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“Tu hermana es mejor”: las peores venganzas de los ex, al descubierto
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Esto es llevar mal una ruptura

“Tu hermana es mejor”: las peores venganzas de los ex, al descubierto

Nunca es fácil dejarlo con alguien y todos podemos cometer alguna estupidez, pero hay personas a las que el asunto se les va completamente de madre

Foto: Ninguna es gritar ni enfurecerse. En lo que a venganzas se refiere la gente se lo curra bastante más. (iStock)
Ninguna es gritar ni enfurecerse. En lo que a venganzas se refiere la gente se lo curra bastante más. (iStock)

Las rupturas sentimentales son difíciles. Por más que nos empeñemos en creer que existe una fórmula definitiva para hacerlo de la manera correcta, eso es mentira y al final siempre acabamos dañados. El que deja y el dejado lo pasan mal y deciden dejar su vida en manos del famoso tiempo que, como suele decirse, lo cura todo.

Claro que también hay quienes se impacientan y quieren acabar con su rabia cuanto antes dejando constancia de que terminar con la relación les ha parecido fatal. Desde dramas en la puerta del trabajo de la expareja, hasta el acoso y derribo a través de redes sociales para que todos 'vean y lean' lo que ha pasado o, un paso más allá, acribillar a llamadas y mensajes nocturnos llenos de rencor y enajenación. Hay quienes incluso optan por iniciar una campaña orquestada entres sus amigos y familiares para que todo el mundo sepa lo malísima que es esa persona tan cercana a ellos.

Tenía un acuario lleno de las versiones reales de los peces de 'Buscando a Nemo'... Recibí vídeos de todos mis peces arrojados al inodoro

Pero para muchos no basta con destrozar la imagen de la otra persona o transmitirles entre lágrimas y gritos que les han 'destrozado la vida', prefieren pasar a la acción directa. Y muchas veces, se les va de las manos. “Cuando pasamos por el estrés de la ruptura es comprensible que nos volvamos un poco locos”, explica Danielle Page en 'Bustle', donde recoge algunas de las venganzas más dolorosas, absurdas y, una vez vistas con perspectiva, divertidas.

Exparejas lapas 2.0

Catherine, de 27 años, conoce bien la definición de la palabra 'arrastrado', porque su exnovio se excedió en demostrale en qué consistía: “Salimos unos meses y en primavera lo dejamos. Pero al poco tiempo él empezó a ofrecerme dinero por Venmo (una plataforma online para realizar pagos directamente a una persona): un dólar por 'ser yo', dos dólares y cincuenta centavos –cerca de 2,30 míseros euros–por 'quedarse a dormir en el sofá una noche' (cosa que no hice)... Le pedí que parara de usar la web y decidió enviarme un dólar y setenta cinco centavos por 'haber soportado sus tonterías en Venmo'. Acepté el pago”.

Entre los distintos niveles de arrastre, están quiénes pasan de asumir la ruptura y actúan como si no hubiese pasado nada, a ver si cuela y la otra persona decide 'volver'. “Mi ex me rogó que mantuviese en Facebook el estado de “en una relación” con él después de habernos separado. Me dijo que no le había dicho nada a su familia y que no estaba preparado para hacerlo, por lo que al principio me pareció bien. Pero un mes después continúo diciendo a nuestros amigos en común que aún estábamos juntos y que sólo 'era en un descanso'”, relata Melissa, de 27 años.

Mascotas en común: una mala idea

Si nadie te lo había dicho nunca, toma nota: 'por lo que pueda pasar', los animales nunca se comparten. “Mi ex y yo teníamos un perro y cuando nos separamos dejé que se lo quedase. Ella se fue a Florida dos semanas después de la ruptura y me dijo que podría ver al perro mientras estaba de viaje”, parece que a Andrew, de 29 años, lo de la custodia compartida le funcionó ¿verdad? Pues no: “Antes de irse me dijo que el perro no estuviese 'alrededor de ninguna de mis putitas'. Un día fui con una al parque para perros. Nos encontramos con un amiga de mi ex y la llamó para decirle que me había visto con otra chica”.

