Cómo huir del cáncer y la diabetes, según la Asociación Americana del Corazón

A pesar de que la ciencia avanza y gracias a ello cada vez existen más y mejores tratamientos para abordar las enfermedades a las que nos enfrentamos en occidente, principalmente el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares; estas pueden estar en un porcentaje más o menos importante inducidas por nuestro estilo de vida. No es que seamos culpables de lo que nos pasa, ni mucho menos, pero según conclusiones de instituciones con tanta autoridad en la materia como la del Instituto de Prevención de Cáncer de la Universidad de Texas, el único tratamiento eficaz para la prevención de enfermedades cardiacas, el cáncer y la diabetes, es mantener un estilo de vida activo.

De acuerdo con los estudios que han realizado estos institutos, hasta el 90% de de estas enfermedades se pueden prevenir llevando un estilo de vida adecuado, que no es otra cosa que cuidar la alimentación, comer cinco veces al día y de forma saludable; hacer ejercicio a diario y mantener una vida activa. Estas actitudes y no los medicamentos son la mejor prevención para evitar enfermedades tan graves como las citadas.

Una importante parte de las enfermedades que padecemos están relacionadas con el desequilibrio fisiológico y el descenso de nuestras defensas

La ciencia no solo concluye que el hombre tiene una esperanza de vida potencial de 120 años, sino que incluso nuestro propio organismo tiene una capacidad enorme para responder por sí solo y hacer frente a estas enfermedades. Tal y como dice el doctor Jeffrey Koplan, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC): "Desde el mismo momento en que cualquiera cambie su estilo de vida e incorpore actitudes saludables notará una mejora radical en su salud y preparará su organismo para prevenir y luchar contra estas enfermedades”.

El camino a la longevidad

Hay dos factores que contribuyen de forma principal en la lucha contra las enfermedades del corazón y degenerativas: una alimentación en la que las frutas y verduras orgánicas y proteínas saludables que regulan de forma mucho más eficiente las funciones metabólicas de nuestro cuerpo deben ser parte principal de nuestra dieta. Además, el ejercicio diario incrementa en un cincuenta por ciento la capacidad de nuestro cuerpo para hacerse inmune y combatir este tipo de enfermedades, mientras que al contrario, una vida sedentaria no solo no mejora nuestro sistema inmunológico sino que lo deteriora.

El ser humano está diseñado para llevar una vida activa. Así hemos vivido durante toda la historia desde que el hombre pisa la Tierra, hasta que hace prácticamente cuarenta años, la vida moderna ha ido modificando nuestro tipo de trabajo y por extensión nuestro estilo de vida. Por ello es cada vez más importante que se introduzca el ejercicio en nuestra vida diaria como una parte importante de nuestra rutina, y que además introduzcamos cambios que nos ayuden a permanecer activos más horas al día. Una importante parte de las enfermedades que padecemos están relacionadas con el desequilibrio fisiológico y el descenso de nuestras defensas. Solo el ejercicio mejora y ayuda a equilibrar las funciones del cuerpo.

En estudios por estas instituciones americanas se ha comprobado que solo uno de cada cuatro estadounidenses hace el ejercicio necesario para que su metabolismo pueda combatir el desequilibrio fisiológico y potenciar una inmunidad que contribuya a eliminar la posibilidad de contraer enfermedades. La gente en general no es consciente de la importancia de realizar ejercicio y disfraza su falta de reflexión y determinación para llevar una vida sana en las siguientes excusas que más de uno de los que están leyendo esto habrá puesto en alguna ocasión. Las tres más comunes son: no tengo tiempo, es muy aburrido ir al gimnasio y sufro mucho, me canso enseguida.

Con diez minutos de ejercicio diario su metabolismo se activa y puede permanecer hasta 24 horas en marcha

Pues bien, hay una buena noticia para todos ellos y es que el mejor ejercicio es el que casi no ocupa tiempo, no es aburrido por lo tanto y no nos hace sufrir. Diez minutos, solo diez minutos al día, son suficientes para cambiar nuestra salud presente y futura. Lógicamente cuanto más ejercicio hagamos mejor nos sentiremos, pero diez minutos tienen el potencial y la capacidad de transformar nuestra vida. Con diez minutos de ejercicio diario su metabolismo se activa y puede permanecer activo hasta por 24 horas.

El plan perfecto

Un plan de ejercicio perfecto no es el que nos lleva a entrenar para completar un maratón, que también, sino que es mucho más sencillo. Debemos realizar ejercicios de fuerza y flexibilidad por un mínimo de diez minutos diarios que incluso podemos repartir a lo largo del día en tres o cuatro periodos de tres minutos cada uno. Aprovechar nuestro camino al trabajo para andar al menos media hora al día, a un ritmo vivo que nos permita trabajar en la llamada zona aeróbica que es diferente en cada uno de nosotros y que debemos aprender a calcular de forma aproximada, aunque lo mejor sea realizar una prueba de esfuerzo que además nos ayude a evitar problemas ocultos.

Aunque no es un método científico exacto esta fórmula nos ayuda a calcular cual es nuestra frecuencia cardíaca máxima (FCM): Restar a 220 nuestra edad. FCM = 220 - su edad. Por ejemplo 220-45 años = 175. A partir de este dato debemos calcular que la intensidad a la que debemos realizar ejercicio es entre un 55 y un 75 de nuestra Frecuencia Cardiaca Máxima. Realizar ejercicio en la zona aeróbica nos permite trabajar de forma cómoda y sencilla a un ritmo que no es muy exigente.