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Las seis verdades que demuestran que estás mucho mejor que a los 20
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Tu cuerpo mejora con la edad

Las seis verdades que demuestran que estás mucho mejor que a los 20

¿Todo son arrugas y pérdida de memoria? Al contrario, los expertos insisten en que cumplir años puede tener muchos más beneficios de lo que pensamos. Sólo hay que aprender a aprovecharlos

Foto: No cantas mejor, pero desde luego pierdes la vergüenza. (iStock)
No cantas mejor, pero desde luego pierdes la vergüenza. (iStock)

A menudo leemos y escuchamos consejos sobre lo que tenemos que hace para evitar que nuestro cuerpo se deteriore a medida que avanzan los años. Ser saludables a cualquier edad tiene un coste en tiempo y esfuerzo, pero es necesario si no queremos que nuestra masa muscular decaiga hasta los talones, el metabolismo se ralentice y nuestros huesos se resientan.

'Buf, menudo panorama', pensarás. Pero no todo tiene que ser malo. Al margen de los descuentos en el cine o el transporte, resulta que el paso de los años puede repercutir en nuestro cuerpo y mente de forma positiva. “Tenemos que ser conscientes de que nuestro cuerpo está mejorando con la edad”, explica Renee Fisher en 'The Huffington Post', donde se ha propuesto enumerar los principales beneficios saludables derivados del envejecimiento, y la mayoría te van a sorprender.

1. Tienes la piel mejor (en algunos aspectos)

Está claro, la piel empieza a estar floja y pierde color, pero ¡eh! ¿Sabías que también suele volverse menos grasa? Así lo asegura la dermatóloga Julie Karen, quien además suma el hecho de que, de resurgir de sus cenizas, “el acné de adulto es mucho menos grave y perjudicial para la piel que de joven”.

La empatía se hace fuerte y somos capaces de intuir cómo van a desarrollarse los acontecimientos

Claro que la falta de grasa hace que se nos cuartee y se hagan fuertes las temidas arrugas. Pero en un alarde de positivismo, la doctora Karen asegura que éstas son “una bendición” y pueden convertirse en un aliado estupendo para nuestra salud, especialmente si nos tiene que operar: “Si tenemos que someternos a una cirugía es más fácil ocultar una cicatriz debajo de una arruga”, comenta.

2. Tu autoestima está en auge

A la vejez, viruelas, que se suele decir. Y no es para menos. La vergüenza, los altibajos en el estado de ánimo o los complejos físicos se disipan a medida que envejecemos. Sabemos más sobre el mundo y sobre nosotros mismos que años atrás, y todas las experiencias vividas nos hacen mentalmente más fuertes y sabios. Los problemas, enfados o conflictos derivados de malentendidos no hacen mella en nuestra moral. Nos conocemos, y empieza a gustarnos de verdad cómo somos.

3. Nuevas habilidades cerebrales

A la mayor parte de las personas les preocupa que su cerebro se deteriore a medida que envejecen. Tranquilos, resulta que eso es mentira. Según un estudio publicado en la revista 'Psychological Science', algunas de nuestras habilidades cognitivas, como la capacidad de recordar nombres, aprender nuevas palabras o procesar información, tienen picos de mejoría en distintos momentos de nuestra vida, y la madurez puede abarcar varios.

El 40% de las personas afectadas por migrañas dejan de padecerlas al llegar a los 60

No sólo eso, además, la investigación asegura que los adultos mayores de 40 y 50 años son mejores interpretando los estados emocionales del resto de personas que los jóvenes. Sí, la empatía se hace fuerte y somos capaces de intuir cómo van a desarrollarse los acontecimientos. Una nueva habilidad muy valiosa que puede ayudarnos a decidir cómo reaccionar en situaciones difíciles, como discusiones familiares o de pareja, y sortear el conflicto sin problemas.

4. Se acabaron las migrañas

Si padeces a menudo molestos dolores de cabeza, llegar a los 65 te va a hacer más feliz de lo que crees. ¡Te jubilarás sin jaquecas! Al parecer, según un artículo publicado en The Migraine Trust', una organización británica especializada en el tratamiento de las migrañas, el 40% de las personas afectadas por este trastorno dejan de padecerlo al llegar a los 60, aumentando el porcentaje a medida que envejecemos.

5. El fin de los bostezos

Siempre y cuando no suframos un problema grave de salud, entre los 66 y los 83 años dejamos de sentirnos cansados durante el día y tener sueño a todas horas. Así lo aseguraba una investigación publicada en la revista 'Sleep', en la que además explican que esto no deriva de que durmamos más o menos horas: da igual, el cansancio y los bostezos desaparecen. “Las personas mayores que gozan de una buena salud y no padecen trastornos del sueño se sienten más despiertos durante el día que los adultos y los jóvenes”, sentencia Derk-Jan Dijk, uno de los autores del estudio realizado en Reino Unido.

6. El sexo es más satisfactorio

La experiencia es la madre de la ciencia y, si ya de joven interiorizaste aquello de que para mejorar en la cama era fundamental practicar y practicar, una vez llegas a la mediana edad te las sabes todas. Tanto es así que los últimos estudios sobre relaciones sexuales en la vida adulta, como el publicado el pasado año en ' The Journal of Sexual Medicine', aseguran que cada vez es mayor el número de hombres y mujeres de 70 años que practican más sexo que cuando eran jóvenes y, lo mejor de todo, lo consideran más placentero que el de entonces. De hecho, se estima que ellos incrementan su actividad sexual entre un 47% y un 66%, y en ellas hasta en un 34% más que cuando eran jóvenes.

A menudo leemos y escuchamos consejos sobre lo que tenemos que hace para evitar que nuestro cuerpo se deteriore a medida que avanzan los años. Ser saludables a cualquier edad tiene un coste en tiempo y esfuerzo, pero es necesario si no queremos que nuestra masa muscular decaiga hasta los talones, el metabolismo se ralentice y nuestros huesos se resientan.

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