El drama está servido. A la dueña del perro le hizo muy poca gracia la idea de que su ex pasease con su mascota acompañado de su nuevo amor, certeza no contrastada que se metió en la cabeza en pocos segundos: “Al tercer día de vacaciones de los siete que se iba a ir, mi ex volvió a casa y se plantó en la puerta de mi casa a las dos de la madrugada histérica porque dejé que el perro estuviese cerca de otra mujer”.

Mi ex trató de atropellarme y al día siguiente me envió un mensaje diciéndome lo bonito que se veía mi culo escapando de ella

Por su parte, Carl, de 26 años, fue el afortunado ganador de la custodia de la mascota en común. Pero la alegría le duraría poco: “Ella secuestró al gato y me dijo que no me lo daría hasta que volviésemos. Cuando fui a su casa para recuperarlo, estaba vestida con lencería y había velas encendidas por todas partes. Practicamos sexo. Me llevé a mi gato a casa y cambié la cerradura”.

Más triste fue lo que le ocurrió a Sam, de 31 años, cuyas mascotas fueron las víctimas –nunca mejor dicho– del odio extremo de su ex tras dejarlo: “Tenía un acuario lleno de las versiones reales de los peces de la película 'Buscando a Nemo'. Ella tenía una llave de mi apartamento. Rompimos. He recibido varios vídeos que muestran cómo todos mis peces se iban por el inodoro”.

Cornudos y castigados

El hecho de querer ser amigos después de haber tenido una relación suena hasta bonito. Pero hay quienes no son capaces de asumir que haber engañado a otra persona resta bastantes puntos, pero ni con esas. “Mi ex y yo salimos durante tres años, me engañó y comenzó una relación seria con otra chica. Me llamó unos meses después y me dijo que estaba asustado porque estaban 'embarazados' y me contó todos los detalles y que estaba alucinado porque era su objetivo en la vida”, comenta Ricki, de 24 años.

¿Y qué hay de quienes para devolver el daño inmiscuyen a más personas? Y cuanto más cercanas a su ex pareja, mejor: “Mi ex tuvo relaciones sexuales con mi gemela e hizo todo lo posible para que les pillase. Cuando ocurrió, me miró a los ojos y me dijo: 'tu hermana es mejor'. En serio, ¿con mi hermana?”, relata indignada Hannah, de 22 años, quien explica que después de aquello estuvo tiempo sin hablarse con ella porque “también fue una guarrada por su parte”. Un dos por uno totalmente gratuito.

Siguiendo el clásico 'lo importante es que estés bien', hay personas que quieren lo mejor para sus exparejas, pero quizás lo mejor sea dejarlas en paz. Tras cinco meses sin hablar después de romper, la ex de Chris, de 26 años, reapareció de la nada en un acto de buena fe y cariño hacia la que había sido su pareja durante un largo periodo: “Contactó conmigo para ver si estaría interesado en iniciar una relación sexual con alguna de sus amigas, porque pensó que podríamos encajar”. Vaya, qué detalle.

Ojo con las venganzas macabras porque también pueden salir mal. No fue el caso de Kyle, de 29 años, aunque sintió que su vida estaba en juego: “Mi ex trató de atropellarme con su coche. Fue hasta el colegio donde doy clases y aceleró cuando estaba cruzando por el paso de peatones. Eso sí, todo esto lo hizo con la policía de tráfico delante y todos los niños mirando. Al día siguiente me envió un mensaje para decirme lo bonito que se veía mi culo escapando de ella”.

Las rupturas sentimentales son difíciles. Por más que nos empeñemos en creer que existe una fórmula definitiva para hacerlo de la manera correcta, eso es mentira y al final siempre acabamos dañados. El que deja y el dejado lo pasan mal y deciden dejar su vida en manos del famoso tiempo que, como suele decirse, lo cura todo.

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