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Qué busca JP Morgan en los candidatos, y no tiene que ver con el currículo
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NUEVAS EXIGENCIAS DEL MERCADO LABORAL

Qué busca JP Morgan en los candidatos, y no tiene que ver con el currículo

Los seleccionadores de personal están adoptando nuevos criterios para elegir a aquellos que formarán parte de su empresa. Este banco es uno de los ejemplos más claros

Foto: ¿Quieres trabajar en la firma? Esto es todo lo que debes saber. (Reuters/Mike Segar)
¿Quieres trabajar en la firma? Esto es todo lo que debes saber. (Reuters/Mike Segar)

Los métodos de selección de personal de las grandes empresas están cambiando y, con ellos, la manera en que los que persiguen un empleo deben formarse y buscar trabajo. Lo que resulta más o menos evidente es que el currículo, entendido como esas dos páginas en las que depositamos nuestra experiencia laboral y educativa es cada vez menos importante, como recordaba el jefe de Recursos Humanos de Google cuando anunciaba que “el expediente académico y la puntuación de los candidatos en los tests son inútiles como criterio de contratación”.

Ello provoca que los encargados de selección de personal recurran a otro tipo de información para tomar sus decisiones. Un reportaje publicado en 'Business Insider' arroja nueva luz sobre el asunto, en este caso, a través de una entrevista con Michelle Bucaria, la seleccionadora de personal en campus de la compañía bancaria JP Morgan. Esta es una figura cada vez más habitual en las empresas americanas, que cuentan con personal preparado para acudir a las universidades y rastrear a los mejores alumnos para contar con ellos como becarios.

Sumario

Una de las grandes frustraciones que sienten los jóvenes que intentan acceder al mercado laboral es el círculo vicioso por el cual aspiran a puestos para los que se pide una experiencia que no pueden conseguir si no consiguen trabajos para los que se pide una cierta experiencia… Bucaria intenta tranquilizarlos recordando que, al menos en el caso de JP Morgan, esta no es tan importante. Aunque sí lo es, por ejemplo, haber demostrado de lo que eres capaz en otras actividades o trabajos.

Buenas noticias… ¿o malas? Parece ser que, según se desprende de las palabras de la experta en recursos humanos, demostrar desde muy pronto que deseas trabajar sin parar –perdón, que eres un empleado muy activo– es clave a la hora de conseguir un puesto: “Cuando miro un currículo y digo 'madre mía, estaba trabajando en un restaurante mientras conseguía una nota de 3,5', eso es bastante sorprendente”. La nota de 3,5 GPA a la que se refiere Bucaria no es particularmente alta; es, sin embargo, la capacidad de aprobar al mismo tiempo que se trabaja lo que le llama la atención.

Las preferencias de la seleccionadora de J.P. Morgan no se centran exclusivamente en lo laboral. Otra alternativa es haber participado con éxito en alguna actividad extraescolar o del campus, especialmente si estas tenían relación con algún tipo de trabajo de oficina, que “prevalecen por encima de los que simplemente eran miembros del club”. Salvo, claro está, que tenga alguna manera de demostrar que su paso por este fue productivo: “Si puedes dar un paso adelante y decir ' quizá no era el presidente ni el secretario, pero este es el proyecto que lideré, dirigí y fui capaz de crear esta sorprendente comunidad de servicios donde participaban 100 estudiantes' es bastante llamativo”.

No es el qué, es ¿cuánto?

Suena a vieja fórmula. No importa tanto a qué te hayas dedicado como el impacto que esto haya tenido, incluso aunque no tenga relación con tu trabajo en sí, algo que apunta hacia esa buscada multidisciplinariedad cada vez más necesaria. Como señalábamos en un reciente artículo, muchas empresas están volviendo a buscar profesionales con formación en humanidades para que ocupen los puestos de toma de decisiones o de responsabilidad, puesto que, como afirmaba Steve Yi, CEO de MediaAlpha, saben gestionar la subjetividad y la ambigüedad. Algo que se aprende sacando adelanto proyectos de muy diferente índole.

No hay un currículo al que todos los estudiantes deban aspirar. Se trata de participar, ser activo, demostrar liderazgo y trabajo en equipo

“Intenta pensar en cómo lo que has hecho puede transferirse a lo que estamos buscando”, es la recomendación de la experta. “Así que asumamos que estás trabajando en una tienda: ¿cuál es tu participación en los beneficios y pérdidas, o en las compras y las ventas?” En dichos casos, el resultado es lo que cuenta, sobre todo si puede demostrarse de alguna manera. Pero también ser capaces de explicar en una entrevista de qué manera se alcanzaron dichos objetivos. Los tiempos de “soy una persona con iniciativa, a la que le gusta trabajar duro y muy ilusionada por este empleo” se han terminado. Las palabras se las lleva el aire.

“No creo que haya un currículo central al que todos los estudiantes deban aspirar”, señala Buscaria. “Simplemente se trata de participar, ser activo, demostrar liderazgo y trabajo en equipo”. Cualidades que no se pueden reflejar en dos hojas de DIN A4 pero que sí deberíamos ser capaz de demostrar. El expediente académico y los años de experiencia acumulados cada vez tienen menos valor, y parece ser que hay que demostrar tus capacidades antes de salir de la cuna.

Los métodos de selección de personal de las grandes empresas están cambiando y, con ellos, la manera en que los que persiguen un empleo deben formarse y buscar trabajo. Lo que resulta más o menos evidente es que el currículo, entendido como esas dos páginas en las que depositamos nuestra experiencia laboral y educativa es cada vez menos importante, como recordaba el jefe de Recursos Humanos de Google cuando anunciaba que “el expediente académico y la puntuación de los candidatos en los tests son inútiles como criterio de contratación”.

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