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Vivo con dos mujeres y quiero más: "pasé de ser un loser a ser un playboy"
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Donde caben dos, caben tres

Vivo con dos mujeres y quiero más: "pasé de ser un loser a ser un playboy"

Adam Lyons se convirtió en un experto en el arte del flirteo que incluso llegó a compartir relación con 14 mujeres a la vez. Hoy vive con dos y cuenta cómo se vive el amor con varias personas a la vez

Foto: Hacer un trío sigue siendo la fantasía sexual masculina más común, pero ¿cómo es la vida en pareja cuando en lugar de dos son tres? (Corbis)
Hacer un trío sigue siendo la fantasía sexual masculina más común, pero ¿cómo es la vida en pareja cuando en lugar de dos son tres? (Corbis)

El poliamor es una tendencia cada vez más extendida entre las parejas más liberales, y algunas que aparentemente no lo son, de nuestra sociedad. Muchas parejas, con el paso del tiempo, se dan cuenta de que la monogamia les resulta aburrida y que prefieren compartir sus experiencias sexuales con otras personas ajenas a la relación. Aunque entre muchas personas sea algo más que normalizado, la historia de Adam Lyons y sus dos novias (nombre ficticio) seguro que rompe los esquemas hasta de los más liberales.

Lyons, tal y como cuenta en el Daily Mail, era el típico chico tímido, con poco éxito entre las mujeres y con una actitud que no hacía prever ningún tipo de éxito en sus relaciones con el sexo opuesto. Tras una juventud sin ninguna emoción sexual, decide olvidarse de este tipo de relaciones. Sin embargo, a los 25 años, cuando trabajaba como conserje, empezó a ver cómo todo esto cambiaba. Su habitual trato profesional con mujeres, le sirvió para ganar en autoconfianza y en facilidad de trato.

Esta pareja de tres no es el modelo tradicional de familia, pero parece que se entienden a la perefección

Comenzó a esforzarse para aprender a ligar y dedicó la hora de la comida a ir a zonas públicas de gran afluencia, para así tratar con mujeres desconocidas y, al menos, conseguir su teléfono. Es a partir de este momento cuando se convirtió en un auténtico experto en el arte del flirteo. Incluso, según sus quiméricas afirmaciones, llegó a compartir relación con catorce mujeres a la vez.

Pero también se añora la vida en pareja

Estos aparentes éxitos no evitaron, sin embargo, que no sintiera añoranza por compartir su vida con otra persona y disfrutar de todo lo que conlleva una relación de pareja. Al llegar a este punto es cuando llegó a conocer a Alexandra. Pronto se quedaron prendados el uno de otro y Lyons saltó el charco para vivir en Texas su nueva vida monógama. Durante un buen periodo de tiempo, ambos estaban encantados de compartir un mismo proyecto. Pero a los tres años, el aburrimiento comenzó a hacer mella y la relación pasó por sus peores momentos.

Como salvavidasy medida desesperada, se lanzaron a probar el poliamor. Este punto sirvió para reflotar la relación y comenzar a disfrutar de los ratos de sexo compartido o de las experiencias ganadas con otras personas... Hasta que apareció Brooke en la vida de ambos. Desde un principio, la afinidad con esta nueva acompañante fue diferente respecto a la que tenían con el resto de personas que pasaron por esta relación abierta. Finalmente, Brooke y Lyons se dieron cuenta de que había algo más que pasión o amistad.

En un abrir y cerrar de ojos, este particular playboy se vio terminando una relación y comenzando otra, aunque con una idea muy clara: la de no dejar de lado el poliamor. Brooke también es firme defensora de las relaciones abiertas, también con mujeres debido a su condición bisexual. Tras disfrutar de diversas experiencias, conocieron a Jane y después de una breve charla, los tres encontraron una profunda conexión existente entre ellos.

Donde caben dos, caben tres

Diferentes encuentros sexuales y conversaciones más profundas generaron en ellos el deseo de dar un paso hacia adelante y convertirse en una 'pareja' de tres. Por estos motivos, Brooke y Lyons decidieron mudarse, junto al hijo de la primera, a Los Angeles, para poder vivir más cerca de su nueva acompañante. Quizá para un niño, este nuevo panorama pueda resultar incómodo, pero el pequeño parece estar encantado de tener una segunda madre. Ahora viven todos juntos, bajo un mismo techo y Brooke ha tenido un nuevo hijo, que en esta ocasión sí que es de Lyons.

Desde luego, esta pareja de tres no es el modelo tradicional de familia, pero parece que se entienden a la perfección durante el transcurso del día a día... Y de la noche a noche. Tienen su cama tamaño king size para disfrutarla juntos, aunque luego cada uno tenga su propio espacio para descansar. También es habitual que se organicen para disfrutar de ratos con solo dos miembros o, incluso, invitando a un cuarto acompañante.

Al fin y al cabo, para ellos es como vivir una relación de amor con dos personas, en vez de con una sola. Tanto es el convencimiento que tienen por su modo de vida, que no descartan añadir de forma permanente a otro nuevo acompañante.

El poliamor es una tendencia cada vez más extendida entre las parejas más liberales, y algunas que aparentemente no lo son, de nuestra sociedad. Muchas parejas, con el paso del tiempo, se dan cuenta de que la monogamia les resulta aburrida y que prefieren compartir sus experiencias sexuales con otras personas ajenas a la relación. Aunque entre muchas personas sea algo más que normalizado, la historia de Adam Lyons y sus dos novias (nombre ficticio) seguro que rompe los esquemas hasta de los más liberales.

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