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La mejor forma de que no te hagas una carrera en la media nunca más
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MÁS ALLÁ DE LA RECETA DEL PINTAUÑAS

La mejor forma de que no te hagas una carrera en la media nunca más

Nos hace parecer más esbeltas y sexis, menos cuando aparece una carrera que conforme avanza la noche se convierte en una pista de motocross. Esta es la receta que hará tus medias irrompibles

Foto: No se acordó de guardarlas en la nevera. (iStock)
No se acordó de guardarlas en la nevera. (iStock)

Madonna o Courtney Love no ocultaron nunca una carrera en las medias, es más, sus leotardos tenían mayores surcos que una pista de competición. Y muchos fueron quienes sintieron deseos de pilotar entre sus piernas, porque ellas, al contrario que nuestras abuelas, nunca pensaron en zurcirlas. ¿Para qué si se van a romper de nuevo? Y tal vez la fragilidad de esta prenda cuya misión es hacernos lucir 'cacha' sin pasar frío se deba a que su inventor era ÉL y no ELLA, un acróbata. Y así nos vemos todas haciendo 'piruetas' para ocultar aquella carrera que surgió poco después de salir de casa, esa precisa noche en que tu escote no es lo suficientemente grande como para fijar miradas en el canalillo y todas se deslizan hacia tu muslo, justo por debajo del dobladillo de la falda… donde precisamente está la meta.

Para evitar que tu pierna enfundada en nylon se parezca al Cañón del Colorado y peregrinas de amiga en amiga susurrando: “¿Tienes un pintauñas en el bolso?”, porque una vez escuchaste que era mano de santo con las carreras, pero es que la tuya es tan ancha que solo consigues hacerte la manicura en la rodilla.

Cuando las medias de nylon aparecieron en la década de los 40' se vendían utilizando el gracioso eslogan de “Más fuertes que el acero“

Y mira que lo tenías fácil, con usar de rejilla o bien no ponértelas, te dice la sabia de turno que, además es una fresca. Aunque también podías haberlas congelado. Como lees. Y es que el frío fortalece las fibras de las medias y las hace mucho más resistentes, según 'PureWow'. Incluso te diremos que hace falta que las envuelvas en celofán como si fuesen un merlo, basta con que las pongas a remojo, las metas en una bolsa y las dejes reposar esa noche en el congelador para tener unos leotardos hiper resistentes.

¿Por qué nos gusta vestir medias?

Qué ironía que las medias de nylon aparecieron por primera vez en el mercado en los años 40 con el siguiente eslogan publicitario: “Más fuertes que el acero”. Y que también llegasen a llamarlas “medias de cristal”, porque su transparencia permitía mostrar con un relativo decoro y no había anuncio, sobre todo de automóviles, en que no aparecieran las piernas de una mujer que descendían de un coche (ups, afortunadamente lleva medias. Y respiramos aliviados).

Tal vez recuerdes la escena de la película 'El Graduado' en que un joven Dustin Hoffman con apenas pelusilla en el bigote aparece en la habitación de la seductora señora Robinson mientras ella se están enfundando una media; o los germánicos muslos de Marlene Dietrich en 'El Ángel Azul', que fue, por cierto, la primera mujer en exhibir sus portentosas extremidades enfundadas en nylon…Y aunque bien es cierto que no siempre son cómodas, sobre todo cuando se caen y debes ir subiéndotelas a cada momento, hacen parecen las piernas de las mujeres más estilizadas y sexis y forman parte de nuestro imaginario sexual.

Madonna o Courtney Love no ocultaron nunca una carrera en las medias, es más, sus leotardos tenían mayores surcos que una pista de competición. Y muchos fueron quienes sintieron deseos de pilotar entre sus piernas, porque ellas, al contrario que nuestras abuelas, nunca pensaron en zurcirlas. ¿Para qué si se van a romper de nuevo? Y tal vez la fragilidad de esta prenda cuya misión es hacernos lucir 'cacha' sin pasar frío se deba a que su inventor era ÉL y no ELLA, un acróbata. Y así nos vemos todas haciendo 'piruetas' para ocultar aquella carrera que surgió poco después de salir de casa, esa precisa noche en que tu escote no es lo suficientemente grande como para fijar miradas en el canalillo y todas se deslizan hacia tu muslo, justo por debajo del dobladillo de la falda… donde precisamente está la meta.

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