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Madrid en 2013: Bajan los alquileres, aumenta la mezcla de culturas
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LA GENTRIFICACIÓN LLEGA A NUEVOS BARRIOS

Madrid en 2013: Bajan los alquileres, aumenta la mezcla de culturas

El proceso de gentrificación –desplazamiento de una población por otra de mayor poder adquisitivo- ha llegado a Madrid. Ya ocurrió en Chueca; ahora le toca a Malasaña

Foto: Los barrios de Madrid cada vez son menos homogéneos. (Reuters/Susana Vera)
Los barrios de Madrid cada vez son menos homogéneos. (Reuters/Susana Vera)

Desde el inicio de la crisis los alquileres en España han bajado alrededor de un 30%. No obstante, según un informe del portal inmobiliario Idealista, durante el pasado verano en Madrid los precios habrían tocado suelo. Además, Fotocasa asegura en un estudio que en el último trimestre del año los precios han empezado a subir tímidamente, un 0,2 por ciento, después de un 6,3 de caída acumulada anual. Lo lógico sería que durante todos estos años se hubieraproducido en la capital un tránsito de población en búsqueda de alquileres baratos y zonas con acceso a supermercados de descuento (los que más crecimiento han experimentado durante la crisis), pero Madrid todavía conserva sus particularidades.

“Los precios dependen mucho de las zonas, obviamente, no es lo mismo un alquiler en el centro que en Vallecas”, explica Cristóbal Relaño, gerente de Inmobiliarias Madrid, “En el último año se nota una bajada en todas las zonas, pero las que más bajan son barrios como, por ejemplo, Vallecas, donde puedes encontrar una vivienda de 80 metros cuadrados, con tres dormitorios, por 450 euros”.

Roberto lleva viviendo toda la vida en Vallecas. Actualmente, alquila un piso de 50 metros por 500 euros con luz y gas incluidos, pero matiza el descenso de los precios en su zona: “Hay que diferenciar lo que ocurre en el barrio de lo que ocurre con en el PAU, eso ha sido el campo de batalla de la burbuja inmobiliaria en Madrid, muchos pisos se han quedado vacíos y ahora hay gente alquilando pisos de 70 metros con piscina y jardín por unos 600 euros. Y otra cosa es lo que pasa en Puente de Vallecas, ahí ha bajado todo muchísimo pero porque se está degradando, apenas hay limpieza, si se rompe un adoquín no lo arreglan nunca”.

En las zonas nuevas tienen que coger el coche para comprar el pan y han surgido supermercados que son muy caros

Preguntado por si la llegada de nuevos inquilinos está cambiando la cara del barrio, Roberto dice que sí: “los que están llegando a los PAU son aspirantes o tienen la ilusión de ser clase clase media alta, de hecho, desde que empezaron a aparecer, cambió el color político yel PP ganó las últimas elecciones en Vallecas. En cuanto a los precios, muchos estamos acostumbrados a llenar la cesta de la compra en comercios de barrio, pero en las zonas nuevas tienen que coger el coche para comprar el pan y han surgido supermercados que son muy caros”.

Lavapies es la nueva Chueca

Podría parecerse al proceso de gentrificación –desplazamiento de una población por otra de mayor poder adquisitivo- que ocurrió en Chueca en los 90 y ahora está sucediendo en Malasaña. Diana ha vivido en los dos barrios:“Me mudé a Chueca en los 90 básicamente porque era céntrico, yo no conduzco, y tiene tres paradas de metro de tres líneas diferentes a menos de dos minutos. En aquella época el barrio empezó a subir mucho por el auge de los gais, ya que ellos normalmenteno tienen familia, ni hipotecas, es decir, tienen más dinero para invertir y plantearse la vida de otra forma. Por eso subió tanto el barrio, pero a la vez se mantuvo mucha gente de la de siempre. Había muchas diferencias económicas entre los vecinos, lo que hacía que el barrio fuera aún más entrañable”.

“Ahora los jóvenes prefieren Malasaña peroya es imposible encontrar un chollo de vivienda en este barrio, en Chueca si se mira todavía sí se puede dar con algo. El problema de Malasaña es que, aunque hay un supermercado DIA, está menos surtido. Pero hay muchos pequeños comercios de alimentación, ya que había un mercado en los años 30 que se quitó y se le dieron tiendas a todos los que tenían algún puesto”.

Otro barrio céntrico en auge es Lavapiés. El metro cuadrado de alquiler está a 12 euros, según la información de Fotocasa de octubre de 2013. Es una de las zonas donde los precios están repuntando. Rogelio vive allí con su novia, alquila por 730 euros un piso de 50 metros cuadrados, pero no observa ese fenómeno: “A este barrio venimos muchas parejas típicas, de entre 20 y 30 años y de profesiones liberales. Si pretendes tener hijos te tienes que ir de aquí, porque si no, vives como durante la revolución industrial en Londres. Los que tienen hijos en este barrio suelen irse a la periferia. De hecho, antes de venir al barrio, hablamos con varios inquilinos y muchos al tener un hijo decidían marcharse a una zona más residencial y con menos inmigración”.

