El médico superventas explica cómo mejorar nuestra salud con el ayuno

Las dietas que promueven un ayuno intermitente, respaldadas por algunos estudios científicos que aseguran que alarga la vida en ratones, han proliferado en los últimos tiempos. Aunque no son pocos sus detractores, la polémica dieta cuenta con muchos defensores, entre otros Frèderic Saldmann, autor de El mejor medicamento eres tú (Aguilar), un pequeño manual se salud básica que está arrasando en las librerías francesas.

Según Saldmann, nuestro organismo ha sabido adaptarse perfectamente a lo largo de los siglos a la falta de alimentos, sin embargo no sabe enfrentarse al exceso de estos. La abundancia, asegura el médico, es enemiga de nuestra salud y, para agravar la situación, el gasto físico, que era la principal actividad que permitía alimentarse, se ha reducido a la mínima expresión debido al sedentarismo.

¿En qué consiste el ayuno interminente?

“El ayuno intermitente”, explica Saldmann, “consiste en privarse voluntariamente de alimento durante un tiempo preciso y un periodo determinado. Durante el periodo del ayuno, el individuo puede beber a voluntad agua o bebidas sin calorías.En todos los casos, la persona deberá consultar a su médico de familia para asegurarse de que puede practicar el ayuno. Este empieza a partir de la sexta hora después de la última comida. Durante las tres horas siguientes se activarán unos mecanismos biológicos nuevos”.

Existen diferentes esquemas de ayuno: pueden ir desde 16 a 24 horas de abstinencia, durante un periodo variable detres, un día de cada dos y un día por semana, o también 24 horas de ayuno cada diez días.

¿Qué beneficios tiene el ayuno?

“Los efectos positivos del ayuno intermitente no consisten únicamente en la pérdida de kilos supérfluos”, asegura el médico francés, “sino que también influyen en las enfermedades inflamatorias, como los reumatismos, las alergias y el asma”.

Según explica Saldmann, el ayuno reactiva una memoria biológica antigua que era capaz de gestionar la falta de alimento poniendo en marcha mecanismos de protección. “Lo que resulta asombroso”, apunta el médico, “es la diferencia entre la forma en que actúa la restricción calórica banal, que consiste en reducir todos los días los aportes alimenticios, y el ayuno interminente, que conduce a periodos de abstinencia alimentaria”.

Estos son sus beneficios concretos, siempre según Saldmann:

• El sujeto se concentra mejor y reflexiona más deprisa

El ayuno desencadena un ligero aumento de la adrenalina y de noradrenalina, que genera un incremento de la vigilia, y eso al cabo de tan sólo doce horas.

• Aumenta la esperanza de vida

Los médicos alemanes consideran que este tipo de ayuno posiblemente aumenta la esperanza de vida y la resistencia a numerosas patologías. Parten de la hipótesis de que cuando el organismo contiene células dañadas, escoge la facilidad al destruirlas y luego sustituirlas, lo cual acelera el envejecimiento. Durante el periodo de ayuno intermitente el organismo reaccionaría de forma distinta, reparando las células en vez de eliminándolas.

• Disminuye el riesgo de padecer diabetes

También se ha observado que el ayuno intermitente induce una glucemia más baja y disminuye los factores de resistencia a la insulina.

• Reduce la producción de radicales libres

Los investigadores han observado que ese modo de alimentación también reduce la producción de radicales libres (moléculas de oxígeno inestables que intentan unirse con otras células para completarse y así favorecen el desgaste de nuestras células, unpoco al modo de la herrumbre), aunque sólo sea por la disminución de los aportes alimentarios.