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Corre antes de que sea muy tarde: las clases de mujer con las que nunca deberías liarte
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DE LA 'HACKER' A LA 'DRAMAS'

Corre antes de que sea muy tarde: las clases de mujer con las que nunca deberías liarte

El humor nos lleva a los tópicos y los tópicos nos llevan a las listas, y aunque unos y otras suelen ser injustos, divierten y mueven

Foto: Hay mujeres de las que es mejor alejarse. (Corbis)
Hay mujeres de las que es mejor alejarse. (Corbis)

El humor nos lleva a los tópicos y los tópicos nos llevan a las listas, y aunque unos y otras suelen ser injustos, divierten y mueven a la risa, así que nos los permitimos.

Hay que saber reconocer cuándo uno –uno: varón estándar en edad de merecer, ni guapo ni feo, ni católico ni sentimental– ha dado con la chica equivocada. Porque eso de que todo el mundo es bueno para todo el mundo no es verdad: hay chicas equivocadas. Hay mujeres que, en la versión caricaturesca y estereotipada que aquí expondremos, pueden hacer de tu vida un verdadero infierno de los más diversos modos posibles. Debes saber reconocerlas y huir de ellas cuanto antes, no vaya a ser que en menos de nada te veas enredado en una relación con la que claramente parece ser tu peor enemiga. Como decimos, las hay de varios tipos y colores. Éstas son las peores:

1. La hacker

Habéis quedado para tomar unas cañas y al llegar la notas un poco tensa. En un momento dado de la conversación, como quien no quiere la cosa, ella te pregunta: "¿Por cierto, quién es Anita Love?". Tú, tranquilo, normal, dejando la caña en la mesa, le cuentas que es una amiga con la que ibas a clase de inglés. "Ah, vale, no, por nada, es que he visto que le has dado a 'me gusta' a una foto suya y nada, sin más, lo típico, luego he mirado cuántos amigos teníais en común, en cuántas fotos salíais juntos, los comentarios que os habíais dejado y nada, lo típico, ¿sabes?, por curiosidad. Sólo quería saber quién era, porque su perfil lo tiene semi-privado, y sólo sé que tiene cuatro hermanos, estudia ingeniería, es de Valencia y tiene un perro, pero nada, lo normal, por saber".

Deja la caña y corre. Corre muy lejos. Y piensa que esa tía también tiene Twitter y Tuenti y Pinterest e incluso Instagram. Corre antes de que sea tarde, y no mires atrás.

2. La dramas

Esta vez habéis quedado en un restaurante un poco bien, de esos en que se habla bajito y es mejor no ir en zapatillas. Ella aparece guapa, radiante, con unos pendientes nuevos y un vestido bonito, relajada, sonriente. No obstante, nada es lo que parece en el mundo de las mujeres cuyo pasatiempo principal es montar escenas. Y tú vas y la llevas a un sitio silencioso. Probablemente antes de la segunda copa de vino esté gritando y llorando porque no la escuchas, o porque no la entiendes o porque su vida es compleja y tú eres un imbécil. Mientras tú ahí, en la silla, plantado, perplejo y pensando: "Joder, para un día que me pongo americana". Si no aprende a sosegarse, déjala.

3. La que ya tiene vestido de novia

Os conocéis en un bar cualquiera, os hacéis gracia, la invitas a dos copas, ella te ríe cuatro bromas y acabáis echando un polvete casual en tu sofá. Hasta aquí todo bien. Ella es razonablemente guapa, está razonablemente buena, es muy simpática y, además, se ríe de tus chistes. Sin embargo, en ese momento poscoital en que tú te enciendes un cigarro y crees que el mundo no puede hallarse en una paz mayor, todo relajación y disfrute, ella dice algo tipo: "¿Te imaginas que terminamos casándonos?". O bien: "Siempre me he imaginado mi vestido de novia sin mangas y con una cola con encaje". O quizás: "Estoy deseando presentarte a mis padres/damas de honor/testigos". En ese momento, e intentando no ser demasiado descortés, debes echarla de tu casa. Sí, sí: echarla. Si te quedas dormido, tal vez despiertes con cojines bordados en tu sofá.