En verano las calles de Las Tablas están tan desiertas que se escuchan las chicharras, pero entras en casa y están todas las vecinas en la piscina

Un barrio prototípico en Madrid de este tipo es Las Tablas, donde el precio medio del alquiler no hace más que bajar. Luis vivió allí de alquiler compartido antes de la llegada de la crisis: “Eso era un descampado. Para comprar tenía que ir como quince minutos andando, si tenía que coger más de dos bolsas ya tenía que ir en coche. Alquilaba por 300 euros un piso de cinco habitaciones con garaje, piscina, gimnasio y todo eso y éramos seis en la casa. Luego me fui a otro piso también en Las Tablas, por el mismo precio, compartiendo, pero también teníamos muchos complementos de gimnasio y demás, pero el problema que tieneLas Tablases que es un solar. También si quieres ir a un bar es de estos típicos de nuevos ricos. Luego en verano vas por la calle desierta, que se escuchan las chicharras, pero entras en casa y están todas las vecinas en bikini en el césped de la piscina, los maridos jugando al pádel…”

Por estos motivos, Luis decidió mudarse al centro. “Me fui a Atocha un par de años, donde compartí piso con dos amigos y ahora me he ido con mi novia un poco más abajo, a Palos de la Frontera, donde estoy muy cerca andando del centro y pago 750 euros al mes por casi 90 metros cuadrados. La señora que nos alquiló el piso dice que nos lo dejó barato porque vio que yo tenía un contrato y éramos una pareja, antes había tenido una mala experiencia con un tío que no le pagaba y le interesaba asegurar”.

Buscando ahorrar en la periferia

De todas formas, hay que irse aún más lejos si lo que se busca es un verdadero chollo. Relaño, el responsable de Inmobiliarias Madrid, asegura que en municipios como Leganés, Getafe o Alcalá de Henares los alquileres pueden salir más baratos, en torno a un 30 o 40%.

Fran, por ejemplo, es fotógrafo y trabaja retratando esquiadores y ciclistas. Por ese motivo reside en Cercedilla, lo que le permite alquilar una casa de 90 metros cuadrados por 400 euros al mes. “Tardo unos 40 minutos en llegar a Moncloa en coche, pero mi problema no es ir, sino que nadie viene a verme. Y tampoco tengo una oferta muy buena para hacer la compra, está muy limitado, me tengo que bajar a Villalba, 17 kilómetros de ida y 17 de vuelta. En Cercedilla tengo supermercados grandes que están bien, pero los precios no son como los del Lidl, por ejemplo. Para compensar, tengo otras ventajas, en verano paso menos calor”.

Miguel, que es periodista freelance, también le ve ventajas a vivir lejos. Resideen Aravaca y tuvo que mudarse solamente “para poder usar el coche”. Según cuenta: "En mi barrio antiguo tenía que pagar por tener el coche en la calle, aquí me puedo permitir un alquiler con plaza de garaje. Parece que los barrios nuevos son más caros por el nivel de vida, pero desde mi experiencia no es así. Aquí estoy bien comunicado con Madrid, en 6 minutos estoy en Moncloa, y tengo un Hipercor al lado de casa. Pago 600 euros por un estudio de 40 metros cuadrados con piscina y trastero".

En estos años de recesión el centro tiene un problema añadido, el aumento de la delincuencia

En esa misma línea está la opinión de Marta, que ha pasado por varios pisos. “En el centro los pisos asequibles son muy viejos, pequeños y si están reformados tampoco quedan muy bien. Estuve en La Latina y la pared de mi piso daba directamente a la calle y hacía mucho frío, gastaba una barbaridad de calefacción. Era todo eléctrico y llegué a pagar facturas de 190 euros en dos meses que no me podía permitir. La zona estaba bien, y el Rastro animaba el ambiente, pero al final quedaba demasiada suciedad y se hace todo muy cansino”.

Además, Marta añade un problema más al centro en estos años de recesión, el aumento de la delincuencia: “En diciembre del año pasado me clonaron mi tarjeta de crédito en Embajadores, donde solía sacar dinero. Y en febrero, un día sobre las diez de la noche, que se supone que no es una hora tan peligrosa, en Ribera de Curtidores me cogió un hombre, me puso una navaja en el cuello y otro me quitó el bolso. De modo que ahora vivo en Goya, donde paradójicamente el alquiler me sale más barato que en La Latina, pero creo que es una zona mucho mejor. Además, di con una casera que decía que ponía precio bajo porque no le interesaba tener el piso parado ni un mes y estamos pagando 600 euros por 65 metros compartiendo con un amigo”.

También existe el caso inverso. Ricardo, por ejemplo, logró alquilar su piso de 80 metros en Arganda por 500 euros y se ha venido a vivir a Madrid. “Tengo piso en Chamberí por 490 euros,un estudio de 35 metros cuadrados. He notado que dentro de la M-30 los precios varían poco. En lo único que he notado el impacto es en el precio de los bares, bajé a desayunar el primer día y me llevé un susto”.

La compra de viviendas sigue en descenso y el auge de los alquileres está conllevando una dinámica, como en las situaciones comentadas, de mezcla de clases sociales que no había sucedido hasta ahora en la capital. En todas partes, claro, no. Según José Miguel Valcázar, de promociones inmobiliarias M2, que opera en el norte de la ciudad, los alquileres se han mantenido más o menos estables: “En esta zona los precios no caen, Arturo Soria y La Moraleja siguen siendo muy demandadas”. Del mismo modo que en las tradicionales de nivel “el Barrio de Salamancasigue siendo el más caro”.

Desde el inicio de la crisis los alquileres en España han bajado alrededor de un 30%. No obstante, según un informe del portal inmobiliario Idealista, durante el pasado verano en Madrid los precios habrían tocado suelo. Además, Fotocasa asegura en un estudio que en el último trimestre del año los precios han empezado a subir tímidamente, un 0,2 por ciento, después de un 6,3 de caída acumulada anual. Lo lógico sería que durante todos estos años se hubieraproducido en la capital un tránsito de población en búsqueda de alquileres baratos y zonas con acceso a supermercados de descuento (los que más crecimiento han experimentado durante la crisis), pero Madrid todavía conserva sus particularidades.

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