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Informe CyD sobre la universidad: el 32% de los titulados están sobreeducados
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Informe CyD sobre la universidad: el 32% de los titulados están sobreeducados

Un año más la Fundación Conocimiento y Desarrollo ha presentado su informe sobre la universidad, uno de los más destacados estudios sobre el asunto

Foto: De izq. a dch.: Javier Monzón, José Ignacio Wert, Angel Gurría, Ana Patricia Botín y Manuel J. López. (Fundación CYD)
De izq. a dch.: Javier Monzón, José Ignacio Wert, Angel Gurría, Ana Patricia Botín y Manuel J. López. (Fundación CYD)

Un año más la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), formada por un grupo de destacadas empresas españolas, ha presentado su informe La contribución de las universidades españolas al desarrollo, uno de los más destacados estudios sobre la educación superior en nuestro país que va ya por su décima edición.

Según explica Ana Patricia Botín, presidenta de la Fundación CYD, en la introducción del informe, 2013 ha sido globalmente un año de inflexión entre el periodo marcado por una crisis intensa y persistente y el inicio de la esperada recuperación, que ya se empieza a apreciar en las estadísticas.

En el año 2013, por primera vez desde el inicio de la crisis, se ha observado una variación positiva en el número de ofertas laborales ofrecidas a los servicios públicos de empleo y además, tomando la variación interanual del último trimestre de 2013, para los graduados universitarios ya se observa una reducción, aunque ligera, de la tasa de paro. La tasa de paro de los graduados universitarios era a finales del 2013 del 13,5%, algo más de 10 puntos porcentuales menor que la del conjunto de la población de 25 a 64 años.

Por otro lado, los expertos encuestados en el Barómetro CYD de este año valoraron con un pequeño repunte una serie de tendencias sobre la contribución de las universidades al desarrollo económico y social de España, repunte que se produce después de una caída en el nivel de mejora promedio observado desde el Barómetro CYD de 2007.

Por lo que se refiere a la investigación y transferencia, y a pesar de la situación de crisis económica en la que se enmarca el Informe CYD 2013, las publicaciones realizadas por parte de las universidades han continuado con su tendencia creciente y las solicitudes de patentes también han aumentado.

Una universidad que pierde excelencia y liderazgo

Pero no todo son buenas noticias, según aconseja el informe, la crisis ha hecho perder a la universidad española “liderazgo y excelencia”, por lo que su evolución debería ser contemplada con atención.

Aunque aumenta la producción científica, a las patentes y la colaboración internacional de los equipos de investigación, continúa “la disminución ininterrumpida del liderazgo” de los españoles en esas investigaciones, según ha alertado el coordinador general del informe, Martí Parellada, en la presentación del mismo. Algo que ha provocado quedisminuya la presencia española en el 10 % de las publicaciones científicas mundiales más citadas.

“Si se quiere un sistema de excelencia y competitivo, no es posible seguir así”, ha indicado Parellada, antes de pedir recuperar el debate sobre el modelo de financiación de la universidad y qué parte de ella tiene que ser pública y cuál privada.

El informe explica que la reducción de los recursos públicos destinados a investigación y el impacto de la crisis en la economía española en su conjunto han afectado a los resultados de la actividad investigadora y a la transferencia de conocimiento efectuada por las universidades. Esta caída inversora ha supuesto que el gasto universitario en I+D+i de 2012 fuese equivalente al de 2011.

Las universidades han tenido unos ingresos no financieros del 13,1% menos entre 2009 y 2012 a precios corrientes, que equivaldrían al 20% a precios constantes, aunque con divergencias de 30 puntos porcentuales entre comunidades autónomas y en comparación con sistemas de educación de países del centro y norte de Europa, donde los ingresos han crecido un 10% durante la crisis.

La caída de ha producido también en los ingresos privados, con un 14,8% de reducción en 2012 respecto del año anterior, un 11% menos de empresas colaboradoras y la captación de recursos para I+D+i a niveles de 2005. De este modo, mientras en la década de los 2000 España fue el tercer país de la OCDE con más crecimiento de la inversión en universidad, se ha revertido ahora la tendencia.

Además, en el curso 2012-2013 se produjo una reducción del 3,5 % del personal docente e investigador, impulsada por las dificultades financieras y el límite de reposición de las vacantes por jubilación.

Las universidades públicas han tenido que trabajar con 1.300 millones de euros menos, a pesar de un aumento de 218 millones por el alza de las tasas de matrícula que abonan los alumnos, un incremento que, sin embargo, repercute de forma negativa en el alumnado.

Menos universitarios, menos expectativa laboral

Los autores del documento han detectado una disminución de estudiantes de grado y máster en el curso 2012-2013, influido probablemente por la reducción de la financiación de las universidades públicas y el aumento de las tasas universitarias, así como por un incremento del número de alumnos de la FP superior.

El experto relaciona esta cuestión con que más del 22% de las 7.400 titulaciones que se ofrecen en España tienen menos de 50 alumnos de nuevo ingreso cada año, algo que afecta especialmente a las ingenierías, las arquitecturas y las humanidades y para lo que se necesitan “políticas públicas” e información que permita a los aspirantes conocer los resultados laborales de los graduados en cada rama.

No es de extrañar que los estudiantes abandonen los estudios universitarios. Parellada ha apuntado que la crisis ha profundizado en la “sobreeducación”: el 32% de los graduados trabajaban en 2012 en puestos que requerían una menor cualificación, un 2% más que en 2009. Casi una cuarta parte fue recultada para tareas de empleado contable y administrativo o bien de empleado de los servicios de restauración, personales, de protección y vendedores. Un 6% fue contratada para realizar ocupaciones elementales, para las que no se necesita ningún tipo de estudios. Además, ha aumentado el tiempo medio que necesita para encontrar trabajo, aunque sus tasas de inserción sigan siendo mejores que las del resto de la población (10% menos de tasa de paro).

El informe destaca que, aunque los graduados superiores muestran mayor tasa de actividad y ocupación que el conjunto de la población y menor tasa de paro, entre 2007 y 2013 se ha observado un empeoramiento claro en España de estos indicadores para los graduados superiores. De tasas de ocupación y paro similares a las de la UE en 2007 se ha pasado en 2013 a una tasa de ocupación siete puntos inferior (76% frente a 83%) y una tasa de paro nueve puntos mayor (15% frente a 6%). Un año más, España fue en 2013 el país de la UE-28 con una menor proporción de ocupados graduados superiores empleados en puestos de alta cualificación (63,4%).

¿Una “nueva era”?

En la presentación del informe en la Casa de América de Madrid, a la que acudieron tambiénel Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas Manuel J. López, Botín aseguró que la economía española está a punto de abrazar una “nueva era”, y “liderar el conocimiento es el único camino si aspiramos a que los jóvenes españoles puedan diseñar y participar de un futuro con más oportunidades, más sostenibley con mayor bienestar social”.

El barómetro que realiza la entidad encuentra este año “un pequeño repunte” en la percepción de la contribución de las universidades al desarrollo económico y social de España, después de una caída en el nivel de mejora que se había observado en el estudio de 2007. Un repunte que, sin embargo, no parece suficiente.

Un año más la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), formada por un grupo de destacadas empresas españolas, ha presentado su informe La contribución de las universidades españolas al desarrollo, uno de los más destacados estudios sobre la educación superior en nuestro país que va ya por su décima edición.

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