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¿La mejor sanidad? España tiene el 19º sistema de salud de Europa. Y gracias
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HOLANDA, EL PRIMER PAÍS DEL 'RANKING'

¿La mejor sanidad? España tiene el 19º sistema de salud de Europa. Y gracias

La última edición del informe Euro Health Consumer Index, que analiza el sistema sanitario de 35 países europeos, es muy crítico con nuestro país

Foto: ¿Funcionan correctamente los grandes sistemas de financiación pública? (iStock)
¿Funcionan correctamente los grandes sistemas de financiación pública? (iStock)

En España solemos sacar pecho de nuestro sistema de salud, pero la realidad es que tiene muchos aspectos que mejorar y, por mucho que nos pese, no es ya uno de los mejores de Europa (como solíamos presumir).

El informe Euro Health Consumer Index, que analiza el sistema sanitario de 35 países europeos, ha vuelto a coronar a Holanda como el país con mejor sanidad, seguido de Suiza, Noruega, Finlandia y Bélgica. Para encontrar nuestro país tenemos que descender hasta la decimonovena posición.

El informe valora los sistemas de sanidad respecto a siete categorías, que otorgan puntuaciones máximas distintas, hasta un tope de 1000 puntos: información y derechos de los pacientes (150), accesibilidad (225), resultados (250), cobertura de la cartera de servicios (150), prevención (125) y acceso a las medicinas (100).

Nuestras asignaturas pendientes

España sólo alcanza las primeras posiciones en materia de prevención –donde obtenemos 101 puntos de un máximo de 125, aunque suspendemos en lo que respecta al consumo de alcohol– pero se mantiene en posiciones modestas en el resto de los apartados. Con diferencia, la peor nota nos la llevamos en el apartado de accesibilidad, que no se refiere al alcance del sistema de salud –que en España sigue siendo universal– sino a los tiempos de espera.

Los autores del informe colocan a nuestro país en el grupo de los “territorios de la lista de espera” junto a Reino Unido, Irlanda, Suecia y gran parte de Europa del Este. Algo que, según los investigadores, no se debe a una falta de recursos sino a un error de gestión: no existe una correlación directa entre el presupuesto de un sistema y los tiempos de espera.

Los autores del informe creen que, para optar a la excelencia en el tratamiento sanitario, a los españoles no les queda otra que contratar un seguro privado

En concreto, nuestro país suspende en los apartados “acceso a la atención primaria el mismo día que se solicita (con o sin cita)”, “acceso directo al especialista sin volante del médico de cabecera”, “espera para operaciones quirúrgicas no urgentes” y “espera para tomografías computarizadas no urgentes”.

España es también uno de los países de Europa donde se usan los antibióticos de forma más irresponsable. Según el Eurobarómetro de 2010, en España casi dos de cada tres personas desconocen que los antibióticos son inútiles para tratar la gripe o el catarro y su uso per cápita es de los más elevados del continente (sólo superados por Rumanía, Reino Unido, Francia e Irlanda).

El informe alerta además de lo poco que se tienen en cuenta en nuestro país a las organizaciones de pacientes, que fueron las más pesimistas entre los 35 países encuestados.

Los dos sistemas en liza

El estudio, que ha sido subvencionado por Medicover, una organización sanitaria privada, y New Direction Foundation, un 'think-tank' conservador –ambos con sede en Bélgica–, apunta a que Holanda ha logrado alcanzar la primera posición ya que “los políticos y burócratas parecen estar más alejados de las decisiones sobre la atención médica que casi cualquier otro país europeo”.

En Europa encontramos dos grandes tipos de sistema de salud:

El sistema Beveridge

Este modo de organizar la sanidad pública debe su nombre al político inglés William Henry Beveridge, que en 1942 elaboró el informe que sentó las bases del actual sistema británico de salud. El sistema, que es a grandes rasgos el que usamos en España, Italia, Portugal y los países nórdicos, se financia con los impuestos de toda la población, que sustentan una protección sanitaria universal que cuenta con sus propios centros sanitarios.

El sistema Bismarck

Nació en 1883 en Alemania, y está presente, además de en aquel país, en Bélgica, Suiza, Austria u Holanda. En estos países la sanidad se financia con primas, existen pagos complementarios (para el ingreso hospitalario o la adquisición de fármacos) y, a priori, no ofrece protección universal, aunque en la mayoría de territorios existe de facto. La principal diferencia respecto al sistema Beveridge es que la cobertura sanitaria es ofertada por numerosas organizaciones de seguros e instalaciones médicas que se organizan de forma independiente y en competencia.

En opinión de los autores del informe, el sistema Beveridge sólo logra buenos resultados en países pequeños como Islandia, Dinamarca o Noruega, pero fracasa en grandes territorios como Reino Unido, Italia o España (aunque en nuestro país, en realidad, hay 17 minisistemas, algo que también critica el informe). Esto, aseguran, tiene al menos dos explicaciones: la primera, que las organizaciones públicas no ofrecen la remuneración ni los incentivos necesarios para contratar al tipo de gestores de primera linea que requieren organizaciones tan complejas; la segunda, que los políticos interfieren en las decisiones que deberían estar centradas en el bienestar del paciente.

Los autores del informe creen que, para optar a la excelencia en el tratamiento sanitario, a los españoles no les queda otra que contratar un seguro privado.

En España solemos sacar pecho de nuestro sistema de salud, pero la realidad es que tiene muchos aspectos que mejorar y, por mucho que nos pese, no es ya uno de los mejores de Europa (como solíamos presumir).

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