Es noticia
Las 10 cosas que la gente arrogante piensa constantemente pero se calla
  1. Alma, Corazón, Vida
SON INCAPACES DE RAZONAR

Las 10 cosas que la gente arrogante piensa constantemente pero se calla

¿Quién no ha sonreído mientras pensaba para sus adentros: “menudo imbécil”? Sin embargo, en el caso de la gente arrogante eta actitud es más acusada

Foto: La gente que se deja manejar por gente así está sometiéndose a una suerte de auto-sabotaje. (Corbis)
La gente que se deja manejar por gente así está sometiéndose a una suerte de auto-sabotaje. (Corbis)

Todos pensamos a lo largo del día un montón de cosas que no decimos por educación, por respeto, por corrección e incluso por pudor. ¿Quién no ha sonreído mientras pensaba para sus adentros: “menudo imbécil”?

Sin embargo, aunque esta sea una actitud generalizada y casi inevitable, Mike Bundrant considera que en el caso de la gente arrogante es aún más acusada, y que si pudiéramos escuchar lo que dicen les odiaríamos aún más. Así, si los presuntuosos dijeran lo que piensan en cada momento, hay diez cosas que pronunciarían sin dudar, según opina Bundrant:

1. Para empezar, yo soy yo y tú eres tú. No tendría por qué explicar nada más, pero sigamos con la lista de todos modos

2. No tienes ni la más remota idea de lo que supone ser yo. No sabes todo lo que me ha pasado, así queno tienes ningún derecho a juzgarme. En consecuencia, tu opinión es totalmente irrelevante y no tienes argumentos morales para sugerir que tú eres tan válido como yo.

3.Me siento superior a ti, ¿sabes? Y si yo lo siento, es evidentemente cierto y hay razones de peso para que así sea.

4.Cuando haces alguna estupidez, me fastidia. ¿Quién eres tú para juzgar si algo debe molestarme o no, o cómo debo sentirme? No disfruto enfadándome, pero no lo puedo evitar si tú eres tan idiota. Como cuando no estás de acuerdo conmigo, por ejemplo…

5.Cuando la lío, no es mi culpa. Mis errores –soy muy consciente de que cometo errores, nunca sugeriría que soy perfecto– ocurren porque yo no fui bien educado por mis horribles padres. La gente me ha estado fastidiando durante toda mi vida. Sin embargo, cuando tú la lías lo haces intencionadamente, sabiendo que haces algo que es moralmente incorrecto. Por lo tanto, yo soy inocente y tú eres malvado.

6.Cuando yo hago algo que te molesta, tengo mis razones. Cuando tú haces algo que me molestas, no tienes más que excusas. ¡Es inaceptable! ¿Podrías responsabilizarte, por una vez…?

7.Nunca eres capaz de ver mi buena intención, todo lo que haces es criticar. Ni siquiera debería pasar tiempo contigo, porque yo necesito gente que me apoye, no que me critique. Por favor, modifica esa actitud tuya tan negativa.

8.Ah, y además tú nunca aprecias lo que yo hago. Como el otro día, que recogí la ropa sucia del suelo de mi habitación. ¡Me habías estado dando la lata con eso tanto tiempo…! No sabes lo que me molesta que se me interrumpa por cosas estúpidas como hacer la colada. ¿A quién le importa? Yo tengo cosas importantes que hacer en mi vida. En cualquier caso, recogí la ropa finalmente, y tú ni siquiera lo celebraste.

9.Cuando intentas convencerme de algo, siempre terminas mirándome perplejo, como si no te pudieras creer lo que estás escuchando. Pues bien, no te lo puedes creer simplemente porque no lo entiendes. Supongo que a cierta gente la lógica le supone un esfuerzo demasiado grande.

10.Cuando finalmente claudico y demuestras que tienes razón y que yo estoy equivocado, me sumo en un agujero negro de desesperación y tengo ganas de volverme loco y destruir cosas. Si realmente estaba equivocado, es por algo sobre lo que no tengo ningún control ni ninguna culpa.

Si conoces a alguien así, sabrás que es imposible discutir con este tipo de personas. Son incapaces de razonar y derivan en actitudes pasivo-agresivas. Ya sabes lo que van a decirte incluso antes de empezar la discusión.

Aunque parezca imposible, la gente puede ser así de difícil de tratar. Según Bundrant, es bastante común. Y opina que la gente que se deja manejar por gente así está sometiéndose a una suerte de auto-sabotaje, porque todas las consecuencias de tratar con gente arrogante son negativas para nosotros.

Así, debemos intentar evitar a este tipo de personas, porque aunque nos parezca que está en nuestra mano cambiar a los demás, la mayoría de las veces eso no es posible, y lo único que conseguimos es hacernos daño a nosotros mismos, dice Bundrant.

Todos pensamos a lo largo del día un montón de cosas que no decimos por educación, por respeto, por corrección e incluso por pudor. ¿Quién no ha sonreído mientras pensaba para sus adentros: “menudo imbécil”?

Psicología social
El redactor recomienda