El extraño experimento que puede predecir si un matrimonio va a funcionar

En el pasado, era habitual que antes de la boda se acudiese a visitar al representante religioso del grupo social con el objetivo de que certificase y santificase, en presencia de lo divino, la unión entre ambos miembros de la pareja.Aunque ahora vivamos tiempos más laicos, seguimos llevando a cabo otra clase de ritos, en muchos casos meras supersticiones que cumplen una función semejante a la de aquellos actos religiosos que se celebraban en el pasado y que contaban entre sus objetivos garantizar la pervivencia del matrimonio.

Si dentro de dicha ritualidad pudiésemos conocer si la vida junto a nuestra pareja va a durar para siempre, o si se acabará en cuanto la convivencia comience a poner obstáculos en el camino, muchos querríamos disponer de dicha información por todos los medios. Un reciente experimento pone de manifiesto que se puede anticipar de una manera bastante acertada si los recién casados van a sentirse satisfechos con su pareja en un período inferior a los cuatro años o, por si el contrario, la decepción aparecerá tarde o temprano.

El experimento, que fue publicado la pasada semana en la revista Science y que ha sido llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Florida encabezados por James McNulty, ha descubierto que las respuestas automáticas e inconscientes frente a la visión de la fotografía de la persona amada (en teoría) pueden predecir en un alto grado el posterior recorrido de la relación.

Un nuevo test de Roscharch

No se trata de analizar variables socioeconómicas, motivacionales, políticas o ambientales, sugiere el experimento, sino simple y llanamente, de confiar en que esa primera impresión que, como reza el refrán castellano, es la que cuenta, permita anticipar el futuro de la pareja. Para ello, los investigadores pidieron a 135 parejas recién casadas del estado de Tennessee una valoración de su matrimonio en términos de “bien”, “normal” o “mal”. Una pregunta que, en todos los casos, dio lugar a respuestas positivas, pero que servía para preparar cognitivamente a los participantes para el siguiente paso.

Nuestro funcionamiento cognitivo puede revelar nuestros verdaderos sentimientos hacia la pareja

A continuación, presentaron a los analizados una fotografía de sus parejas y, al mismo tiempo, solicitaron que clasificasen rápidamente determinadas palabras como positivas o negativas. Pues bien, aquellos que tardaron más tiempo en identificar conceptos negativos o los que clasificaron rápidamente los adjetivos positivos podían presumir de la vitalidad de su relación cuatro años más tarde, mientras que aquellos que prestaron atención con una mayor rapidez a las palabras negativas eran los que, en la mayor parte de los casos, habían cambiado de opinión y manifestaban que su matrimonio era poco satisfactorio.

Por supuesto, esto no ocurría en todos los casos, pero sí con una frecuencia lo suficientemente alta como para que los investigadores consideren relevantes los resultados. “Aunque cuatro años es un período relativamente corto de tiempo, algunas personas experimentaron un descenso significativo de la satisfacción en dicho intervalo”, explica MacNulty, profesor asociado de la Universidad Estatal de Florida, que ha basado su estudio en el principio de asociación, por el cual, nos resulta más sencillo procesar conceptos que consideramos cercanos entre sí que aquellos entre los cuales hay una mayor distancia cognitiva.

Cambiando de marcha (mental)

¿Por qué dicha información, en apariencia superficial, acertó de manera tan exacta el futuro de la pareja? Porque, gracias a la preparación previa que se había realizado con los participantes del estudio, los que de verdad tenían sentimientos cariñosos hacia su pareja les era más fácil detenerse en los conceptos positivos que se habían presentado delante de sus ojos, mientras que las emociones perniciosas conducían a los investigados hacia las valoraciones negativas.

Estas reacciones instintivas pueden ser muy significativas de cómo se siente la gente de verdad

“Hace falta ‘cambiar de marcha’ para procesar un concepto negativo como ‘espantoso’ después de ver la fotografía de su pareja si uno de verdad tiene una actitud positiva hacia la misma”, explicó MacNulty. “No lleva mucho tiempo, sin embargo, procesar conceptos negativos después de ver la fotografía de la pareja si se tiene una actitud menos positiva hacia ella”.

El test no anticipaba tanto los conflictos de la pareja como la predisposición individual de cada miembro a valorar su relación, recuerda la investigación y, de esa manera, a sentirse rápidamente poco satisfechos con su vida en pareja. El subconsciente dice mucho de nosotros, y de ahí, que herramientas como el célebre test de Rorscharch y las interpretaciones a las que da lugar sigan siendo utilizados por psicoanalistas de todo el mundo.

El autoengaño sale a la luz

“Todo el mundo quiere pensar que tienen una buena relación de pareja y podemos llegar a convencernos de que es así”, explica MacNulty. “Pero estas reacciones instintivas pueden ser muy significativas de cómo se siente la gente de verdad”. ¿Es posible que nos traicione el inconsciente hasta tal grado que pueda predecir nuestro éxito matrimonial? El estudio sugiere que sí, aunque al mismo tiempo reconozca que aún estamos “muy lejos de conseguir que este experimento sea una herramienta de diagnóstico para conocer si la gente será infeliz”, y considera que, por ahora, únicamente sirve para identificar tendencias.

La gente puede llegar a convencerse de que su relación es mejor de lo que realmente es

MacNulty recuerda que “la gente puede tener emociones positivas y negativas al mismo tiempo y este test probablemente refleje ambas”. Según el responsable de la investigación, toda pareja puede mantener sentimientos negativos hacia la otra persona que se mantienen en nuestro inconsciente hasta que es demasiado tarde. Las respuestas intuitivas ante determinadas situaciones pueden ser una buena herramienta para conocer “lo que realmente piensas de tu pareja. No creo que sea el único factor que la gente deba tener en cuenta, pero sí uno de ellos”.