Es noticia
Cómo afrontar una ruptura sentimental
  1. Alma, Corazón, Vida
TODA HISTORIA TIENE UN FINAL

Cómo afrontar una ruptura sentimental

Tras una separación, se espera que seamos capaces de realizar un proceso de duelo que nos permita aceptar la realidad y reorganizar la vida personal y/o familiar

Foto: Superar una ruptura no es cosa sencilla. (iStock)
Superar una ruptura no es cosa sencilla. (iStock)

Tras las vacaciones, cada año nos encontramos con que hay un incremento en la tasa de divorcios. Sin embargo, los expertos aseguran que no ha sido el período vacacional el motivo de la ruptura, si no que más bien, la relación ya venía haciendo aguas antes y, con el aumento del tiempo compartido en las vacaciones, la ruptura se hace más evidente y necesaria para los cónyuges.

Los conflictos de pareja suelen surgir a raíz de las incompatibilidades e inconsistencias entre las ideas que cada uno construye acerca del otro y de la relación. Sin embargo, no siempre lleva a la separación, ya que puede darse en un nivel adaptativo y gestionarse de forma adecuada.

En muchas ocasiones, el conflicto puede aparecer debido a que la intensidad de la unión pierde fuerza de forma progresiva. Cuando los miembros de la pareja no comparten su proyecto vital, una vez que finaliza la fase de enamoramiento, pueden presentar serias dificultades para continuar.

Experimentar una ruptura sentimental, puede convertirse en una de las experiencias más dolorosas de afrontar a lo largo de la vida

Elevadas fantasías irreales puestas en la pareja o en el vínculo, pueden constituir una fuerte amenaza, que promueve la frustración y la desilusión. Igualmente, fallas en la comunicación, dificultad para gestionar la autonomía, o la pérdida de la intimidad y la atracción, pueden generar resentimiento, desconfianza o indiferencia dentro de la pareja. Promoviendo que uno o ambos miembros dejen de estar conformes con la relación, lo que puede conducirles a romper el vínculo.

Experimentar una ruptura sentimental, puede convertirse en una de las experiencias más dolorosas de afrontar a lo largo de la vida. Obliga a redefinir aspectos fundamentales de la propia individualidad, ya que se pierde al otro como apoyo y referente. Se genera fuerte desconcierto en cuanto a cómo definirse a sí mismos, ya que la vida continúa, pero a partir de ahora, sin el otro. Perdiendo a su vez el proyecto de futuro como pareja.

El periodo de duelo

Una vez producida la ruptura, se espera que ambos sean capaces de realizar un proceso de duelo que les haga posible aceptar la realidad, elaborar la experiencia vivida y reorganizar la vida personal y/o familiar. El duelo se refiere al proceso psicológico natural, que se activa ante las pérdidas y permite adaptarse a esta ausencia. Mediante éste, se es capaz de recolocar a la otra persona, así como, reajustar las expectativas y sentimientos a la nueva realidad.

Inicialmente, suele existir una dificultad para asumir la separación, desencadenándose gran incertidumbre, angustia y sentimientos de culpa. A medida que se va reconociendo este hecho, surge la rabia, la pena y el dolor por lo que se ha perdido, pudiendo incluso experimentar la vida de forma insoportable, siendo difícil mantener la rutina.

Es importante darle un sentido a lo vivido, ¡no ha sido un tiempo perdido! Seguramente, han sido muchos los aprendizajes y las experiencias positivas

Sin embargo, progresivamente va siendo posible adaptarse a la situación, reconstruir la experiencia y darle un sentido, permitiendo la superación. No es posible estar bien de la noche a la mañana: es necesario experimentar el dolor para superarlo. Vivir cada fase del duelo, expresar las emociones experimentadas y dejar que sigan su curso, ayudará en la recuperación.

Durante esta etapa, puede ser muy beneficioso seguir algunas recomendaciones que pueden ayudar a lo largo de todo el proceso de duelo, evitando que éste se congele y se cronifique. En primer lugar, es importante intentar asumir cuanto antes la ruptura, ya que se generarán antes recursos para seguir adelante.

Por lo tanto, resistirse a aceptar lo sucedido y siempre querer dejar la puerta abierta, puede resultar contraproducente. Es necesario cerrar ese capítulo y aceptar lo que no pudo ser. Hay que reajustar las expectativas: no será el compañero para toda la vida como se pensaba, pero sí una persona especial con la que se han compartido muchas cosas. Así como, es importante darle un sentido a lo vivido, ¡no ha sido un tiempo perdido! Seguramente, han sido muchos los aprendizajes y las experiencias positivas.

Cómo lidiar con el dolor

Muchas veces se puede caer en algunos errores, producto del dolor y la desesperación. Es importante evitar buscar obsesivamente posibles razones adicionales que pudieron desencadenar la ruptura. Igualmente, la idea de comenzar una nueva relación sin superar el duelo, lo hará más complejo, al llevar a la nueva pareja todo lo no resuelto. Además, es necesario manifestar y expresar el dolor, establecer límites claros y no buscar regresar desesperadamente. ¡Evitar la separación destructiva! Es necesario dejar a un lado el deseo de ganar y de buscar culpables. Cuanto más desgastados por el conflicto se queden ambos, más energía tendrán que invertir en recuperarse.

Igualmente, aunque es necesario dar cabida a experimentar el dolor, es importante no quedarse paralizados en éste. Ésta, puede ser una buena oportunidad para retomar actividades gratificantes que eran difíciles de realizar con la expareja. A su vez que puede ser un momento ideal para fomentar el autocuidado, así como aprender de la soledad, siendo una experiencia de aprendizaje y crecimiento personal que ayudará al fortalecimiento.

Aprovechar los recursos y apoyos que estén disponibles puede marcar la diferencia, como estar cerca y apoyarse de los seres queridos. A su vez, puede ser conveniente y necesario, en algunas ocasiones buscar apoyo profesional a través de la terapia o mediación familiar, que acompañen a lo largo del proceso y doten de recursos para salir adelante.

*Mariana Luque Santoro es psicóloga de Centro de Psicología Arganzuela

Tras las vacaciones, cada año nos encontramos con que hay un incremento en la tasa de divorcios. Sin embargo, los expertos aseguran que no ha sido el período vacacional el motivo de la ruptura, si no que más bien, la relación ya venía haciendo aguas antes y, con el aumento del tiempo compartido en las vacaciones, la ruptura se hace más evidente y necesaria para los cónyuges.

Divorcio Relaciones de pareja La felicidad se demuestra andando
El redactor recomienda