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Las 5 cosas que más valoran de un CV en Recursos Humanos (no son las que pensabas)
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SEGÚN UNA ENCUESTA DE MICHAEL PAGE

Las 5 cosas que más valoran de un CV en Recursos Humanos (no son las que pensabas)

Aunque cada seleccionador de personal es un mundo, hay determinados elementos a los que suelen dar más importancia que otros, y deberían reflejarse en todo currículo vitae

Foto: El CV es nuestra carta de presentación, aquello que nos ayuda a definirnos ante la empresa. (iStock)
El CV es nuestra carta de presentación, aquello que nos ayuda a definirnos ante la empresa. (iStock)

Si la búsqueda de trabajo es una labor ya de por sí procelosa, aún más lo es el diseño de nuestro currículo, ese documento en el que en apenas unas líneas debemos resumir años y años de estudios y experiencia laboral. Resulta natural que nos cause gran ansiedad, puesto que nos obliga a reducirnos a la mínima expresión sin saber exactamente si lo estamos haciendo bien y de verdad estamos aportando la información necesaria.

¿Deberíamos mentir ligeramente, ya que todo el mundo lo hace? ¿Eliminar los trabajos que no tienen nada que ver con el puesto al que optamos? ¿Mostrar nuestras aficiones y cruzar los dedos para que el seleccionador también sea 'fan' del 'trekking', por ejemplo? Nos movemos a tientas en la oscuridad y, por esa razón, resulta tan interesante una encuesta realizada por la agencia de contratación británica Michael Page en la que señala lo que es realmente importante en un currículo.

Una falta de ortografía o un error gramatical pueden acabar con todas nuestras posibilidades de conseguir el puesto que deseamos en una empresa

La infografía ha sido realizada a partir de las opiniones de 2.000 aspirantes y 480 seleccionadores, y compara las opiniones de unos y otros poniendo en evidencia que nuestro criterio y el de los responsables de recursos humanos no se parece demasiado. Los dos ejemplos más evidentes son los de la longitud del currículo y el índice de nuestros trabajos: mientras que muchos trabajadores (un 82%) consideran que resulta muy relevante acortar el documento para que no supere las dos páginas ya que tenemos muy poco tiempo para causar una buena impresión, tan sólo el 32% de los seleccionadores atienden a este aspecto. Por el contrario, aunque un 72% de aspirantes no reflejan todos los puestos por los que han pasado, para el 93% de las empresas este es un factor esencial.

Pero, ¿cuáles son los ingredientes más relevantes (y los menos), y de qué manera se relacionan con nuestras percepciones acerca del currículo?

Los elementos más importantes

1. Tus logros

Tan imprescindible que el 100% de los seleccionadores considera que un currículo debe reflejar este aspecto (si no, ¿para qué serviría?), algo en lo que se muestran de acuerdo el 91% de los trabajadores. En este caso, lo importante es explicar con claridad tu contribución a la empresa en cada uno de los puestos que has ocupado.

2. No cometer errores

Otro factor importante para el 100% de las empresas (y el 92% de los empleados). Si queremos asegurarnos de que no hay una falta de ortografía, Michael Page recomienda pedir a un amigo que relea el documento por si acaso.

3. No cometer equivocaciones gramaticales

Un tanto redundante teniendo en cuenta el puesto anterior, pero que nos ayuda a entender que el problema no son sólo las palabras, sino también la construcción de las frases que, en caso de ser equivocadas, “nos hacen parecer descuidados y pocos profesionales”, como señala el 100% de los recursos humanos.

Las formas lo son todo, incluso más que otros aspectos como listar nuestras habilidades blandas o realizar inventario de nuestros estudios

4. Utilizar un tono profesional

Uno de los errores más habituales cometidos por los jóvenes es no saber adaptar su léxico al contexto de la búsqueda de empleo. Aunque no resulta tan esencial como no cometer errores, también dice mucho de nuestra profesionalidad. Como hemos visto, las formas lo son (casi) todo, incluso más que otros aspectos que solemos considerar esenciales, como listar nuestras habilidades o realizar inventario de nuestros estudios.

5. Detallar tus responsabilidades

Debido a que cada vez hay más tecnicismos (por no decir eufemismos) para cada uno de los puestos que se desempeñan dentro de la empresa, resulta útil para el seleccionador que se especifique en qué consiste exactamente nuestro rol. Es algo solicitado por el 95% de ellos y aceptado por el 91% de empleados.

