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Las ocho cosas que no debes hacer si quieres ganarte el respeto en el trabajo
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Las ocho cosas que no debes hacer si quieres ganarte el respeto en el trabajo

Aunque en el mundo laboral lo que realmente debe ser premiado es la eficacia y la calidad del trabajo realizado, sabemos que en ocasiones no es así

Foto: Gestos en apariencia insignificantes como no saludar pueden convertirnos en la diana de nuestros compañeros de trabajo. (Corbis)
Gestos en apariencia insignificantes como no saludar pueden convertirnos en la diana de nuestros compañeros de trabajo. (Corbis)

A pesar de que en el mundo laboral lo que realmente debe ser premiado y valorado es la eficacia y la calidad del trabajo realizado, todos sabemos que en muchas ocasiones no es lo único que cuenta. Además, las impresiones superficiales también importan, y la actitud que muestras, cómo te relacionas, cómo te vistes o cuáles son tus hábitos en el lugar de trabajo pueden influir negativa o positivamente a la hora de procurarte un ascenso (¡o un despido...!). De manera que aquí van las ocho cosas que debes evitar en la oficina para ganarte el respeto y el cariño de todo el mundo.

1. No te guíes por el compañero peor vestido

Siempre hay alguien que va a trabajar en chanclas, o en zapatillas de deporte, o con esa camiseta que no se sabe muy bien si es la que ha utilizado la noche anterior de pijama o la que utilizará por la tarde para echar el partido de fútbol con los amigos. Siempre. Pero que semejante sujeto exista no significa que tú tengas que situar tus niveles de exigencia partiendo de él. Puedes ir, por supuesto, cómodo, si su trabajo lo permite, pero no te pases: no vas a la playa ni estás en el salón de tu casa. Y ganarte el mote de "el peor vestido" no te ayudará nada a la hora de ser mirado con buenos ojos.

2. No seas borde

A lo mejor no eres la persona más sociable del mundo, puede que separes claramente la esfera laboral del ocio o quizás estás demasiado concentrado en tu trabajo. Pero si no quieres ser considerado un empleado problemático, tienes que ser amable y relacionarte con los demás. Andar por ahí sin saludar, de brazos cruzados y evitando el contacto visual puede ser muy perjudicial, aunque simplemente estés pensando en tus cosas.

Puede que simplemente tengas un mal día o que seas tímido, pero esa actitud te ayudará a ganarte una mala reputación. Sonríe, aunque no te apetezca. A la larga lo agradecerás.

3. No seas desaliñado, no ensucies

En casa puedes tardar en bajar la basura cuanto gustes, o amontonar periódicos sobre la mesa o no tirar los papeles usados. Pero en el trabajo, y especialmente cuando se comparte el espacio ­–lo que es cada vez más frecuente– debes ser limpio y ordenado. Si da la impresión de que lo tienes todo desordenado la gente dará por hecho que eres una persona desorganizada y que no se te pueden asociar grandes responsabilidades.

4. No intimides

A lo mejor eras uno de los chicos malos en el instituto y tiendes a amedrentar o a reírte de los demás, sea a sus espaldas o con ellos presentes. Pero no es una buena idea. Además de ser una práctica que éticamente no está bien, y que a ti no te produce ningún beneficio, estarías incurriendo en el llamado bullyinglaboral, lo que puede llegar a ser motivo de despido. Evidentemente, no es la mejor manera de hacer amigos: recuerda que ya no estás en el colegio y no se trata de estar en el grupo de los más guays.

5. No lo sueltes todo

Está bien moverse en un ambiente de confianza, pero no debes compartirlo todo en el trabajo. Es mejor guardarse cosas para uno mismo, y no aburrir a los demás con tu vida sexual o lo que hiciste el fin de semana. Las conversaciones deben ser amables, pero profesionales, y lo más conveniente es que tu vida personal quede al margen. Esas informaciones proporcionadas pueden volverse en tu contra fácilmente.

6. No te quejes

No hables de lo cansado o de lo ocupado que estás: todos están cansados y todos están ocupados y, además, a nadie le importa como estés tú. Así de triste y así de sencillo. Si te encuentras extremadamente abrumado por la carga de trabajo, lo mejor será que hables con tu jefe y le pidas ayuda, la ampliación de algún plazo o una nueva repartición de las tareas. Pero no se lo cuentes a tus compañeros: ellos están tan agobiados como tú, y las quejas siempre dificultan el ambiente de trabajo.

7. No pases el día haciendo llamadas personales, escribiendo mensajes o utilizando las redes sociales

Todas esas actividades puedes realizarlas desde cualquier sitio, pero recuerda que vas a la oficina a trabajar, y las llamadas que hagas deberían estar relacionadas con tu ocupación. Evidentemente, puedes tener alguna interacción personal durante el día: es normal que alguien necesite contactar contigo, o que tú tengas que comentarle algo a algún ser cercano. Pero si tu madre te llama a la oficina cinco veces, tal vez tengas que explicarle que ese no es el lugar para conversar. Aplícate el cuento con el móvil o con las redes sociales: quizás 12 actualizaciones de tu estado mientras estás trabajando no sea la mejor manera de parecer implicado en la tarea.

8. No seas el primero en irte

Una de las maneras más sencillas de juzgar cuánto trabaja un compañero es observar a qué hora sale. No debes dar por concluida tu tarea lo antes posible si quieres causar una buena impresión, aunque ya hayas cumplido eficazmente con tu cometido. El tiempo que visiblemente está uno en la oficina es más importante en unas empresas que en otras, pero debes asegurarte de estar disponible y ayudar a los demás antes de irte: todos pensarán, aunque sea injustamente, que te quieres escaquear.

A pesar de que en el mundo laboral lo que realmente debe ser premiado y valorado es la eficacia y la calidad del trabajo realizado, todos sabemos que en muchas ocasiones no es lo único que cuenta. Además, las impresiones superficiales también importan, y la actitud que muestras, cómo te relacionas, cómo te vistes o cuáles son tus hábitos en el lugar de trabajo pueden influir negativa o positivamente a la hora de procurarte un ascenso (¡o un despido...!). De manera que aquí van las ocho cosas que debes evitar en la oficina para ganarte el respeto y el cariño de todo el mundo.

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