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La fórmula más sencilla que todos podemos seguir para ser más felices día a día
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Cómo evitar los pensamientos negativos

La fórmula más sencilla que todos podemos seguir para ser más felices día a día

Encontrar la fórmula de la felicidad es una de las grandes obsesiones del ser humano. La ciencia nos echa un cable y nos devela que el gran truco está justo en tu cama.

Foto: La ciencia explica por qué el truco para ser más feliz está muy cerca de tus sueños. (iStock)
La ciencia explica por qué el truco para ser más feliz está muy cerca de tus sueños. (iStock)

Como si de averiguar la fórmula mágica de la Coca Cola se tratase, encontrar la de la felicidad es una de las grandes obsesiones del ser humano. Todos queremos ser felices pero no sabemos cómo conseguirlo. Tranquilos, si vuestro yo interior no contesta a vuestras plegarias durante la meditación, la ciencia nos echa un cable.

Resulta que era tan sencillo como irte a la cama más temprano. Al menos así lo explica un reciente estudio elaborado por Jacob Nota y Meredith Coles según el cual aquellas personas que duermen pocas horas y tardan más en acostarse suelen dedicar más tiempo a darle vueltas a pensamientos negativos y, en consecuencia, son más infelices.

La investigación llevada a cabo en la Universidad de Binghamton vincula la falta de descanso y sueño con la repetición mental de pensamientos poco agradables, agobiantes y estresantes. ¿Saben cuando no son capaces de conciliar el sueño y deciden quedarse un ratito más viendo la televisión? Su mente no deja de trabajar, no descansa, y las ideas negativas que puedan tener corretean desveladas por su cabeza sin orden lógico como los niños pequeños cuando “se les pasa la hora” –de dormir, se entiende–.

Vamos a la cama que hay que descansar

El mensaje de la familia Telerín no iba nada desencaminado ya no sólo con la idea de poder madrugar al día siguiente, también con la de la importancia de acostarnos temprano para tener un buen descanso, tanto físico como mental.

Los investigadores solicitaron a un grupo de 100 alumnos adultos de la Universidad de Binghamton que rellenasen unos cuestionarios en los que se medían la cantidad de preocupaciones que tenían con las horas de sueño de que disfrutaban y cuando se acostaban.

Así, observaron que aquellos que mantenían unos horarios de sueño regulares eran capaces de conciliar el sueño antes y descansar su mente y tenían una actitud más positiva y feliz, mientras que aquellas personas que dormían periodos de tiempo más cortos y se iban a la cama más tarde, experimentaban más a menudo pensamientos negativos repetitivos.

Pensamientos negativos en loop

Nota y Coles explican que aquellas personas que se van a la cama muy tarde suelen verse abrumadas con pensamientos negativos en más ocasiones que aquellas que mantienen unas horas de sueño establecidas. “Asegurarse de que el sueño se obtiene en el momento adecuado del día puede ayudar fácilmente a las personas que se ven incomodadas a menudo por pensamientos intrusivos”, comenta Nota.

Este tipo de pensamientos pesimistas suelen ser comunes en personas que sufren trastornos de ansiedad o compulsivos obsesivos, depresión o algún tipo de estrés postraumático. Entre los perfiles de los que suelen tener problemas para dormir, se encuentran también aquellos que sufren de insomnio o con altos grados de estrés que tienden a preocuparse en exceso por el futuro, profundizar demasiado en el pasado y repetir experiencias y recuerdos vitales traumáticos.

Dado que estudios anteriores también relacionaban los problemas de sueño con los pensamientos negativos en bucle, los investigadores decidieron repetir las mismas pruebas comprobando que además de la falta de sueño influía el tiempo real que las personas estaban en la cama y las horas a las que se acostaban (siendo más propensas aquellas que no dormían durante la noche).

Los riesgos del sueño interruptus

Los resultados también sugieren que la interrupción del sueño puede estar relacionada con los pensamientos negativos repetitivos. Esta situación puede derivar, a medio y largo plazo, en otro tipo de trastornos que les impidan centrarse en dormir.

Nota y Coles han tratado de examinar las relaciones entre la conducta del sueño y la salud mental. Creen que recopilando más información sobre las personas que disfrutan de un buen descanso y estudiando sus conductas, se podría ayudar a otras con trastornos de ansiedad o depresión.

La ya demostrada relación entre el tiempo de descanso y el desarrollo de una psicopatología anima a los investigadores a seguir centrando sus estudios en cómo el sueño pude ayudar a reducir los síntomas de patologías mentales.

“Si otros hallazgos apoyan la relación entre el ritmo del sueño y el pensamiento negativo repetitivo, estos podrían conducir a una nueva vía para el tratamiento de las personas con trastornos de internación social”, añade Coles.

Como si de averiguar la fórmula mágica de la Coca Cola se tratase, encontrar la de la felicidad es una de las grandes obsesiones del ser humano. Todos queremos ser felices pero no sabemos cómo conseguirlo. Tranquilos, si vuestro yo interior no contesta a vuestras plegarias durante la meditación, la ciencia nos echa un cable.

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