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Cuando el honor familiar 'depende' de un clítoris: así se repara una ablación
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el precio de la operación, entre 1.500 y 3.500 euros

Cuando el honor familiar 'depende' de un clítoris: así se repara una ablación

La Fundación Dr. Iván Mañero ofrece asistencia a mujeres sometidas a mutilación genital. No todas se atreven a realizarse la reconstrucción por culpa de la presión de sus comunidades

Foto: Mujeres en Guinea Bissau, donde la Fundación Dr. Iván Mañero desarrolla un proyecto contra la ablación (Fundación Dr. Iván Mañero)
Mujeres en Guinea Bissau, donde la Fundación Dr. Iván Mañero desarrolla un proyecto contra la ablación (Fundación Dr. Iván Mañero)

Este sábado 6 de febrero se celebra el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, una jornada cuyo principal objetivo es concienciar sobre la necesidad de erradicar esta práctica. Más conocida con el nombre de ablación, esta lesión afecta a millones de mujeres en todo el mundo que ven mermados sus derechos al serles extirpado el clítoris y/u otras partes de sus órganos sexuales con graves consecuencias físicas y psicológicas.

Para ayudar a enmendar estos problemas, la Fundación Dr. Iván Mañero trabaja reconstruyendo los genitales dañados de las mujeres que se han visto sometidas a este tipo de rituales. Desde mayo de 2013, la citada organización ha operado a ocho mujeres que han decidido “dar un paso en contra de todo aquello que les habían enseñado de pequeñas”. Ruth Mañero, directora de la citada Fundación, asegura que uno de los principales frenos a los que se enfrentan es el tabú social de las afectadas.

“Una de ellas nos explicaba que su familia se había reunido y que le dijeron que todo el honor de la familia dependía de ella”, afirma la directora. La mujer, ante tal presión, no se vio con fuerzas para continuar adelante con las visitas previas a la operación y dejó de lado la idea de reconstruirse. “50 mujeres se han puesto en contacto con nosotros, 28 han visitado el equipo médico y el cirujano y ocho han pasado por quirófano”, calcula Mañero sobre el total de pacientes que han solicitado ayuda. El abanico de edades con las que trabajan es amplio: desde chicas muy jóvenes hasta mujeres de 55 años, sobre todo procedentes de Senegal, Malí, Gambia y Sudán.

Las víctimas de las ablaciones pueden contactar con la Fundación a través de dos vías: bien a través de su comadrona o bien a través de los servicios sociales. La posibilidad de conexión mediante las comadronas surgió ante el objetivo de que las mujeres “tuvieran información profesional de primera mano, pero al tiempo reservando su privacidad”. “La idea es que cuando la mujer afectada comenta a su comadrona que la mutilación le provoca dolor, molestias o simplemente le afecta psicológicamente, ella le facilita nuestro contacto”, explica Ruth Mañero.

Restos de clítoris, “enterrados” en cicatrices

Una vez que el proyecto queda explicado y acceden a someterse a la intervención, el siguiente paso es ponerse en manos del cirujano. Ahí es cuando entra en escena el doctor Iván Mañero, cirujano plástico y presidente de la fundación homónima. “La reconstrucción consiste principalmente en la resección o eliminación de todo el tejido cicatricial que cubre el clítoris y los labios menores”, expone el médico, que añade: “Se liberan los restos de clítoris y sus nervios, que suelen estar enterrados tras el magma cicatricial. Debemos tener en cuenta que, cuando se realiza la ablación, se corta la parte visible del clítoris, es decir, una tercera parte de su tamaño total”.

Lógicamente, el aspecto externo de la vulva no llega a equipararse al de uno sin mutilar. Sin embargo, la Fundación Iván Mañero trabaja también la estética durante las reconstrucciones para conseguir “una apariencia lo más natural posible”. “Las mujeres que han acudido a la consulta suelen dar mucha importancia también al aspecto externo de su órgano sexual”, afirma el cirujano. Tras pasar por quirófano, las pacientes no sólo ven cómo ha mejorado la forma de su aparato sexual, sino que también sus relaciones íntimas evolucionan y “en un 80% se recupera la sensibilidad que les fue arrebatada con la mutilación”.

¿Cómo se pagan estas operaciones?

Si los médicos consideran que el tipo de mutilación que sufre la paciente se puede operar, después del consentimiento expreso para entrar en quirófano se procede a realizar la intervención. Esta cirugía tiene un coste calculado entre los 1.500 y los 3.500 euros –en función de cada caso–, suma que financia entre la Fundación Dr. Iván Mañero, IM CLINIC y la Obra Social La Caixa. “En el caso de las mujeres que nos vienen derivadas de los servicios sociales o que no disponen de fondos, la Fundación e IM CLINIC corren con todos los gastos”, explica el doctor.

IM CLINIC ofrece su personal e instalaciones, mientras que Iván Mañero ofrece de manera altruista su labor como cirujano. “No todas las mujeres que han sufrido la mutilación genital pueden reconstruirse completamente, pero pueden ver grandes mejoras en su vida si lo hacen”, sentencia el presidente de la Fundación homónima.

Cómo contactar con la Fundación

- A través de correo electrónico:info@fundacionivamanero.org

- Por teléfono:93.113.65.66

- A través de su web:www.fundacionivanmanero.org

-Donación:www.fundacionivanmanero.org/donacion/

- Apadrina:www.fundacionivanmanero.org/apadrina/

- Hazte socio:www.fundacionivanmanero.org/hazte-socio/

Este sábado 6 de febrero se celebra el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, una jornada cuyo principal objetivo es concienciar sobre la necesidad de erradicar esta práctica. Más conocida con el nombre de ablación, esta lesión afecta a millones de mujeres en todo el mundo que ven mermados sus derechos al serles extirpado el clítoris y/u otras partes de sus órganos sexuales con graves consecuencias físicas y psicológicas.

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