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Dos gráficas que explican cómo cambian tus conversaciones cuando estás casado
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DEL "TE QUIERO" A "¿QUÉ HAY DE CENAR?"

Dos gráficas que explican cómo cambian tus conversaciones cuando estás casado

La ingeniera estadounidense Alice Zhao es analista de datos y una auténtica 'nerd' que ha decidido estudiar todos los sms compartidos con su novio y marido

Foto: El matrimonio cambia toda nuestra vida, incluido nuestro lenguaje. (iStock)
El matrimonio cambia toda nuestra vida, incluido nuestro lenguaje. (iStock)

Cuando dejas el hogar paterno, o el piso franco que compartías con tus amigos, y empiezas a cohabitar con tu pareja, tu vida cambia. No sólo empiezas a preocuparte más por el polvo que cubre los muebles del salón –si no lo haces van a dejarte–, puede que te aficiones a la cocina (o a que te cocinen), y empezarás a cambiar noches de juerga por veladas de salón y maratón de series.

Tus amigos comenzarán a llamarte planchabragas y te defenderás diciendo que nohas cambiado en nada. Mentira. No sólo han cambiado tus costumbres, ha cambiado incluso tu lenguaje. Y ahíestá el big data para demostrarlo.

La ingeniera estadounidense Alice Zhao es analista de datos pero, además, una apasionada de la cultura pop y, como ella reconoce, una auténtica nerd. Tal como explica en su blog, A dash of data, en octubre de 2008 tuvo su primera cita con el chico que hoy es su marido. En su primer aniversario, el susodicho –otro nerd de categoría– le regaló un documento de Word que recogía todos los mensajes de texto que se habían mandado desde el inicio de su relación, al que bautizó con el nombre de #thegiftofdata.

“Fue un regalo tecnológicamente avanzadopara la época (teniendo en cuenta que ambos teníamos móviles comunes) y me pareció el obsequio más considerado que había recibido nunca (teniendo en cuenta que los dos somos unos nerds)”, asegura Zhao.

Este mes celebran su sexto aniversario y Zhao, quizás para devolverle el favor al que hoy es su marido, ha decidido llevar el regalo al siguiente nivel: “He analizado todos los mensajes de texto de nuestro primer año juntos y los he comparado con los mensajes del pasado año, como pareja estable y recién casados”.

Cambios en el contenido

Lo primero que descubrió Zhao es que había una serie de palabras que se repetían constantemente en sus conversaciones. La ingeniera descubrió que su marido estaba obsesionado con la palabra “casa”, la que más aparecía en sus mensajes con diferencia, y que ella no paraba de decir “ok”.

Perolo más interesante es observar algunas palabras que usaban de solteros que, al estar casados, casi han desaparecido de sus mensajes. “Nuestras conversaciones cambiaron de ‘hey, ¿qué pasa?’ (hey, what´s up?) a ‘ok, me parece bien’ (ok, sounds good). Dejamos de decir nuestros propios nombres. Y ya no decimos tanto ‘amor’”.

Como explica Zhao, algunas palabras permanecen relativamente constantes a lo largo de los años, como “casa” y “cena”. Pero el contexto en el que aparecen es muy distinto. La ingeniera pone tres ejemplos.

Amor

  • Frase de soltero: “Ten un buen vuelo. Te quiero nena” (have a good flight. I love you babe).
  • Frase de casado: “Jajaja, ¡me encanta!” (hahaha. Love it!).

Casa

  • Frase de soltero: “Llega sano a casa y ten dulces sueños”(get home safe and sweet dreams).
  • Frase de casado: “Nos vemos en casa”(see you at home).

Cena

  • Frase de soltero: “¡Hey! ¿Estás libre la noche del lunes para cenar?” (hey! Are youfree mon night for dinner).
  • Frase de casado: “¿Qué hay de cenar?” (what´s for dinner?).

Zhao explica que estas diferencias se deben a que antes de estar casados no veía a su novio todos los días, así que gran parte de su comunicación se realizaba a través de mensajes de texto. Parece muy triste que la palabra “amor” ya no aparezca tanto en sus mensajes pero la ingeniera se justifica explicando que, como se ven todos los días, se lo pueden decir cara a cara. Los mensajes de texto no cumplen en el matrimonio la función de estrechar el vínculo amorososino, mayormente,la de “confirmar planes logísticos o compartir pensamientos aleatorios”.

Cambios en la frecuencia

Tras observar cómo había cambiado el vocabulario utilizado en sus mensajes, Zhao comprobó también qué diferencias hay en los horarios en que su marido y ella intercambian mensajes. Para ello observó la frecuencia de mensajes durante el primer mes en que estuvieron saliendo, el primer mes después de comprometerse, y el primer mes tras su boda.

“Cuando estábamos saliendo”, explica Zhao, “empezábamos a pensar en el otro en torno a las tres de la tarde y nos mandábamos mensajes hasta las tres de la madrugada. Estando casados nuestro horario de mensajes ha cambiado por completo. Nos escribimos durante la jornada laboral y nunca por la noche”.

Como conclusión, la ingeniera se atreve a elaborar una teoría que justificala banalidad imperante en sus mensajes de casada: “En general, nuestros primeros mensajes eran muy coquetos y personales. Como la relación estaba empezando, nos preocupábamos de que las cosas que decíamos fueran interesantes. Según fue evolucionando nuestra relación, empezamos a estar más tiempo juntos. Nuestros mensajes se han vuelto más predecibles, pero sólo porque las cosas impredecibles nos las decimos en persona. Ya no tenemos que escribir ‘te quiero’ desde la distancia en mitad de la noche. Ahora puedo darme la vuelta, acurrucarme junto a mi marido y decírselo al oído”.

Cuando dejas el hogar paterno, o el piso franco que compartías con tus amigos, y empiezas a cohabitar con tu pareja, tu vida cambia. No sólo empiezas a preocuparte más por el polvo que cubre los muebles del salón –si no lo haces van a dejarte–, puede que te aficiones a la cocina (o a que te cocinen), y empezarás a cambiar noches de juerga por veladas de salón y maratón de series.

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