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La forma más efectiva en que las mujeres obtienen placer
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La forma más efectiva en que las mujeres obtienen placer

Aprovechamos nuestra charla con la 'Sex Academy Barcelona' para preguntar cuáles son las claves, a grandes rasgos, de la masturbación femenina: "El contexto es tan importante como la técnica"

Foto: La masturbación femenina es mucho más difícil de perfeccionar que la masculina. (iStock)
La masturbación femenina es mucho más difícil de perfeccionar que la masculina. (iStock)

El documental 'STICKY: A Documentary on Masturbation' señala que entre el 80 y el 90% de los hombres se masturban, mientras que el porcentaje de las mujeres que lo hacen oscila entre el 65 y el 70%. Gracias a directoras de pornografía como Erika Lust, el feminismo se está haciendo con el universo del porno y la masturbación femenina se está despojando tanto de tabúes como de clichés.

Las estadísticas que estudian las búsquedas realizadas en la web pornográfica Pornhub señalan que las mujeres son cada vez más asiduas a la pornografía. La sexóloga y terapista sexual Laurie Betito afirma que el que el 24% de las visitantes sean mujeres vaticina que esta cifra aumentará cada vez más “a medida que las mujeres abracen su sexualidad y se avergüencen menos de afirmar que les gusta el sexo. Las mujeres son cada vez más abiertas en el campo de la masturbación, tanto al practicarla como a la hora de hablar de ella”.

Betty Dodson, conocida como la “madrina de la masturbación”, continúa impartiendo talleres –prácticos– en los que enseña a las mujeres a masturbarse. Esta americana asistió hace más de cincuenta años a una orgía y comprobó que la mayoría de las mujeres fingían sus orgasmos. Fue entonces cuando decidió que tenía que enseñar a las mujeres a conseguir llegar al orgasmo con sus (disculpen el juego de palabras) propias manos. En la actualidad, no solo existen cursos de masturbación, sino que universidades como la de Sheffield imparten asignaturas llamadas “The Art of Masturbation”. Porque, aunque parezca increíble, no sabemos masturbarnos todo lo bien que debiéramos. De hecho, tan solo el 30% de las mujeres ha logrado alguna vez llegar al orgasmo al estimular el punto G.

Una clase de placer

En España existen centros en los que se imparten cursos de masturbación en los que aprender a masturbarse y a conocer la anatomía, aunque no basta con acudir a un curso. Para descubrir la propia sexualidad se requiere tiempo, deseo y esfuerzo.

Sex Academy Barcelona es uno de esos centros en los que la masturbación es uno de los topics de alguno de sus cursos, entre los que encontramos algunos centrados en hallar el punto G. Se explica a los asistentes a encontrarlo, a descubrir las sensaciones que se consiguen al dar con él y a aprender a estimularlo. También se enseñan técnicas para no cansarse, para identificarlo en el interior de la vagina y para seguir aquellas posturas que facilitan las primeras masturbaciones de esta zona.

Estimular directamente el clítoris o la vagina no es la mejor manera de comenzar

Aprovechamos nuestra charla con esta academia para preguntar cuáles son las claves, a grandes rasgos, de la masturbación femenina. “El contexto es tan importante como la técnica. Encontrar un momento en el que se esté tranquila y cómoda es primordial para disfrutar de la masturbación. Estimular directamente el clítoris o la vagina no es la mejor manera de comenzar. Explorando el vientre, los pechos o las ingles mientras se fantasea y/o se recurre a los recuerdos eróticos para excitarse durante la masturbación hará que la experiencia sea mucho más placentera. También es importante encontrar una postura confortable. Una vez excitada, llega el momento de tocar los puntos más sensibles. Hay mujeres a quienes les resulta más efectivo estimular el clítoris; para otras, lo es la estimulación vaginal. Aquí no hay un patrón universal, así que hay que comenzar por donde más le guste a una y, siempre, sin olvidar el resto del cuerpo: ¡sólo así se descubrirán nuevas sensaciones y experiencias diferentes!”

El clítoris, ese gran desconocido

El que haya cursos y asignaturas centrados en la masturbación femenina pone de manifiesto la existencia de tabúes en este campo. El clítoris sigue siendo todavía el gran desconocido, tanto a la hora de conocer su forma como de saber las técnicas para estimularlo. “Muchos y muchas siguen masturbándose estimulando únicamente la entrada vaginal y los labios, que aunque es cierto que puede resultar placentero debido a que es una zona altamente erógena, no es la forma más efectiva de hacerlo. Debemos tener en cuenta que el clítoris, con muchas más terminaciones nerviosas, es más sensible, por lo que también nos proporcionará más placer. Además, todavía existen muchas mujeres (y si no muchas, demasiadas) que continúan teniendo una asignatura pendiente con el descubrimiento de algunas zonas tabú de su anatomía, tales como el punto G o la zona anal.

