"Este es mi cuerpo. Asumidlo. Y jodeos todos los que habéis intentado degradarme"

A veces resulta difícil discernir por qué algo se vuelve viral en internet. Las redes sociales han facilitado enormemente la proliferación de todo tipo de cosas: fotos, vídeos, artículos… Y, sin embargo, sólo algunos dan la vuelta por las pantallas de casi todos los ordenadores del mundo.Es lo que ha pasado con un post del Tumblr de Stella Boonshoft.

Stella se hizo especialmente famosa con su publicación “The Body Love Blog”,en el que reivindica una imagen del cuerpo (especialmente, el femenino) alejada de los cánones a los que la industria nos tiene acostumbrados. En una de las entradas del blog aparecía ella en ropa interior, con la cabeza ladeada y sonriendo, mostrando estrías y michelines sin pudor alguno. La fotografía, que iba acompañada de un texto redactado por la propia Boonshoft, sigue dando de qué hablar un año más tarde. ¿Por qué?

El amor al cuerpo

Cabe preguntarse, en primer lugar, qué decía el texto para que haya causado tanto revuelo en las redes sociales. Este es el contenido íntegro:

“ADVERTENCIA: Esta foto puede considerarse obscena porque el sujeto que aparece en ella no está delgado. Y todos sabemos que sólo la gente delgada puede mostrar su tripa y homenajearse a sí mismos. Bueno, yo voy a ser parte de eso. Este es mi cuerpo. No el tuyo. EL MÍO. Lo que quiere decir que las decisiones que yo tomo acerca de él no son asunto tuyo. También quiere decir que mi talla NO ES PARA NADA DE TU PUTA INCUMBENCIA.

Si mi tripa grande y mis brazos gordos y mis estrías y mis muslos gordos te ofenden, pues vale. Yo no voy a esconder mi cuerpo o mi ser en beneficio de vuestras delicadas sensibilidades.

The Body Love Blog reivindica una imagen del cuerpo alejada de los cánones a los que la industria nos tiene acostumbrados

Esta foto es para el hombre que en una iglesia me dijo que mi barriga era demasiado grande cuando tenía cinco años. Esta foto es para mi entrenador de equitación que me dijo que estaba demasiado gorda cuando tenía nueve años. Esta foto es para la niña en el campamento de verano que me dijo que sería muy guapa si perdiera algunos kilos.

Esta foto es para todos los putos agentes de publicidad, estúpidos que nos venden cremas para deshacernos de nuestras estrías, una cosa perfectamente normal que casi todo el mundo tiene (a mí me salieron durante la pubertad).

Esta foto es para el chico que en una fiesta me dijo que parecía una ballena varada.

Esta foto es para Emily, de la escuela secundaria, que me acosó incesantemente, haciendo vídeos burlándose de mí, enviándome e-mails repugnantes y llamándome “grasienta”. Hizo que sintiera que no merecía existir. Sólo porque resultaba que yo era más grande que ella. Yo tenía doce años. Y ella siguió haciéndome bullying a través de las redes sociales durante el instituto.

SOBRE TODO, esta foto es para mí. Para la chica que odiaba su cuerpo tanto que tomo medidas extremas para cambiarlo. Que gritó durante horas sólo por el hecho de que nunca sería delgada. Que fue acosada, atormentada y herida sólo por ser quien era.

Si mi tripa grande y mis brazos gordos y mis estrías y mis muslos gordos te ofenden, pues vale

He superado todo eso con creces.

ESTE ES MI CUERPO, ASÚMELO.

Y JODEOS TODOS los que intentasteis degradar mi ser y mi autopercepción con vuestros comentarios y vuestras acciones hierientes.

¿SABEIS QUÉ? NO FUNCIONÓ. JAJAJAJAJAJAJAJA”.

La importancia del físico

Es evidente que las citadas palabras las escribió alguien muy dolido y que ha sufrido mucho por su aspecto físico, y está claro lo que pretende denunciar: una sociedad y una industria que alaba un cuerpo delgado y perfecto, los cuerpos que aparecen en las revistas y que a menudo son imposibles de reproducir (la vida real no tiene Photoshop).

Cabe preguntarse si el hecho de que lleve tanto tiempo siendo viral responde a que mucha gente se siente identificada con él y cree que merece ser compartido, o si refleja la superficialidad de este tipo de fenómenos: efectivamente, el vídeo lleva dando vueltas por la red mucho tiempo, pero la sociedad no ha cambiado.

Lo que sí es cierto es que Stella Boonshoft ha creado en torno a sí una red de personas con los mismos ideales que ella, que la siguen en Twitter, e informa desde las redes sociales de los cuidados a los que se somete o deja de someterse, siempre satisfecha y orgullosa de su abundante masa corporal.