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La solución definitiva para beber mucho y no emborracharse
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EL ÚLTIMO DESCUBRIMIENTO DE JOSEPH OWADES

La solución definitiva para beber mucho y no emborracharse

Todos tenemos nuestros métodos para evitar que el alcohol cause efecto. Jim Koch, dueño de una cervecera, asegura conocer la verdadera clave

Foto: Un hombre mirando el escaparate de una licorería. (Reuters)
Un hombre mirando el escaparate de una licorería. (Reuters)

Todos tenemos nuestros métodos para evitar que, esas noches toledanas donde las cañas llevan a la cena, la cena a las copas y las copas a lo más profundo de la noche, el alcohol haga estragos en nuestro cuerpo. Tomar un vaso de agua entre copa y copa, meterse en el estómago algún alimento bien grasiento, dejar descansar a nuestro hígado con una bebida no alcohólica cada cierto tiempo… Hasta que alguien invente el alcohol que no emborracha (aunque muchos estén ya en ello, como el profesor David Nutt), seguiremos recurriendo a métodos más o menos caseros y más o menos fiables para mantener a margen los efectos perjudiciales del alcohol.

El último en compartir su sabiduríaha sido el fundador de la compañía cervecera Boston Beer Company Jim Koch en las páginas de Esquire, donde ha revelado –con una intención quizá publicitaria– su secreto para aguantar grandes cantidad de alcohol (suponemos que, a poder ser, de su producto estrella, la cerveza Samuel Adams) y mantener la compostura. La clave está, como decía el viejo claim de Telepizza, en la masa. O, mejor dicho, en la levadura.

Una cucharada antes de cada cerveza

“¿Quieres conocer mi secreto? ¿Quieres saber cómo hago para beber cerveza toda la noche sin emborracharme?” Esta es la pregunta que Koch le hace al articulista Aaron Goldfarb, antes de explicar su secreto. Goldfarb admite que el aguante del empresario en las catas de cerveza es encomiable. Allí donde otros más jóvenes caen rendidos tras un puñado de tragos, o empiezan a dejar notar los efectos de la bebida, Koch siempre se muestra lúcido y amigable.

El empresario admite que se trata de un producto cuyo sabor puede resultar desagradable, por lo que recomienda mezclarlo con yogur

“El secreto está en la levadura activa, como la que puedes comprar en cualquier tienda de alimentación”. ¿Fácil? ¿Sorprendente? ¿Eficaz? Koch explica que, durante muchos años, ha ingerido una ligera cantidad de levadura activa seca antes de tragar la más mínima gota de alcohol. “Una cucharada por cerveza, justo antes de que comiences a beber”.

El empresario admite que se trata de un producto cuyo sabor puede resultar desagradable, por lo que recomienda mezclarlo con yogur, tal y como él mismo suele hacer. No obstante, Koch recuerda que no es un remedio milagroso que elimine por completo los efectos de la bebida, sino que, simplemente, los mitiga. Ya es bastante.

Un descubrimiento, ¿apoyado por la ciencia?

Aunque pueda parecer un tanto estrafalario, Koch se ampara en la ciencia para defender la utilidad del procedimiento. El fundador de la Boston Beer Companyseñala que lo aprendió de otro amigo cervecero, el doctor en bioquímica Joseph “Dr. Joe” Owades que, de forma nada casual, trabajó en el laboratorio de fermentación Fleischmann, la principal productora de levadura seca de Estados Unidos.

El truco utilizado por el fundador de la Boston Beer Company parte, precisamente, del hallazgo de Owades

Owades fue toda una autoridad en el mundo de la producción cervecera, e incluso puede presumir de su propia entrada en Wikipedia donde se lo define como “una de las figuras preeminentes en el mundo de la cerveza industrialmente producida”. Su gran hallazgo se produjo cuando encontró la encima que permitía romper las cadenas de ramificación lateral de almidón, lo que permitió elaborar la primera cerveza light con menos calorías y menores carbohidratos residuales.

Koch califica a su amigo, que falleció en 2005, como el “mejor cervecero de todos los tiempos”. El truco utilizado por el fundador de la Boston Beer Company parte, precisamente, del descubrimientode Owades. La levadura tiene una enzima que se conoce como ADH (alcohol deshidrogenasa), que facilita la conversión entre alcoholes y aldehídos o cetonas; en humanos y en animales, ayuda a la eliminación de alcoholes que podrían ser tóxicos.

Como explica Koch, el proceso que cataliza dicha encima en el que el alcohol se descompone en moléculas en carbón, hidrógeno y oxígeno, “que es lo mismo que ocurre cuando tu hígado metaboliza el alcohol”. Al parecer, Owades (que ya no puede opinar al respecto) sugirió a su amigo que consumir levadura antes de comenzar a beber evita que el alcohol pase a la sangre y al cerebro. En los últimos años de su existencia, Owades patentó un invento bajo el nombre de Prequel, una pastilla que, en teoría, limitaba los efectos del alcohol.

No todo el mundo ha recibido con los brazos abiertos y las jarras en alto la propuesta de Koch

Por supuesto, no todo el mundo ha recibido con los brazos abiertos y las jarras en alto la propuesta de Koch, por mucho que el propio periodista de Esquire haya reconocido que a él le ha ido bien (¿un posible efecto placebo?). Un hilo publicado en Skeptics, foro destinado a desmontar teorías científicas bajo sospecha, sugiere unas cuantas reservas ante el triunfalismo de Koch.

Por una parte, explica uno de los participantes, dado que el pH en el estómago es de entre 1 y 2, las enzimas probablemente trabajarían mucho más lento (o no funcionarían en absoluto); otro comentarista señala que la levadura puede funcionar pero sólo parcialmente, durante un breve período de tiempo, inferior a los 45 minutos. Y un último sugiere una interesante posibilidad: el hecho de ingerir yogur y agua para bajar la levadura probablemente ralentice el proceso de deshidratación, quizá la auténtica razón por la que funciona la fórmula secreta de Koch.

Todos tenemos nuestros métodos para evitar que, esas noches toledanas donde las cañas llevan a la cena, la cena a las copas y las copas a lo más profundo de la noche, el alcohol haga estragos en nuestro cuerpo. Tomar un vaso de agua entre copa y copa, meterse en el estómago algún alimento bien grasiento, dejar descansar a nuestro hígado con una bebida no alcohólica cada cierto tiempo… Hasta que alguien invente el alcohol que no emborracha (aunque muchos estén ya en ello, como el profesor David Nutt), seguiremos recurriendo a métodos más o menos caseros y más o menos fiables para mantener a margen los efectos perjudiciales del alcohol.

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