Se ha hecho rico con libros para adolescentes y ha encontrado el sentido del éxito

Es uno de los autores infantiles que más libros ha vendido en el mundo, sus fans se cuentan por millones y las aventuras de su hilarante personaje, Greg Heffley, han sido traducidas a 48 idiomas. Y en 2009 la revista 'Time' lo consideró una de las 100 personas más influyentes del mundo. Bajo estas premisas todo el mundo pensaría que Jeff Kinney, autor del exitoso cómic infantil 'Diario de Greg', vive a todo tren; sin embargo, el norteamericano tiene una vida tranquila junto a su mujer y sus hijos de 9 y 12 años en un pequeño pueblo de Massachusets, donde ha abierto una librería. Estuvo esta semana en Madrid presentando la última entrega, 'Diario de Greg, la vieja escuela', que ya ha vendido 60 millones de ejemplares en todo el mundo, y aprovechamos para hablar con él sobre una etapa de nuestra vida de la que Kinney es embajador, el camino a la adolescencia.

PREGUNTA. ¿Por qué crees que los chicos se identifican tanto con un personaje como Greg?

RESPUESTA. Porque no es un héroe, sino un chico corriente y tiene los mismos problemas que los chicos modernos. Por eso creo que los niños se consideran a ellos mismo como Greg. Ten en cuenta que a esa edad hay mucho caos, un torbellino de mil cosas que ocurren a la vez dentro de ellos. Los chicos se encuentran en una etapa vital muy singular y difícil porque se dan cuenta de las cosas, pero tienen poco control sobre sus vidas. Son los adultos quienes tienen la sartén por el mango.

P. Al principio concebiste las historias de este preadolescente perezoso, no demasiado popular y gamberro como un cómic "nostálgico" para adultos, pero tu editor te digirió hacia la literatura infantil. ¿Qué pueden enseñarnos las aventuras de Greg?

R. Creo que ayuda a que los adultos, o al menos esa era mi idea original, recuerden cuando eran niños. Y pienso que lo más importante que podemos decir a nuestros hijos es “te entiendo”. Cada error que nuestros hijos cometen lo hemos cometido antes. Así que quizás los padres, además de reírse con sus hijos con las peripecias de Greg, pueden recordar el tiempo en que eran niños y lo que les pasaba por la cabeza.

Las nuevas tecnologías no solo son un peligro para los niños, sino también para los adultos. Vivimos conectados

P. Tu vida puede resultar inspiradora para muchas personas, porque aun habiendo vendido millones de ejemplares y ser una personalidad pública, sigues viviendo en el mismo pueblecito, entrenando al equipo de tus hijos y, en suma, continúas manteniendo una vida sencilla y familiar. ¿Qué es el éxito para ti?

R. Sobre todo, ser un buen padre. Luego, por supuesto, tener una carrera profesional relevante. Intento ser exitoso en ambas cosas, pero hay veces en la vida que es bastante difícil hacerlo bien siempre y tienes que encontrar un equilibrio que no te haga fracasar estrepitosamente en alguno de los dos campos. Es una lucha constante en mi vida.

P. En esta nueva aventura Greg experimenta 'los viejos tiempos' en que no vivíamos conectados a la tecnología, cuando su madre impulsa una campaña para apagar los aparatos electrónicos de la ciudad. ¿Crees que Internet y las redes sociales afectan de modo negativo a los niños?

R. Las nuevas tecnologías son un peligro para los niños, pero para los adultos también. Antes he salido a dar un paseo y estaba al lado de una fuente preciosa que hay aquí (La Cibeles), junto al hotel, y todos los adultos estábamos mirando el móvil, yo incluido. Lo estamos llevando demasiado lejos, es prácticamente lo único que hacemos.

Los autores de éxito tienen una responsabilidad social y deberían ser capaces de ofrecer algo a la comunidad a la que pertenecen

P. Gracias al éxito de las entregas de 'Diario de Greg' tu mujer y tú habéis construido una librería en Plainville, un pueblecito de Massachusets donde vivís hace bastantes años. ¿Es una especie de declaración de intenciones, una vuelta a la 'vieja escuela'? ¿Qué aporta una librería?

R. Es más que nada una declaración de intenciones sobre la comunidad. Me apeteció abrir esta librería porque la comunidad es importante. Vivo en un pueblo pequeño de 8.000 habitantes y necesitábamos un sitio que nos uniera y donde pudiésemos relacionarnos, y nos pareció que una librería era idóneo. E increiblemente el proyecto nos abrió un poco la mente al respecto de cómo nos relacionamos, de la importancia de los libros y de que hay que rescatar las librerías. Hay tantas cosas que han desaparecido en los últimos años a causa de las nuevas tecnologías que las librerías son algo que debemos proteger y conservar.

P. En una entrevista dijiste que te sorprendía que no haya más escritores abriendo librerías en pequeñas comunidades o participando en otros proyectos. ¿Los autores deberían asumir una mayor responsabilidad social?

R. Por descontado, porque en realidad hay asuntos mayores en juego. Se trata de ofrecer algo a la comunidad a la que perteneces. Mucha gente que tiene éxito no se queda en su lugar de origen, sino que se muda a un lugar "más bonito" en vez de invertir en la comunidad.

P. Pasaste 14 años dibujando hasta que Greg se convirtió en un éxito. ¿Cuál es la clave para hacer de tu pasión tu vida?

R: Es una cuestión de perseverancia. Trabajé muy lento porque tenía miedo de que mi trabajo fuese rechazado, como ya me había pasado anteriormente. Aunque creo que la clave es elegir entre dos opciones. Verás, hay tantísimo entretenimiento que podrías pasarte la vida siendo consumidor y yo escogí ser creador.

P. ¿Cómo encaja alguien como tú, de gustos sencillos y ambiciones no tan materiales, en una sociedad tan profundamente consumista como la norteamericana?

R. Siempre he sido un gran consumidor, pero tuve que elegir. Soy un apasionado de los videojuegos. Un día estaba jugando en línea y bueno, normalmente la gente pregunta: "¿de dónde eres?", pero en esa ocasión alguien preguntó qué edades teníamos... Todos respondieron: "diez, doce..." Y yo era un hombre maduro. Creo que gradualmente fue cambiando; y de hecho, ya no veo ni la televisión porque hay demasiado trabajo por hacer. Lo que me diferencia es la elección que hice entre consumir o crear.

P. En una entrevista declaraste una vez que los mejores personajes, como Greg o Bart Simpson, no tienen edad. ¿Ocurre lo mismo con las personas?

R. Es una buena observación. Es gracioso cuando ves fotografías de tus hijos y te parece que crecen muy rápido, pero a la vez los ves siempre niños. Supongo que tiene que ver un poco con eso.

P. ¿Cuáles son tus próximos proyectos? ¿Vas a quitarte la espinita de escribir cómics para adultos?

R. No, voy a seguir dibujando y escribiendo los 'Diarios de Greg'. Próximamente lanzaremos también dos animaciones de las aventuras de Greg para televisión y estamos trabajando en una película musical.