirada o simplemente la panorámica del cuerpo desnudo de sus parejas puede ser suficiente para encender su pasión. La idea es anticiparle lo que va a ocurrir para generar picos de tensión sexual que, aunque puedan parecer frustrantes, le aseguren aguantar más en la cama y disfrutar de un orgasmo sin igual.

- Desvíate del camino: si no queremos que el cronómetro empiece a pitar a los pocos minutos de despojarnos de nuestras ropas, tendremos que aproximarnos al pene lentamente acariciando y estimulando el área circundante sin comenzar a friccionar el falo siguiendo un ritmo. Unas simples caricias con la yema de los dedos por la parte interior de sus muslos, subiendo y bajando, puede caldear el ambiente mucho más que un agarrón directo.

- Excitación oral: para ambos sexos, disfrutar de un previo de sexo oral antes del coito es un 'win-win' en toda regla. Claro que, mientras que para ellas puede incluso resultar fundamental para que su vagina se humedezca y empiece a lubricar, en el caso de los hombres no puede dejar de ser un juego si no queremos que la intensidad acabe con nuestro encuentro mucho antes de los esperado. No es una carrera hacia la meta. Los cambios de ritmo, variaciones en la intensidad de los lametones o succiones esporádicas, ayudarán a mantener el grado de excitación sin que nadie se quede a mitad de camino.

- Toma las riendas, vaquera: son muchos los hombres que encuentran una mayor dificultad para eyacular en las posturas en las que es la mujer quien toma el mando y se coloca arriba. Ya sea porque no se consigue exactamente el ritmo y profundidad de penetración que más les excita, o por simple y llano efecto de la gravedad, el hecho es que así alargarás casi seguro el momento.

Numerosos estudios han demostrado que practicar sexo cuida de nuestra salud mental entre otras cosas reduciendo el estrés y aumentando los niveles de las conocidas como 'hormonas de la felicidad'. Pero para eso no sólo tenemos que mantener una vida sexual activa, además los encuentros deberían durar algo más de lo que acostumbramos.

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