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La verdad sobre la vida que llevas cuando tienes dos o más amantes
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Viviendo el Poliamor

La verdad sobre la vida que llevas cuando tienes dos o más amantes

Aunque muchas personas se declaren seguidores para poder engañar a sus parejas, el poliamor no es eso. Varias personas que viven en relaciones poli explican en qué consiste y cómo vivir con ello

Foto: No tienen por qué ser 'hippies' de Montreal. El poliamor es una tendencia en auge en todo el mundo. (Corbis)
No tienen por qué ser 'hippies' de Montreal. El poliamor es una tendencia en auge en todo el mundo. (Corbis)

Emer O’Toole comenzó su adolescencia manteniendo al menos cuatro relaciones con chicos “serias” –creyendo firmemente que había encontrado en todas y cada una de ellas el amor verdadero– pero al poco disfrutó de una relación polígama teniendo a la vez novio y novia: “Con 19 años estuve saliendo con dos personas, ambas conscientes de la situación y contentas de salir conmigo de todos modos”, relata en The Guardian.

Las presiones sociales y la falta de entendimiento hicieron que con los años volviese a tener relaciones monógamas. “A menudo los celos eran un problema. Hubiera preferido algo más abierto, pero esta opción no estaba sobre la mesa. Acabé cediendo a las necesidades de mis parejas porque me importaban y porque me sentía culpable por querer algo diferente”, confiesa la autora.

Tras un periodo de soledad y ligues de una sola noche, se marchó a vivir a Montreal, donde conoció a otras muchas personas que, como ella, han escogido vivir en relaciones sentimentales abiertas en las que comparten. Su historia y la de algunos de sus amigos más cercanos ayudan a explicar en qué consiste el poliamor y cómo se vive la vida cuando se tiene más de un amante.

Lo que no es el poliamor

Cuenta O’Toole que hace unos meses en el cumpleaños de un amigo suyo un tipo le estuvo preguntando sobre el poliamor. “Me contó que él era una persona poli en el corazón pero que como sabía que su pareja nunca lo aceptaría la engañó. Al parecer, el hombre nunca había hablado con su mujer sobre qué tipo de relación era la que él verdaderamente quería porque “ella era demasiado tradicional y cerrada de mente como para entenderlo”. A la pregunta: ¿qué sentirías si fuese ella quien tuviese una relación con otra persona? Él invitado curioso respondió convencido que “eso era imposible” porque “ella simplemente no haría nunca algo así”. Claro, seguro.

“A pesar de que mi interlocutor utilizó una identidad poli como excusa para tratar a su novia como la mierda, la conversación me sirvió para plantearme un par de preguntas interesantes: ¿Qué es el poliamor? ¿Realmente todas las personas pueden ser poli?”, comenta la autora: “No siempre es fácil definir exactamente lo que es, pero es bastante fácil decir lo que no es: el poliamor nunca es hacer trampa ni engañar. No significa mentir, nunca se traduce en un desprecio con los acuerdos establecidos con las personas a las que amas, y no, tampoco es posicionarse en contra de la gente monógama ni pensar que están menos evolucionados que tú”, resume.

'Muchas personas no dicen que son poli porque temen que la sociedad les juzgué e incluso que tenga repercusiones negativas en su carrera profesional'

Por ejemplo, Layla y Dylan, una pareja poli a miga de O’Toole, siempre lo hablan cuando tienen sentimientos hacia otras personas y nunca coquetean sin que el otro esté de acuerdo: “Somos adultos racionales", explica Layla, “y esta es la manera para que esto funcione bien entre nosotros”.

“Se describe generalmente como la poligamia ética”, explica O’Toole. El poliamor implica el consentimiento y conocimiento de todos los involucrados pero no es una ciencia exacta: “hay infinitud de formas de aceptarlo y vivirlo” y no todas las relaciones polígamas siguen los mismos principios ni exigen conocer los mismos datos sobre lo que hacen o dejan de hacer sus diferentes parejas cuando no están junto a ellos, continúa.

¿Se nace o se hace?

