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La 'Robin Hood' de los dientes: se arranca las muelas con arco y flecha
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grabado en cámara lenta

La 'Robin Hood' de los dientes: se arranca las muelas con arco y flecha

Alexis Davidson tiene 11 años y pavor a los dentistas. Para no tener que acudir al especialista, esta niña estadounidense no duda en utilizar unas técnicas mucho más 'arcaicas' para sacarse una muela

Por muchas primaveras que acumules ya a la espalda, seguro que recuerdas la sensación –para algunos agradable y para otros detestable– de un diente moviéndose dentro de tu boca. El efecto que producía la inminente caída de incisivos, molares o caninos resulta adictivo porque no se puede evitar estar moviéndolo una y otra vez: bien con la lengua, bien con los dedos.

Para Alexis Davidson, la caída de los dientes no es plato de buen gusto y le supone una pesadilla tener que acudir al dentista. Con el objetivo de ahorrarse una visita, esta niña de 11 años que vive en Aurora (Colorado, Estados Unidos) no duda en atarse un hilo a la muela que se le mueve. En el otro extremo de la cuerda, una flecha. Sin miedo, Alexis coge su arco, apunta y dispara. Prueba conseguida: el diente ya no está.

Toda la acción ha quedado grabada en vídeo, convirtiéndose en viral desde que fuera publicado en un post del blog de su padre –Jason McDonald– el pasado 3 de julio. La heroicidad de Alexis acumula ya más de un millón de visualizaciones, aunque no es la primera vez que la joven muestra en público cómo se quita los dientes que se le mueven.

El 14 de diciembre de 2014, su padre ya compartió en su canal de YouTube un vídeo en el que se veía cómo la niña arrancaba una de sus muelas de leche. En esta ocasión, en lugar de utilizar flechas recurre a los dedos para extraer el molar. Después de estas grabaciones, hay quien se pregunta si en un futuro Alexis querrá estudiar odontología.

Por muchas primaveras que acumules ya a la espalda, seguro que recuerdas la sensación –para algunos agradable y para otros detestable– de un diente moviéndose dentro de tu boca. El efecto que producía la inminente caída de incisivos, molares o caninos resulta adictivo porque no se puede evitar estar moviéndolo una y otra vez: bien con la lengua, bien con los dedos.

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