Lo haces, y punto: el experimento sobre los horarios laborales que te va a sorprender

El experimento tiene un desarrollo muy sencillo: participantes anónimos se meten en una sala donde tienen que interactuar con una pantalla en la que van recibiendo diferentes mensajes. La conversación se inicia con un clásico "¿cómo te llamas?", y continúa derivada hacia temas profesionales. Cada uno de los voluntarios explica a qué se dedica: profesores, empresarios, ejecutivos… que cuentan a su 'amigo virtual' las horas que dedican al trabajo.

Aunque muchos consideran que pasan demasiadas horas en su empleo, la situación de su interlocutor no es mucho mejor. “Ocho horas y otras tres en casa”, explica el misterioso personaje. “Estarás superagobiado, ¿no?”, pregunta uno de los participantes. “Imagínate, hasta la hora de cenar no termino”, responde la pantalla a la vez que añade: “Hasta los fines de semana me toca hacer cosas”. La situación no mejora en vacaciones, cuando el ficticio conversador llega a necesitar ayuda de su familia para terminar sus tareas.

El estudio termina inquiriendo a los voluntarios qué tipo de trabajo creen que tiene la persona que se esconde detrás de la pantalla. Alto directivo, emprendedor… Son varios los perfiles que postulan los participantes como posibles soluciones al enigma. Sin embargo, su cara no puede esconder la sorpresa que sienten cuando detrás de un fondo negro aparece el individuo que tanto estrés sufre: un niño y una niña. “¡No puede ser!”, exclama uno de los integrantes del experimento.

La iniciativa forma parte de una campaña puesta en marcha por Eva Bailén, una madre que ha iniciado una recogida de firmas en Change.org por la racionalización de los deberes en el sistema educativo español, que hasta ahora ha conseguido más de 130.000 rúbricas de las 150.000 que solicita para llevar al Ministerio de Educación.

Con su vídeo, publicado en YouTube este miércoles, pretende concienciar del estrés que sufren los niños cuando sus profesores les cargan con demasiadas tareas. “Un exceso de deberes supone una gran frustración para un niño que quiere concluir el trabajo asignado y ve cómo este le sobrepasa y el cansancio no le permite seguir estudiando”, puede leerse en la citada web.