4. La que es más hombre que tú

A ver, está genial salir con una chica a la que puedes mirar de tú a tú, que no espera que lo pagues todo ni que lo hagas todo por ella, una chica a la que te puedes llevar de cañas con tus amigos y todo fluye. Eso es estupendo. Pero tampoco hace falta que abra las birras con la boca, ni que sepa más de fútbol que tú, ni que quede con tu colega para jugar a la Play. La chica con la que estés debe hacerte sentir seguro, no poner en duda todos y cada uno de los puntos sobre los que se sustenta tu virilidad. (¿Tuqué?)

5. Laeco-vegetariana-feminista

No sé si te has dado cuenta, pero desde que sales con ella sólo comes hierba y tus amigos están empezando a enfadarse. Sobre todo porque ahora resulta que ir en coche es nocivo para el planeta ("Pero tío, ¿y el viaje a la playa? ¿Cómo que en bici? ¿Pero cómo nos vamos a ir a Barcelona en bici?"). Ella no se depila, ama a los animales (aunque se coma su comida) y vuestro plan de sábado es ir a una manifestación en la periferia de Vallecas a favor de la liberación de la mujer en los países africanos, pero también de la mujer en general. Si te convencen sus principios, no tenemos nada que decir. Pero piénsalo. Piénsalo mientras recuerdas lo que te gustaban las hamburguesas con doble de queso, mientras sientas –cual madalena de Proust– un hilillo de ketchup cayendo por tu mejilla derecha.

6. La que habla todo el rato con su madre

Es estupendo que sea familiar y que mantenga estrechos lazos con sus progenitores, pero no es normal que alguien hable doce veces al día con su madre. Nunca. Porque al final terminarás dándote cuenta de que en realidad las decisiones que toma, las cosas que se compra y las tonterías que te dice son todas ellas fruto de un consenso materno-filial. Y tú ya tienes suficiente con lidiar con una mujer de 24 años, como para tener que vértelas también con una de 50.

7. La que quiere ser tu madre

No es raro oírla sentenciar frases como "haz lo que quieras", "¿otra copa te vas a tomar?", "abrígate, que hace frío", "déjate las uñas, hombre", "pero Luis, ¡ese vocabulario...!". Ella lo que quiere es un hijo, y tú ni eres el suyo ni quieres darle uno (de momento). Las parejas están hechas para ser un vis à vis equitativo, y no para encontrar a alguien que te doble los calcetines. Reflexiona al respecto y, en caso de que lo consideres pertinente, déjala. Por eso no puede castigarte.

8. La que de todo quiere hacer una ocasión especial

Es estupendo generar momentos bonitos, aprovechar la pasión de los primeros días y ver las bondades que nos ofrece la vida cuando estamos enamorados. Pero es absolutamente insoportable tener que disfrutar del momento todo el rato, captar la esencia mágica que rodea a este par de huevos fritos con patatas, observar el misterio que alberga el camión de la basura. Eso no. Probablemente se pase el día haciendo fotos y escribiendo frases que capten un montón de cosas, pero no haga nada en realidad. Olvídate.

9. La que pasa de todo

Le da un poco igual que quedes con tus amigos, le parece perfecto que te vayas de viaje en Semana Santa a ver a tu exnovia que está de Erasmus, no tiene ningún problema con que trabajes el día de su cumpleaños. De hecho, le da igual hasta que te enrolles con otra. Y, siguiendo la lógica equitativa que toda relación debe contemplar, no tiene reparos a la hora de enrollarse con otro. Por si no te está quedando claro, eres simpático, tenéis buen sexo, se lo pasa bien contigo y os gustan las mismas pelis, lo que siempre es socorrido. Pero le das igual. Y te va a dejar. Esta vez –y ahí es cuando las mujeres se vuelven más insoportables– la que se larga es ella.

La semana que viene será el turno de ellos y analizaremos en otro artículocuáles son las clases de hombres de los que se debe huir sin dudarun instante.

El humor nos lleva a los tópicos y los tópicos nos llevan a las listas, y aunque unos y otras suelen ser injustos, divierten y mueven a la risa, así que nos los permitimos.

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