Mientras algunas personas afirman “sentirse poli de corazón”, otras defienden la monogamia como la única y respetuosa forma de mantener relaciones. ¿Estas actitudes forman parte intrínseca de nuestra forma de ser o son creencias aprendidas?

“Creo que con el tiempo las acciones que realizamos se convierten en nuestras identidades. No hay están ‘en el fondo’ ni ‘en el corazón’. Más bien, cómo actúas es cómo acabas siendo”, explica O’Toole poniendo un sencillo ejemplo: “si actúas amablemente, eres amable”.

De acuerdo con esta teoría de la identidad, todo el mundo puede ser potencialmente monógamo o decantarse por el poliamor, pero la autora plantea que muchas personas desechan la segunda opción por estar socialmente sancionada, lo que hace que produzca desconfianza y haya permanentes juicios de valor en torno a la idea de tener varias parejas. “Muchas personas no dicen que son poli porque temen que la sociedad les juzgué e incluso que tenga repercusiones negativas en su carrera profesional”, comenta Layla.

'Se necesita mucho más tiempo y energía de lo que inicialmente me esperaba, pero eso no quiere decir que la relaciones poli no puedan funcionar'

Pero no se puede explicar sólo mediante un acto de rebeldía social o ir en contra de la norma establecida. “Tal vez, como ocurre con las orientación sexual, hay un componente genético en las preferencias por el poliamor. Ciertamente –ya sea por las experiencias vividas, nuestra identidad biológica o una combinación de ambas– algunas personas están más atraídas que otras”.

1, 2, 3. Probando, probando

Cuenta O’Toole que cuando se vio inmersa en su primera relación polígama recibía burlas de todos sus amigos. El pueblo en el que se crio, Galway, lo veía como algo raro –“la mayoría me habrían prescrito un exorcismo de manera inmediata y urgente”, bromea la autora– e incluso ella misma lo percibía como algo extraño: “Después de todo, no había tenido ningún tipo de información: nunca había visto relaciones poli en la televisión o en la vida real”, comenta.

“Mirando hacia atrás, ojalá hubiera tenido alguna palabra de apoyo o lugares en los que leer y aprender sobre el tema como actualmente está Kimchi Cuddles” (un webcomic pensado para divulgar el conocimiento sobre poliamor y otras cuestiones de género situadas fuera de lo comúnmente aceptado de un modo divertido e irónico), “supongo que a esas edades ocurre igual con las relaciones monógamas, pero en mi caso simplemente no podía imitar los patrones que veía a mi alrededor”, explica O’Toole.

Dados los prejuicios sociales no es sencillo conseguir que una relación polígama funcione bien y que la comunicación sea constante con las parejas sentimentales. “Después de lograr que algo funcione bien para ti y para las personas a las que amas, toca enfrentarse con el juicio constante de la sociedad”.

¿Está de moda el poliamor?

Según las últimas investigaciones, al menos el 5% de la población estadounidense está inmerso en algún tipo de relación amorosa no-monógama esto es, como venimos explicando, consentida, conocida y respetada. Puede sonarnos a una galaxia muy muy lejana, pero viviendo en un país en el que, según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de 2008, el 20% de los españoles, hombres y mujeres, han tenido alguna relación sexual extra-matrimonial. ¿Por qué nos parece tan raro que haya parejas donde las relaciones extramatrimoniales estén permitidas explícitamente?

Se tacha de relaciones antinaturales, son pocas las legislaciones que permitan la poligamia y muchos acusan a la gente poli de libertinaje total juzgándoles. Es curioso que se respete más ser infiel sin avisar que mantener relaciones con diferentes personas siendo conscientes nuestras parejas. Actitudes o creencias sociales que nos llevan a plantearnos qué es verdaderamente la confianza o el significado real de la fidelidad.

“No estoy tratando de convertir a nadie”, defiende O’Toole, pero igual que una relación monógama ofrece una serie de beneficios que la poligamia no puede dar, el poliamor conlleva implícitos ciertos valores positivos: “Hay algo directamente relacionado con la honestidad y el esfuerzo emocional en el poliamor que hace que se fomente el autoconocimiento, la confianza y la comprensión. No estoy diciendo que no se pueda conseguir el mismo nivel de intimidad en relaciones monógamas, sólo que gran cantidad de personas poli encuentran precisamente el verdadero afecto en una comunicación emocional honesta en la que no se juzgan las experiencias que hayan tenido o tengan una u otra parte”, comenta.

