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Ayuno musical: qué ocurre cuando pasamos 40 días sin escuchar una sola canción
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un reto más complejo de lo que parece

Ayuno musical: qué ocurre cuando pasamos 40 días sin escuchar una sola canción

El doctor Trevor Cox, profesor de ingeniería acústica de la Universidad de Salford, ha decidido realizar un ayuno bastante particular: ha dejado de escuchar música

Foto: Evitar escuchar cualquier tipo de música es más difícil de lo que parece. (iStock)
Evitar escuchar cualquier tipo de música es más difícil de lo que parece. (iStock)

Este Jueves Santo finaliza la Cuaresma, un período caracterizado por la penitencia en el que los cristianos se preparan para la Pascua. Durante 40 días,que comenzaron el miércoles de Ceniza, las personas más religiosas dejan de comer carne y realizan varios tipos de ayuno.

El doctor Trevor Cox, profesor de ingeniería acústica de la Universidad de Salford, no es especialmente religioso, pero aprovechando la tradición cristiana ha decidido realizar un ayuno bastante particular: ha dejadode escuchar música.

Su intención no es hacer penitencia, sino hacerse una idea de cómo la omnipresencia de la música en la sociedad moderna nos afecta a todos.

Su experiencia ha sido relatada en un radiodocumental para la BBC, pero el propio Cox ha detallado en lapágina de la radiotelevisión británicalas cinco cosas que ha descubierto durante su ayuno musical que, reconoce, no ha sido nada sencillo mantener, teniendo en cuenta que trabaja en un departamento de acústica y toca el saxofón a diario.

1. Tu gramola interior no deja de sonar

“Virtualmente todos oímos música dentro de nuestras cabezas”, explica Cox. Y es algo que ocurre con mayor frecuencia e intensidad si nos vemos privados de la música exterior. Las melodías repetitivas que se quedan pegadas a nuestra mente (nos gusten o no) son conocidas en inglés como “earworms”.Y Cox no tuvo suerte. Cuando empezó su ayuno se le pegaron una mezcla de la banda sonora de Aterriza como puedas, la Pequeña serenata nocturna de Mozart y diversos fragmentos de las canciones de saxofón que estaba tocando antes del experimento. El bombardeo constante de estas canciones duró los primeros días del ayuno y, a partir de entonces, se fue calmando.

“Durante los primeros días, tenía que emplearme a fondo para no cantar en alto mi música interior”

“Victoria Williamson, una psicóloga de la música de la Universidad de Sheffield, me dijo que algunas personas que van a retiros espirituales tienen reacciones similares”, explica Cox. “Cuando eliminéla música de mi vida, mi cerebro compensó la ausencia mediante la creación excesiva de imaginería musical”.

2. Necesitas cantar y tatarear

El ayuno musical habría sido incompleto si Cox hubiera cantado, tatareado o silbado. Estasactividades estaban vetadas, y son mucho más difíciles de contener de lo que podríamos pensar. “Durante los primeros días, tenía que emplearme a fondo para no cantar en alto mimúsica interior”, explica el ingeniero. “Montando en bici por Salford, dando vueltas por la casa, escribiendo en mi oficina… Me pasaba el día desesperado por emitirsonidos”. Cox reconoce que alguna canción se le escapó por accidente, lo que le permitió darse cuenta de lo distinto que es externalizar un sonido a escucharlo sólo en tu cabeza.

En un experimento anterior, el doctor Boris Kleber, del Montreal Neurological Institute, investigó la forma en que nuestro cerebro reacciona ante la música interior y exterior. El profesor examinóen un escáner cerebral la reacción de varios cantantes de ópera ante una canción que cantaban interna o externamente. Kleber descubrió que según el origen de la canción se activan distintas áreas del cerebro.

“Mi suposición es que me parecían más satisfactorias las notas que se me escapabanporque el estímulo musical es más potente, ya que involucra a más partes del cuerpo”, explica Cox.

3. Te sientes cansado

“Después de una semana sin música empecé a sentirme muy cansado”, asegura Cox. “La razón podría ser que estaba dejando de disfrutar de la capacidad que tiene la música para estimular los centros cerebrales del placer”.

El profesor, como casi todo el mundo, experimenta placer al escuchar música. Pero hay excepciones que confirman la regla. Un estudio recientede la Universidad de Barcelona y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge demostró que hay personas que sufren anhedonia de la música y son incapaces de experimentar placer ante estímulos musicales.

4. Te vuelves loco para no escuchar música

Aunque normalmente la ignoremos, en las ciudades es casi imposible no escuchar música en cualquier momento: suena en las tiendas, en el metro, en el autobús y hasta en el baño de la oficina (¡imposible deshacerse del hilo musical!). “Es imposible evitar escuchar música por completo y llevar una vida normal”, asegura Cox.

Es nuestro cerebro el que se encarga de decidir si aquello que está escuchando es o no relevante, para prestar atención o ignorar la señal por completo

Para llevar a cabo el experimento Cox tendría que haber llevado todo el día un reproductor con ruido sordo, que es lo único que consigue levantar un muro eficaz entre tus oídos y la música que emana del exterior. Ahora bien, esto hace que te vuelvas loco (es, de hecho, una de las técnicas de tortura de las que se ha acusado a la CIA), así que Cox trató de usarlo lo menos posible.

5. La música es tan omnipresente que es muy fácil ignorarla

Durante el experimento, Cox pasó por oficinas o cafeterías en los que, pensaba, no había música, hasta que de repente se daba cuenta de que sí estaba sonando (así que tenía que largase o ponerse el reproductor para continuar con su ayuno).

Como explica el profesor, el oído no dispone de párpados: no existe un equivalente auditivo a apartar la mirada. Es nuestro cerebro el que se encarga de decidir si aquello que está escuchando es o no relevante, para prestar atención o ignorar la señal por completo. Los ruidos fuertes atrapan nuestra intención de inmediato, pero no ocurre lo mismo con la música de fondo omnipresente en comercios y espacios públicos, que puede pasar totalmente desapercibida.

Este Jueves Santo finaliza la Cuaresma, un período caracterizado por la penitencia en el que los cristianos se preparan para la Pascua. Durante 40 días,que comenzaron el miércoles de Ceniza, las personas más religiosas dejan de comer carne y realizan varios tipos de ayuno.

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