Los elementos menos importantes

1. Experiencia en el voluntariado

Tan sólo el 11% de los seleccionadores consideran el trabajo altruista como un factor positivo, por un 54% de aspirantes. Michael Page recuerda que aunque no hace daño, no se trata de algo que debamos reflejar “salvo que sea extremadamente relevante”, es decir, que tenga relación con el puesto al que aspiramos.

2. Haber trabajado en el extranjero

Una de las razones que condujeron a miles de jóvenes españoles a buscar empleo fuera de nuestras fronteras fue que ello daría un barniz moderno a su currículo. Tristemente, parece ser que no es así, y que son tus logros lo que importan (sea donde sea que los hayas alcanzado), no haber trabajado de camarero en Londres.

3. Acortar el currículo hasta las dos páginas

Es uno de esos consejos de manual: ningún CV debería ocupar más de dos folios, y si podemos reducirlo a uno solo, mejor que mejor, ¿no? Este es uno de los grandes mitos que desmonta la encuesta, ya que asegura que es preferible presentar toda la información relevante (siempre y cuando lo sea) que eliminarla para encajar en la regla de los dos folios. Tan sólo un 32% considera que esta es importante.

De un tiempo a esta parte parecen haberse puesto de moda los currículos con un toque personal, pero los seleccionadores no lo valoran demasiado

4. El trabajo, antes que tu formación

Una de las grandes preguntas: ¿el huevo o la gallina? ¿Los estudios o nuestra experiencia laboral? Aunque por lo general los seleccionadores de personal prefieren que se liste primero el trabajo (salvo que hayamos acabado de estudiar recientemente), no resulta trágico si hacemos lo contrario.

5. Reflejar tus intereses personales

De un tiempo a esta parte parecen haberse puesto de moda los currículos con un toque personal, ya que pensamos que nos hacen más humanos al mismo tiempo que, si suena la flauta, puede hacernos caer simpáticos al seleccionador de personal (“yo también soy seguidor del Getafe, ¡contratado!”). Sin embargo, tan sólo un 41% de estos lo consideran importante, algo que también ocurre con otros elementos como las habilidades personales, sean duras o blandas.

Aquellos que manejen inglés pueden consultar la fantástica infografía que la empresa ha realizado, y en la que pueden compararse las opiniones de uno y otro lado de la búsqueda de trabajo:

Esto solo te importa a ti

De igual manera que la encuesta realizada en Inglaterra a través de Mortar London sirve para entender un poco mejor cómo funciona la cabeza de los seleccionadores de personal, también nos ayuda a identificar la gran diferencia entre nuestro criterio y el suyo. Quitando el currículo de dos páginas, del que ya hemos hablado y que es el elemento más sobrevalorado, podemos afirmar que los responsables de recursos humanos siguen siendo mucho más conservadores de lo que sospechábamos, ya que todos aquellos elementos que han irrumpido recientemente y que están más relacionados con lo personal, como las habilidades blandas o los intereses personales, apenas son valorados en el momento decisivo.

Por el contrario, corremos el riesgo de pasar por alto los elementos clásicos que quizá estén ya vistos pero, desde luego, siguen marcando la diferencia. El caso más evidente es el de listar los puestos por los que hemos pasado dentro de una empresa, algo que uno de cada cuatro pasa por alto pero que es de radical importancia para que el contratante conozca nuestra evolución dentro de la firma. Le acompañan la utilización de un lenguaje técnico relacionado con nuestro puesto de trabajo, ya que es la muestra de que “conocemos dicho campo” (eso sí, debemos evitar la jerga, puesto que la primera criba puede ser realizada por alguien no experto) y detallar nuestros logros. Una buena moraleja final: olvídate de ser simpático y piensa que, nos guste o no, el currículo debe mostrar con claridad que somos profesionales, experimentados y, quizá, que tenemos buenos amigos que nos ayudan a descubrir nuestros errores ortográficos.

Si la búsqueda de trabajo es una labor ya de por sí procelosa, aún más lo es el diseño de nuestro currículo, ese documento en el que en apenas unas líneas debemos resumir años y años de estudios y experiencia laboral. Resulta natural que nos cause gran ansiedad, puesto que nos obliga a reducirnos a la mínima expresión sin saber exactamente si lo estamos haciendo bien y de verdad estamos aportando la información necesaria.

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