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Las siete claves definitivas para sobrevivir a las vacaciones con tu suegra
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Los peligros de la convivencia en familia

Las siete claves definitivas para sobrevivir a las vacaciones con tu suegra

En verano tus queridos hijos tienen casi tres meses de vacaciones. ¿Qué mejor (y económica) opción que ir a la casa del pueblo con los suegros? Antes de ir, respira y aprende a no desesperarte

Foto: 'Venga tronca, dime, ¿lo peta o no mi camisa hawaiana?'. Estás en su territorio, aprende a complacerla. (iStock)
'Venga tronca, dime, ¿lo peta o no mi camisa hawaiana?'. Estás en su territorio, aprende a complacerla. (iStock)

Ya ha llegado el verano, y con éllas esperadas vacaciones. Todos necesitamos relajarnos, descansar, disfrutar y divertirnos cerca de amigos y familiares, pero para algunos, más que un momento de alegría y desconexión, puede llegar a ser un verdadero sufrimiento. Las reuniones familiares llenas de tensiones, la obligación de ver a unos y a otros y pasar jornadas larguísimas juntos pueden convertir tus vacaciones en una auténtica pesadilla. Además, cuando la relación de pareja no está pasando por su mejor momento,convivir bajo el mismo techo durante un mes entero puede ser un infierno.

Por este motivo, la psicóloga especializada en relaciones de parejaMila Cahue, autora del libro Amor del bueno. Cuando lo encuentres, cuídalo y disfrútalo(Actitud de comunicación), nos ofrece diferentes consejos para que este verano no se convierta en una tortura.

Vacaciones en casa de los padres o de los hijos

Si son los hijos los que están en casa de los padres, debemos respetar sus normas y su estilo de vivir. Si no estamos de acuerdo en acatar sus reglas, lo más adecuado será buscar otro alojamiento. Es básico que los padres no sigan tratando a sus hijos como si todavía dependieran de ellos; pero, los hijos deben respetar la forma de vivir de sus padres teniendo en cuenta que las generaciones anteriores tienen costumbres y tradiciones diferentes.

Si son los padres los que están en casa de los hijos, es importante que comprendan que en esa casa las normas y costumbres las ponen sus hijos, no ellos. En este caso, les toca adaptarse a una forma distinta de vivir, pero que también tienen que respetar.

La hospitalidad es la fórmula clave para que no haya disputas innecesarias. Quizá debamos variar un poco nuestros hábitos para agradar a los invitados y que éstos se sientan a gusto. Incluso cuando existe muy buena relación hay que tener claro en casa de quién se está, qué lugar le corresponde a cada uno en cada contexto y quién tiene la última palabra.

Es importante que no se trate de un periodo de malestar para la pareja, especialmente si no se tienen las cosas claras y habladas entre ambos antes de que se hagan las maletas y llegue el momento de empezar a compartir tantos días de descanso.

7 claves para unas vacaciones alegres y en paz

Cahue recoge lassiguientes pautas pueden ayudar a sobrevivir en pareja y, probablemente, a superar unas vacaciones rodeados de la familia política:

  1. La familia base es la que uno crea, no de la que uno procede. Teniendo esto en mente, podemos empezar a organizar y a recolocar al resto de la familia.
  2. La planificación de las vacaciones no se debe hacer el último día ni esperar a estar todos juntos para decidir qué se va a hacer. Es recomendable comenzar a hablar con la pareja al menos una o dos semanas antes siendo lo más objetivos posible. Hay que decidir cuáles son los contextos en los que va a estar y lo que les apetece hacer a ellos como pareja o con sus hijos. Además, prestaremos atención a los planes de sus padres o cuñados, y de la familia política, y decidimos cuáles son los más adecuados para este año.
  3. Al menos una semana antes, es conveniente empezar a hablar con las familias respectivas sobre los planes acordados previamente en pareja. Si hay que hacer alguna modificación, todavía estamos a tiempo.
  4. Dentro de la planificación de visitas a distintas casas, es importante que haya ratos exclusivos de la pareja. No dejar pasar las vacaciones sin haber tenido momentos únicamente para los dos. Ni hijos, ni familias políticas.
  5. Si con algún miembro de alguna de las familias existieran conflictos importantes, pero no se quiere “hacer un feo”, se tiene que acortar todo lo posible la estancia. A veces un café o una merienda pueden ser suficientes. Las dificultades cortas se toleran mucho mejor.
  6. Acordar con la pareja qué es lo que se va a hacer en caso de que se dé alguna situación conflictiva por algo o con alguien en particular. Una de las mejores ideas es cambiar de temas de conversación o levantarse sin agresividad y cambiar de sitio. En estos casos se debe mostrar firmeza y demostrar una respuesta de la pareja al unísono.
  7. No olvidar alentarse mutuamente tras la “prueba superada”. Si se ha salido airoso de las vacaciones, y además la planificación ha sido adecuada y en pareja, es importante que se dé una pequeña alegría que refuerce aún más sus vínculos.

Ya ha llegado el verano, y con éllas esperadas vacaciones. Todos necesitamos relajarnos, descansar, disfrutar y divertirnos cerca de amigos y familiares, pero para algunos, más que un momento de alegría y desconexión, puede llegar a ser un verdadero sufrimiento. Las reuniones familiares llenas de tensiones, la obligación de ver a unos y a otros y pasar jornadas larguísimas juntos pueden convertir tus vacaciones en una auténtica pesadilla. Además, cuando la relación de pareja no está pasando por su mejor momento,convivir bajo el mismo techo durante un mes entero puede ser un infierno.

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