El 'mago de Wall Street' que le robó la novia al dueño de Playboy

Se llama Mark Yagalla, pero todo el mundo le conoce como el ‘mago de Wall Street’. El apodo le fue puesto después de que estafara más de 50 millones de dólares a varios inversores, algo que ha inyectado ciertas dosis de morbo al último libro que acaba de publicar. Titulado ‘Wall Street Joyride’, el texto de Yagalla habla de las trampas económicas que cometió cuando tenía 18 años –inspirado en una película de Michael Douglas– e incluso entremezcla recuerdos amorosos entre sus páginas.

El más llamativo de ellos fue el ‘robo’ que le hizo a Hugh Hefner, fundador y editor jefe de la revista Playboy. Sin embargo, este robo no fue de índole económica, sino sentimental: Yagalla se encaprichó de Sandy Bentley, una de las ‘conejitas’ que siempre estaba invitada a las fiestas de Hefner. Sandy era la ‘novia oficial’ del empresario, quien le pagaba 1.000 dólares al mes por actuar como tal. El ‘mago de Wall Street’ no dudó en subir la oferta: una cuantía entre los 50.000 y 100.000 dólares por irse con él.

"Sandy también tenía una tarjeta American Express platino sin límite de crédito. De media, se gastaba otros 100.000 dólares mensuales con la ‘Amex’”, recuerda Mark Yagalla, quien afirma que entre los gastos de su nueva pareja, el casino y los pagos de su avión privado “sólo” le quedaba para él un millón de dólares al mes. Una cifra desorbitada para el común de los mortales, pero bastante baja si se tienen en cuenta los caprichos del inversor: helicópteros, casas, pieles y coches deportivos.

La lujosa vida de Sandy no gustaba a los amigos del ‘mago’, que le insistían en que estaba con él únicamente por su dinero. Yagalla, que se decía enamorado, no les hacía caso. Pero la vida le pegó un bofetón de realidad cuando, tras ser detenido por hacer negocios en sociedades fantasma, Sandy le abandonó sin darle explicaciones tras 14 meses de relación. Tal y como recoge ‘Page Six’, Yagalla –reconocido adicto al sexo– siempre mantuvo su admiración al que fuera novio de su ex: “Llevaba la vida que yo quería. Warren Buffett o Bill Gates también tienen millones de dólares, pero están casados y no se divierten”.

Tras pasar cinco años en prisión, el ‘streeter’ vive en Tailandia. “Miro hacia atrás y me veo como un niño. ¡La gente le estaba dando millones de dólares a un niño!”, recuerda este hombre que ahora tiene 37 años. En su libro se muestra arrepentido por el daño que haya podido causar a sus ‘víctimas’, y ha decidido dedicárselo a ellas: “A mis innumerables víctimas. Las palabras no pueden expresar mi dolor. Lo siento de verdad”.