No todo son ventajas en Finlandia: el país, una pesadilla si tienes dinero y conduces

Es el país con la mejor educación del mundo, siempre se cuela en las listas de los territorios más seguros del planeta y el nivel económico de sus ciudadanos supera con creces la media europea. Pero no todo son ventajas en Finlandia. El país escandinavo es una pesadilla para los conductores que se saltan los límites de velocidad.

Reima Kuisla lo sabe muy bien. Este finlandés ha sido multado con 54.000 euros por haber superado en 23 kilómetros por hora la velocidad permitida en un tramo limitado a 80 km/h. Aunque la cuantía puede parecer desorbitada, destaca menos si se tienen en cuenta los sueldos de la sociedad de Finlandia. En el caso concreto de Kuisla, que trabaja en el mundo de los negocios, el año pasado ganó 6,5 millones de euros.

En Finlandia, las multas se calculan en función de los ingresos que tienen los ciudadanos: paga más quien más ingresa; desembolsa menos dinero quien menos percibe. De esta manera, el Gobierno pretende disuadir a los conductores más pudientes de infringir las normas de tráfico alegando que pueden pagar sin problema las sanciones económicas que ello conlleva. En 2002, otro ejecutivo –en este caso de Nokia, con un salario anual de 14 millones de euros– fue pillado conduciendo su Harley a más velocidad de la permitida y tuvo que pagar 116.000 euros de multa.

“Hace diez años nunca hubiera pensado seriamente en la posibilidad de mudarme al extranjero”, ha escrito Reima en su cuenta de Facebook expresando de esta manera su hastío por la multa que ha recibido. Sin embargo, la misma red social se ha volcado en comentarios reprochándole su comportamiento, y entre ellos puede leerse: “Si sigues las normas no tienes que pagar multas”. Pero también hay quien no está de acuerdo con el sistema establecido por el Gobierno en cuanto a las sanciones a los conductores considerando no es justo que se castigue a la riqueza.

En España, las multas se establecen sin tener en cuenta los ingresos de los infractores: todos los ciudadanos pagan las mismas sanciones independientemente de su renta. El pasado mes de enero, la Dirección General de Tráfico afirmó que mantendría su propuesta de subir la velocidad a 130 km/h en algunos tramos de autovías y autopistas y bajarla en las carreteras secundarias, ya que ha sido consensuada hasta dos veces en el Consejo Superior de Tráfico, integrado por distintas administraciones y entidades sociales y profesionales.