No se preocupan por hacer del onanismo toda una experiencia. Es decir, no gozan del camino, van directas a la meta

"Hay que pensar en el cuerpo como en un mapa erógeno por descubrir. Y estas zonas erógenas, que son altamente sensibles y placenteras al estimularlas, son como las teclas de un piano. Podemos tocar una sola nota y sonará bien; es decir, será placentera. Pero si tocamos varias notas a la vez conseguiremos una melodía mucho más completa y agradable, multiplicando así el placer que se puede llegar a sentir", explican desde Sex Academy Barcelona.

El equipo comenta a Alma, Corazón y Vida algunos de los errores más extendidos (porque los hay, claro) en la masturbación. Muchas mujeres se masturban como si fuera una tarea más sin tomarse el tiempo necesario para experimentar con otras técnicas y en diferentes zonas erógenas. “Tampoco se preocupan por hacer del onanismo toda una experiencia. Es decir, no gozan del camino, del durante, de las sensaciones… Digamos que van directas a la meta. Otro error común entre las mujeres es masturbarse siempre de la misma manera: o con la mano o con un vibrador. No todos los días nos apetece comer el mismo plato de comida, ¿verdad? Pues con la masturbación ocurre lo mismo”, explican.

Nos vemos obligados a parar un segundo la conversación. ¿Qué técnicas de masturbación hay? “Digamos que hay tantas técnicas de masturbación como mujeres habitan el planeta Tierra. Aunque sí es cierto que hay una serie de técnicas recurrentes. Por ejemplo: utilizando la mano. Una vez encontrado el punto de la vagina que te proporciona más placer, consiste en estimularlo manualmente. Una manera sería estimular el clítoris realizando movimientos de presión arriba-abajo, logrando que el capuchón que lo recubre reciba estos movimientos con uno o dos dedos juntos. También se pueden ejercer movimientos circulares en esta misma zona, o bien, colocar un dedo a cada lado del clítoris para realizar de nuevo los movimientos arriba y abajo, ejerciendo una presión más indirecta en él.

Otra opción es estimular la vagina manualmente introduciendo los dedos en su interior, simulando una penetración pero haciendo que estos rocen los labios y la entrada vaginal, donde podremos estimular las raíces del clítoris (tiene una estructura interna que se extiende a lo largo de los huesos que forman del pubis).

Otra manera de estimular el interior de la vagina es introduciendo los dedos en forma de gancho y haciendo que, una vez dentro, hagan el gesto típico de llamar a alguien. De este modo estimularemos la zona del punto G. ¡Ah! Y también podemos utilizar un juguete sexual, ya sea con vibración (esto es, un vibrador) o sin (dildo). Existen muchísimos modelos con diferentes formas y tamaños para estimular el clítoris, la entrada de la vagina y/o el punto G. Hay que elegir el juguete que mejor se adecue a la estimulación que más le guste sentir a la mujer”, aclaran.

Conoce tu cuerpo

Uno de los errores más extendidos cuando se masturba a una mujer es estimular directamente el clítoris de una forma excesivamente brusca. Lo recomendable es ir subiendo el nivel de excitación de la mujer y estimular aquellas zonas erógenas más sensibles o los alrededores del mismo clítoris hasta que este sobresalga de su capuchón, señal de que la mujer está muy excitada.

“Otro error común es no utilizar lubricación. El clítoris, al encontrarse en el exterior de la vagina, no goza de la lubricación de esta última. Con la aplicación de un poco de lubricante en la zona mientras se masturba, los movimientos no crearán una fricción que puede llegar a ser molesta. Aún sigue habiendo muchos hombres que para masturbar a una mujer, introducen los dedos en la vagina simulando una penetración, sin hacer que estos toquen ninguno de los puntos erógenos interiores como los labios o la zona del punto G”, aseguran desde Sex Academy Barcelona.

Cada mujer es un mundo y no hay una fórmula infalible, por lo que en nuestras manos está aprender qué nos gusta y enseñárselo a nuestra pareja

Para enseñar a la pareja a masturbar bien, es esencial tener un autoconocimiento del propio cuerpo. Cada mujer es un mundo y no hay una fórmula infalible. Enseñar a la pareja el método mediante el que hacerlo puede hacerse de forma verbal o mostrándole cómo hacerlo de forma visual, aunque también se le puede guiar llevando sus manos hacia los puntos más sensibles, enseñándole cómo presionarlos y estimularlos.

Por fin un artículo con mensaje positivo (y sí: final muy feliz): para disfrutar más y mejor, nada como practicar, innovar y experimentar. Porque quizás llevemos toda la vida creyendo que solo hay unas fórmulas para lograr el placer y hayamos ignorado que no todo son atajos.

El documental 'STICKY: A Documentary on Masturbation' señala que entre el 80 y el 90% de los hombres se masturban, mientras que el porcentaje de las mujeres que lo hacen oscila entre el 65 y el 70%. Gracias a directoras de pornografía como Erika Lust, el feminismo se está haciendo con el universo del porno y la masturbación femenina se está despojando tanto de tabúes como de clichés.

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