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Guía para sobrevivir (y disfrutar de la vida) en la mediana edad
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LA MADUREZ ES LA MEJOR EDAD PARA PASARLO BIEN

Guía para sobrevivir (y disfrutar de la vida) en la mediana edad

La crisis de la mediana edad, que se expresa con crisis de ansiedad y diferentes clases de depresión, tiene solución y pasa por la "reinvención positiva"

Foto: Durante la crisis de los 40 hay que reinventarse en todos los planos de la vida para asumir las carencias y potenciar las fortalezas. (Corbis)
Durante la crisis de los 40 hay que reinventarse en todos los planos de la vida para asumir las carencias y potenciar las fortalezas. (Corbis)

La pérdida de seres queridos, los problemas de salud, la desaparición de la libido o el distanciamiento de los hijos y amigosson algunos de los elementos más traumáticos, a pesar de tratarse de procesos naturales, que nos acompañan durante el envejecimiento. La combinación y concentración de todos ellos en un determinado período de la vida pueden desembocar en la temida crisis de la mediana edad. Un fenómeno cada vez más generalizado debido al contexto actual en el que también se debe lidiar con los problemas económicos, cuando no se trata del desempleo de larga duración.

La crisis de la mediana edad afecta principalmente a los hombres, aunque por razones socioculturales se silencie y se vincule exclusivamente a las mujeres. Para más señas a las que sufren menopausia, lo que trivializa todavía más el problema e impide profundizar en este para buscar soluciones. Los síntomas se sufren en silencio y, como explican los psicólogos, esta es una de las principales razones que impiden atajar un problema muy extendido entre la sociedad durante los últimos años. El aumento de las depresiones entre los varones de 30 a 49 años, que si se suma a la ansiedad alcanza casi al 40%, dan buena cuenta de ello.

El coach en desarrollo personal Alan Heeks explica en su último ensayo, titulado Out of the Woods: A Guide to Life for Men Beyond 50, que los hombres tienen menos habilidades sociales para “sobrevivir a la mediana edad”. Sobre todo, añade, porque normalmente carecen de la capacidad para expresar sus sentimientos debido a la falta de costumbre por el estigma social que aún persiste hoy en día. “Ir al bar no es suficiente como para conseguir ese nivel de intimidad”, bromea el autor, “aunque comprarse un coche deportivo es uno de los mejores síntomas para diagnosticar la crisis de la mediana edad”.

“La felicidad no es fruto del azar, hay que buscarla día a día”

Muchos estudios psicológicos han demostrado que la felicidad y el bienestar se refuerzan con la edad. Entre ellos, una investigación realizada por el profesor de Economía de la Universidad de Warwick,Andrew Oswald, quien defiende la tesis de que la felicidad tiene forma de “U”. Es decir, empezamos a sentirnosmás infelices después de los 20 años, pero recuperamos el bienestar poco a poco hasta los setenta años. Concretamente,es alrededor de los cincuenta años cuando comenzamos a escalar por la pared de esa “U”. Una realidad que no niega Heeks, pero matiza que dicha felicidad en la vejez no es fruto del azar, sino que se debe trabajar día a día.

Los síntomas de la crisis de la mediana edad se sufren en silencio y esta es una de las principales razones que impiden atajar el problema

Cuando los roles se desvanecen, ya sea en el trabajo, em el matrimonio o en la familia, aparece un nuevo mundo lleno de posibilidades y de mayor libertad, explica Heeks, “sin embargo es fácil que nos sintamos perdidos y no tengamos a quien recurrir”. El coach reconoce que la mediana edad y el envejecimiento son los mejores años de la vida (la sabiduría y la experiencia son fuente constante de bienestar), pero cree que para aprovecharlos se necesitan ciertas habilidades sociales e inteligencia emocional “para evitar los peligros que nos encontramos por el camino”.

El mensaje clave de Out of the Woods es que las personas se deben reinventar en todos los sentidos al llegar a esta edad. Desde las relaciones sexuales hasta la forma de convivir con los achaques físicos “porque a partir de cierta edad todo comienza a ser diferente y debemos adaptarnos para que, haciendo las cosas de otra forma, podamos disfrutar tanto o más de ellas”. En un principio, explica en su libro, “es lógico que tengamos miedos por las consecuencias del envejecimiento, pero si no lo asumimos como un efecto natural nunca los superaremos ni podremos convivir con ellos”.

La conciencia de la madurez

A estas edades, los cambios se imponen y la posibilidad de control está mucho más limitada, lo que puede dañar la autoestima. Sin embargo, “hay que experimentar, buscar alternativas, explorar lo desconocido y volver a encontrarnos a nosotros mismos y el mundo exterior para disfrutar de la vida”. De esta forma, se dejarán atrás las rutinas o los hábitos que menos se amoldan a este periodo vital y fomentarán otros nuevos y mejor adaptados. “No es fácil cambiar los hábitos, pero es posible y, sobre todo, hay que asumir que así tiene que ser”. Esto no quiere decir, según matiza el coach, que no se puedan cumplir a estas edades muchos sueños de la juventud, sino todo lo contrario.

Para experimentar este tipo de “reinvención positiva”, hay que tener iniciativa, orientarse siempre a unos propósitos muy concretos y correctamente identificados. Heeks no cree que tengan que producirse cambios en el interior de las personas demasiado trascendentales a primera vista, pero que a la larga sítienen consecuencias muy positivas para el ánimo. En entre ellos destaca:

-Cumplir sueños no realizados de la infancia o la juventud.

-Disfrutar al máximo del presente para relativizar los problemas que se arrastren del pasado.

-Identificar tus hobbies e intereses para reconstruir tu vida en torno a ellos y mostrarte tal y como eres o quieres ser.

-Aprovechar las ventajas que ofrece la experiencia para explotarlas laboral y sentimentalmente.

-Romper con las relaciones del pasado cuando estas se acaben, principalmente si se trata de una relación matrimonial.

La estabilidad emocional y sentimental en esta fase vital guarda una relación directa con la capacidad para ser conscientes de lo que somos. Solo así, sentencia el coach, podremos alcanzar la felicidad y asumir tanto nuestras carencias y debilidades, para disminuir su impacto negativo, como nuestras fortalezas para explotarlas al máximo.

La pérdida de seres queridos, los problemas de salud, la desaparición de la libido o el distanciamiento de los hijos y amigosson algunos de los elementos más traumáticos, a pesar de tratarse de procesos naturales, que nos acompañan durante el envejecimiento. La combinación y concentración de todos ellos en un determinado período de la vida pueden desembocar en la temida crisis de la mediana edad. Un fenómeno cada vez más generalizado debido al contexto actual en el que también se debe lidiar con los problemas económicos, cuando no se trata del desempleo de larga duración.

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