'Acabé cediendo a las necesidades de mis parejas porque me importaban y porque me sentía culpable por querer algo diferente'

Sin embargo, una vez aceptado, no todo es un camino de rosas. Como cuenta Sage, las relaciones poli pueden resultar altamente estresantes y hay que estar seguros de que las parejas de las que uno se rodea son capaces de dar el apoyo y comprensión que se necesita: “Cuando he pasado por épocas en las que mi salud mental no estaba del todo bien, el poliamor puede añadir tensión”. Después de todo, conlleva mucho esfuerzo emocional y a veces pueden faltar recursos –y paciencia– para afrontar las distintas necesidades de varias personas y de uno mismo. “En ocasiones, si necesitas sentirte estable, es más fácil mantener relaciones monógamas”, añade Sage.

Aunque muchas personas tengan la percepción de que mantener relaciones poli es divertido y libertino, no se trata de ir de fiesta sexual en fiesta sexual. Hace años que Kelly y su pareja primaria comenzaron a tener relaciones con otras personas. Cuando él se marchó a vivir a otra ciudad y empezaron a verse menos, explica que la transición de la teoría a la práctica es emocionante pero complicada: “Ahora me doy cuenta de que se necesita mucho más tiempo y energía de lo que inicialmente me esperaba, pero eso no quiere decir que la relaciones poli no puedan funcionar”, comenta Kelly.

Las relaciones del futuro hoy

“El poliamor es la forma de entender las diferentes opciones individuales y puede ser el camino hacia estructuras sociales más amplias”, explica O’Toole. Desde hace décadas, las formas de organización familiar están cambiando. Nos rodean familias reconstruidas, gays, monoparentales y, aunque menos común que cualquiera de las anteriores, familias poli.

Ejemplo de este nuevo formato familiar es el caso de Yuli. Padre de tres niños pequeños, se separó de su ex hace poco más de un año y al tiempo encontró una nueva relación que le ha dado algo más que amor: ahora tiene una familia poli. Se enamoró de Hellen, quien mantenía una relación estable y feliz con Sam quien a su vez tenía una pareja secundaria llamada Bea. Actualmente Yuli se siente apoyado y ha encontrado una madre, un amante y una amiga. “Aunque ya había tenido relaciones no-monógamas en el pasado, esta es la primera experiencia genuinamente poli de Yuli y se siente feliz, agradecido y seguro de que ahora sabe lo que es el amor”, explica O’Toole.

“Tal vez estas no sean resultado de las elecciones de los individuos sino una señal de que los fundamentos económicos de nuestra sociedad están en proceso de cambio”, explica la autora: “Quizás estamos en (o nos acercamos a) un período de capitalismo tardío, y el poliamor es una de las señales”.

'El poliamor es la forma de entender las diferentes opciones individuales y puede ser el camino hacia estructuras sociales más amplia'

Desde que se trasladó a vivir a Montreal –“una ciudad llena de extrañas relaciones de poliamor, artistas, activistas, anarquistas, veganos y fanáticos del yoga”, describe– O’Toole se siente plenamente libre para entender el amor libremente sin ningún prejuicio social y practicarlo y compartirlo según sus necesidades y las de la gente que la rodea: “En lugar de sentirme como si estuviera viviendo dentro de un conjunto de normas restrictivas que se dedican a juzgar los deseos secretos y hacernos sentir cumpables, me siento como si estuviésemos escribiendo las reglas del juego juntos”.

Emer O’Toole comenzó su adolescencia manteniendo al menos cuatro relaciones con chicos “serias” –creyendo firmemente que había encontrado en todas y cada una de ellas el amor verdadero– pero al poco disfrutó de una relación polígama teniendo a la vez novio y novia: “Con 19 años estuve saliendo con dos personas, ambas conscientes de la situación y contentas de salir conmigo de todos modos”, relata en The Guardian.

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