Qué almuerzan esos nutricionistas que se forran recomendándote dietas

Las extensas jornadas laborales y las largas distancias entre el hogar y la oficina, hacen que la mayoría de las personas se vean obligadas a comer en el trabajo. Mientras los que tienen que preparar cada noche la tartera con la comida para el día siguiente se desesperan tratando de variar mínimamente su menú de ensalada de pasta vs pechuga de pollo, los bienaventurados que disponen de tickets restaurante o de comedor comunitario, se quejan de que les ofrecen platos pesados y demasiado grasos y deciden optar por unirse al universo tupper. No hay quien nos entienda.

Aunque a muchos les falta la fuerza de voluntad, en general procuramos comer lo más sano y ligero que podamos para afrontar la tarde sin quedarnos medio dormidos en la mesa de trabajo. “El almuerzo puede convertirse en un asunto complicado”, reconoce Sally Wadyka, periodista experta en nutrición, salud y el bienestar: “Cuando tenemos un día de trabajo muy ocupado a menudo no encontramos ni un momento para comer algo saludable, incluso a veces ni siquiera para tomar cualquier cosa a la carrera de la que vamos y venimos de la oficina”, explica.

El problema es que si no tomamos un almuerzo nutritivo se nos hace cuesta arriba enfrentarnos a la tarde y, lo peor, es bastante más probable que termines tomándote un aperitivo azucarado y alto en grasas al final de la jornada… Y lo sabes. Ya pero ¿qué comer a mediodía para no liarla después? Wadyka recoge en Yahoo las sugerencias de cinco nutricionistas para guiarnos mínimamente. Comer mejor que ellos es complicado, así que toma nota.

Lo primero: cocina en casa

Todos coinciden en la importancia de llevar una alimentación basada en comida casera y sacar el tiempo que tengamos para prepararla. Min Kwon, por ejemplo, explica que aprovecha el fin de semana para dejar todos los ingredientes de sus platos semanales preparados y “poder tener listo un almuerzo abundante y delicioso en menos de cinco minutos”. La experta en nutrición deja cocinados varios tipos de verduras, hidratos de carbono como patata dulce o quinoa y proteínas (algo de pollo, pescado, huevos cocidos…): “Así solo tengo que echarlo todo en un bol ¡y tengo lista la comida!”.

Cuando tenemos un día de trabajo muy ocupado a menudo no encontramos ni un momento para comer algo saludable

Por su parte, el doctor E.A. Stewart se declara un fanático del pescado y hace filetes de salmón o atúnpara comer durante la semana. Con un rápida vuelta y vuelta en la sartén están listos para añadirlos troceados en una ensalada de lechuga y darle un aire nuevo a tanto verde.

También almuerza ensalada Toby Amidor, quien explica que siempre añade alguna legumbre, conservas de atún y un huevo duro. Un combo perfecto para quedarse saciado sin ingerir grasas. Kara Lydon, propone darle una vuelta a los platos verdes: “últimamente lo que hago es rellenar hojas de berza con las verduras que tengo a mano y proteínas como hummus, atún, queso o tofu. Son platos rápidos, fáciles y divertidos de preparar”, sugiere.

Picar entre horas

Sí, los nutricionistas también tienen hambre sin más en cualquier momento del día. Pero procuran tomar algún aperitivo que sacie su apetito sin aportar grasas ni calorías a lo loco. Todos coinciden en la importancia de no llegar a la hora de comer con demasiada hambre para evitar ingerir con mucha ansia y recomiendan hacer unas cinco tomas al día intercalando las tres comidas principales con aperitivos saludables.

Kwon por ejemplo se toma a media tarde un sándwich ligero o un poco de aguacate o hummus y por las mañanas suele tomarse una fruta y un yogur griego, “y si me apetece mucho algo dulce opto por una onza de chocolate negro”, explica. Amidor también se decanta por el yogur griego –“desnatado”– a los que añade trozos de frutas de temporada como fresas o cerezas para endulzarlo.

Lo mejor es aprovechar el fin de semana para dejar todos los ingredientes de sus platos semanales preparados y tener listo el almuerzo en menos de cinco minutos

Stewart, por su parte, comenta quecomo trabaja fuera de casa y no vuelve hasta la noche, siempre lleva una pieza de fruta o una barrita energética de muesli para no llegar al almuerzo con un hambre voraz.

La nutricionista Dana Angelo White tiene una recomendación que probablemente te resulte de lo más cómoda: “Me gusta llevarme las sobras de la cena y reutilizarlas”. Lo que quedó de ensalada, un trozo de panini casero, un cuenquito de arroz con verduras… Como estás cenando sano tendrás un aperitivo de lo más nutritivo.

¿Y si como fuera?

Que sí. Que estás intentando comer sano y casero pero… ¡Ups! Más de un día te dejas el tupper en casa y te toca bajar a pillar comida. Vas al comercio más cercano y la oferta suele ser bastante variada, desde preparados frescos y saludables hasta platos precocinados de cuyos ingredientes te fías más bien poco….

Llegan las dudas: ¿aprovecho y me doy un capricho, o mejor cojo una ensaladita y me dejo de comidas grasientas? Por si te sirve de pista para tu próximo olvido, Kwon siempre se pide un sándwich de pollo a la plancha o una ensalada con trozos de pollo; Stewart un sándwich de pavo con lechuga y aguacate –el mismo que Amidor pero este siempre con “pan integral o de centeno”– y otros como Lydon también un bocadillo pero vegetariano: “busco los que tienen la mayor cantidad de verduras y lleven queso feta o mozzarella”.