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Qué debes regalar a tus amigos y familiares para que sean felices
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HAY BIENES QUE SÍ OFRECEN BIENESTAR

Qué debes regalar a tus amigos y familiares para que sean felices

Aunque hay quien sigue creyendo que “el dinero no da la felicidad”, lo cierto es que puede ayudar a conseguirla. Todo depende en qué nos lo gastemos

Foto: Los "bienes experienciales" puede ofrecer los mismos niveles de felicidad que las experiencias mismas. (Corbis)
Los "bienes experienciales" puede ofrecer los mismos niveles de felicidad que las experiencias mismas. (Corbis)

Aunque hay quien sigue creyendo que, como dice el tópico, “el dinero no da la felicidad”, lo cierto es que puede ayudar a conseguirla. Todo depende en qué nos lo gastemos. Desde hace más de una década los psicólogos han estudiado el efecto de gastar el dinero en experiencias vitales o en bienes materiales, y parecían haber llegado a la conclusión de que, si bien gastarse el dinero en un coche o un reloj no proporcionaba un bienestar perceptible, si lo hacía el hecho de comprar experiencias, como una cena en un restaurante, un viaje o la entrada a un concierto.

Según Ryan Howell, profesor de psicología de la San Francisco State University y uno de los investigadores que más han estudiado la relación entre felicidad y consumo, comprar experiencias, a diferencia de objetos, aumenta la sensación de bienestar, vitalidad y conexión social, algo que, pensaba, no podían ofrecer los bienes materiales. Pero, tras la realización de un nuevo estudio elaborado en colaboración con su compañero Darwin Guevarra, ha cambiado de opinión.

La investigación, publicada en el último número del Journal of Consumer Psychology, asegura que los bienes materiales diseñados para crear o mejorar una experiencia –“productos experienciales”– pueden hacer a sus compradores tan felices como si disfrutarande ésta (porque, de hecho, la disfrutan).

¿Y cuáles son estos bienes que debemos regalar a nuestros amigos y familiares si queremos que sean felices? Todos aquellos productos que permitan a sus propietarios desarrollar nuevas habilidades y conocimientos como libros, material deportivo, videojuegos o instrumentos musicales.

Un canto al materialismo

“Esto es una buena noticia para los materialistas”, asegura Howell en la nota de presentación del estudio. “Si tu objetivo es ser más feliz pero eres una persona a la que le gusta comprar cosas, entonces deberías comprar aquellos bienes que vayan a despertar tus sentidos. Vas a ser tan feliz como si compraras una experiencia vital, porque en cierto sentido este producto va a ofrecértela”.

Howell explica que, hasta ahora, habíamos estudiado en profundidad el efecto sobre la felicidad de los bienes materiales y las experiencias vitales, pero olvidamos investigar el elemento a medio camino entre ambas cosas: los bienes que ofrecen experiencias.

Cuando Howell y Guevara empezaron a preguntar a los participantes en su estudio por el bienestar que habían experimentado al comprar determinados bienes o situaciones, esperaban encontrar que los “bienes experienciales” se situarían a medio camino entre una y otra cosa. Pero estaban equivocados. Estos bienes realmente proporcionan el mismo nivel de felicidad que las experiencias.

Los investigadores parten de la idea de que para que una compra produzca felicidad tiene que satisfacer alguna o varias de estas tres necesidades psicológicas:

  1. Expresión de identidad: la compra refleja los verdaderos valores de los consumidores.
  2. Competencia: la compra permite al consumidor potenciar o descubrir habilidad y conocimientos.
  3. Conexión social: la compra permite al consumidor acercarse a los demás.

Los resultados del estudio muestran que tanto los bienes experienciales como las experiencias muestran niveles similares de expresión de identidad, los primeros son mejores al ofrecer competencia y los segundos mejoras al ofrecer conexiones sociales.

“Son esencialmente dos caminos diferentes para alcanzar el mismo bienestar”, expica Howell. “Si no te sientes muy competente, la mejor manera de aliviar esta privación es a través del uso de productos experienciales. Por otro lado, si te sientes solo, deberías comprar experiencias vitales y hacer cosas con otros”. El producto ideal para alcanzar la felicidad, explica Howell, es aquel que satisfaga al mismo tiempo las dos necesidades, como un juego de mesa que tengas que jugar con otras personas.

Aunque hay quien sigue creyendo que, como dice el tópico, “el dinero no da la felicidad”, lo cierto es que puede ayudar a conseguirla. Todo depende en qué nos lo gastemos. Desde hace más de una década los psicólogos han estudiado el efecto de gastar el dinero en experiencias vitales o en bienes materiales, y parecían haber llegado a la conclusión de que, si bien gastarse el dinero en un coche o un reloj no proporcionaba un bienestar perceptible, si lo hacía el hecho de comprar experiencias, como una cena en un restaurante, un viaje o la entrada a un concierto.

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