Es noticia
Cómo acabar con los jetas que ocupan todo el espacio en el transporte público
  1. Alma, Corazón, Vida
CONDUCTAS INCÍVICAS

Cómo acabar con los jetas que ocupan todo el espacio en el transporte público

Si ha viajado en el metro, sabrá a qué nos referimos: a esos hombres que abren las piernas cuando están sentados en su asiento sin importarles que haya alguien

Foto: Las mujeres suelen ser las principales víctimas de la falta de educación en el transporte público. (Men taking up too much space on the train)
Las mujeres suelen ser las principales víctimas de la falta de educación en el transporte público. (Men taking up too much space on the train)

Si usted ha viajado en el metro o en el autobús en algún momento de los últimos 100 años, sabrá a qué nos referimos. Se trata de esos hombres –por razones puramente anatómicas, las mujeres no necesitan comportarse igual– que abren las piernas cuando están sentados en su asiento sin importarles que haya alguien en el asiento de al lado. En ocasiones, esto se convierte en una lucha por dirimir quién es el más macho y, por lo tanto, necesita más espacio libre entre sus piernas. En otras, una muestra de simple despreocupación por aquellos que nos rodean y con los que, aunque no nos queramos dar por enterados, compartimos nuestro espacio vital.

Hasta hace poco, todos sufríamos en silencio a esos maleducados que no tienen ningún problema en disponer del limitado espacio del transporte para extender sus piernas y, se entiende, dejar libre al descanso de sus genitales. Sin embargo, una cuenta de Tumblr llamada Men taking too much space in the train (“Hombres ocupando demasiado espacio en el tren”) ha contribuido a visibilizar el problema, principalmente, porque todo el mundo (hombres y mujeres) se siente identificado con ello. A la página le han salido compañeros más explícitos como Your balls are not that big (“Tus pelotas no son tan grandes”).

En algunos casos contados, se trata simplemente de jetas que ocupan varios asientos para repantigarse en ellos sin ningún problema o que maltratan las instalaciones del medio de transporte, pero en su mayoría, son hombres que abren las piernas todo lo que pueden, en ocasiones hasta límites literalmente obscenos. La página recibió un empujón de popularidad después de que apareciese en ella el actor Richard Madden, célebre por interpretar a Robb Stark en la serie de la HBO Juego de tronos, que viajaba en la línea Bakerloo del Metro de Londres.

Ante la avalancha de hombres despatarrados y tras darse cuenta de la preocupación social de tan popular problema, el metro de Nueva York ha decidido tomar cartas en el asunto y lanzar durante el próximo enero una campaña que intente concienciar a los viajeros de que no son los únicos en los asientos o, al menos, que sientan vergüenza ante su comportamiento. La Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) ha decidido lanzar una campaña llamada something new, something fresh (“algo nuevo, algo fresco”) de servicio público para evitar comportamientos negativos entre los usuarios del transporte público neoyorquino.

Ello quiere decir no sólo que los viajeros deberán cerrar sus piernas, sino también quitarse las mochilas que llevan puestas para no ocupar demasiado espacio o no reclinarse sobre las barras que sirven para agarrase en caso de frenada repentina. La campaña ha cambiado su nombre, puesto que el eslogan original resulta mucho más evidente: “la cortesía es contagiosa”. Pero parece ser que también lo es la descortesía, como muestra un pequeño experimento social realizado por Gabrielle Moss para la revista Bustle. La autora se propuso viajar durante todo un fin de semana abriendo sus piernas como un hombre. Pues bien, mientras al principio era perfectamente consciente de las miradas que recibía y del malestar que estaba ocasionando, poco a poco empezó a olvidarse de ello hasta que le daba completamente igual.

En un primer momento, algunos miembros del MTA como Charles Moedler se propusieron prohibir por completo la utilización de mochilas en el metro, aunque finalmente, se han echado atrás. El metro de Madrid también puso en marcha un proyecto semejante durante el verano de 2013 cuando, a través de la red Metro, realizó amables recomendaciones al usuario como “si vas sentado, mira a tu alrededor; otras personas pueden necesitar el asiento”; o “por favor, no te apoyes en las barras asideras de los trenes, otros viajeros necesitan sujetarse en ellas”.

Si usted ha viajado en el metro o en el autobús en algún momento de los últimos 100 años, sabrá a qué nos referimos. Se trata de esos hombres –por razones puramente anatómicas, las mujeres no necesitan comportarse igual– que abren las piernas cuando están sentados en su asiento sin importarles que haya alguien en el asiento de al lado. En ocasiones, esto se convierte en una lucha por dirimir quién es el más macho y, por lo tanto, necesita más espacio libre entre sus piernas. En otras, una muestra de simple despreocupación por aquellos que nos rodean y con los que, aunque no nos queramos dar por enterados, compartimos nuestro espacio vital.

Transporte Nueva York
El redactor recomienda