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Los siete motivos más absurdos y ridículos para prohibir un libro
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Los siete motivos más absurdos y ridículos para prohibir un libro

La codena de determinados libros es algo que ha sucedido siempre, y el famoso escrutinio de El Quijote es un buen ejemplo de ello: el cura

Foto: La célebre Caperucita ha sido censurada en EEUU. (Corbis)
La célebre Caperucita ha sido censurada en EEUU. (Corbis)

La condena de determinados libros es algo que ha sucedido siempre, y el famoso escrutinio de El Quijote es un buen ejemplo de ello: el cura y el barbero desechan de la biblioteca del valiente hidalgo todos aquellos libros que no merece la pena leer.

Las razones para la prohibición de libros han sido muy variadas, aunque muchas tenían que ver con motivaciones ideológicas, religiosas, morales o políticas. Ya el Index librorum prohibitorum, creado por la Sagrada Congregación de la Inquisición de la Iglesia Católica, censurabanumerosos autores por su contenido contrario a los ideales de la institución: Erasmo de Rotterdam, Giordano Bruno, Descartes, Francis Bacon, Stendhal o Flaubert eran mentes non gratas para el Santo Tribunal. ElIndexse creó en 1559y su última edición data de 1948.

Sorprende cómo aún hoy en día en el mundo occidental existen determinadas obras censuradas. Destaca la larga lista del Opus Dei, institución católica ligada a la Iglesia, que divide las obras en seis grupos: los libros que todos pueden leer; la lectura que requiere un poco de formación; los libros que requieren formación y un permiso del director espiritual; los que pueden ser leídos por aquellos que tengan la formación requerida y la necesidad de leerlos, también con el consabido permiso del director espiritual; los que no se pueden leer, salvo con un permiso especial de la delegación y, finalmente, la denominada “lectura prohibida”, libros que sólo pueden leerse con el permiso del Padre (Prelado).

Muchas escuelas se han mantenido firmes ante las peticiones de prohibición por parte de los padres

Sin embargo, y a pesar de las fuertes restricciones de este tipo de sectores, podríamos decir que en general (y, sobre todo, en comparación con tiempos anteriores) en Occidente se goza de una gran libertad para la publicación de textos culturales. A pesar de lo cual, no obstante, hay determinados libros modernos que han sido censurados (total o parcialmente) por las razones más disparatadas y otros, quizá no tan modernos, cuya prohibición no deja de sorprendernos. Aquí van algunos de los más insólitos.

1. ‘Harry Potter y la piedra filosofal’, de J. K. Rowling

Tal vez la universalmente famosa historia del niño mago pueda resultar inofensiva a los ojos de muchos lectores y, dada su difusión a lo largo del globo, es difícil pensar que haya sido censurada. No obstante, los primeros cuatro libros de la colección son los más prohibidos en EEUU actualmente, ya que han sido calificados como la “obra maestra del engaño satánico”. Muchas escuelas y bibliotecas se han mantenido firmes ante las peticiones de retirada de los ejemplares por parte de los padres, pero otras muchas han eliminado todo resto del famoso mago de sus estanterías.

Aunque quizá lo más sorprendente es que el libro iniciático de la saga está terminantemente prohibido en los Emiratos Árabes Unidos ya que, según las instituciones del país, incentiva la brujería.

2. ‘Alicia en el País de las Maravillas’, de Lewis Carroll

Por alguna razón misteriosa, parece ser que los libros y la magia o los fenómenos no reales son una fuente de inquietud para algunos gobiernos del mundo. En 1931 el gobernador de la provincia de Hunan, en China, prohibió las aventuras de la rubia Alicia porque “los animales no deben usar el lenguaje humano, ya que es desastroso poner a los animales y a los seres humanos al mismo nivel”.

3. ‘Caperucita Roja’, de Charles Perrault

El famoso cuento popular de la niña con la caperuza roja, la abuela y el lobo fue recogido por primera vez por Perrault en uno de sus volúmenes de cuentos. ¿Qué hay de ofensivo o peligroso en el relato? La pregunta es comprensible y, la respuesta, algo disparatada. Esta inocente historia fue prohibida en dos distritos californianos porque una de las cosas que la pizpireta Caperucita lleva en la cesta –¡para su abuelita!– es vino.

4.‘James y el melocotón gigante’, de Roald Dahl

El autor inglés ha enfurecido en numerosas ocasiones a los padres norteamericanos, que consideraban sus libros demasiado irreverentes: en ellos aparecen niños desobedientes, incluyen palabras obscenas (¿hay algo que diga más un niño que “caca culo pedo pis”?) y los padres aparecen caracterizados como villanos en numerosas ocasiones (recuerden, por ejemplo, a los incomprensivos progenitores de Matilda). Muchos de los libros de Dahl han sido retirados de colegios y librerías estadounidenses. James y el melocotón gigante fue prohibido en Wisconsin porque su compañera de piso, la araña, se lame los labios, lo que “puede ser interpretado de dos maneras distintas, entre ellas la sexual”.

5. ‘Manolito gafotas’, de Elvira Lindo

No todos los niños conflictivos iban a ser internacionales, faltaría más. El producto nacional (bruto) también se encuentra entre la lista de libros considerados irreverentes. Aunque, en este caso, no fue la totalidad de la obra la que fue censurada. El simpático Manolito habla ya muchos idiomas pero, en su traducción al inglés, 14 años después de la publicación en España, fue necesario hacer algunos retoques. Manolito Four-Eyes, que así se llama en inglés, es un libro suavizado, ya que la corrección política en EEUU es, como estamos viendo, muy rígida. Las collejas perpetradas por la madre o que en un momento del libro se le dé de comer chocolate a un perro (lo que fue considerado maltrato animal) han sido los principales motivos de disgusto de las editoriales estadounidenses, tal y como ha contado la autora en muchas ocasiones.

6. ‘Hamlet’, de William Shakespeare

Abandonamos el terreno infantil para llegar a la obra genial del bardo inglés, que fue prohibida en Etiopía en los años 70, aunque nunca se han aducido los motivos específicos de esta censura. Se ha relacionado con la redada que se llevó a cabo tras el golpe militar de 1974, en la que se prohibió todo lo que no apoyase al nuevo gobierno: prensa, libros y canciones se censuraron sin piedad. La puesta en escena de la obra de Shakespeare fue vetada en 1978, (¿quizá por la alusión a un gobierno ilegítimo?), y su director, el entonces ministro de Cultura Tsegaye Gabre Medhin, perdió su trabajo.

7. ‘¿Dónde está Wally?’, de Martin Harford

Aunque este libro no sea estrictamente literario, su mención merece la pena por lo sorprendente de su censura. Aunque resulta verdaderamente difícil de creer, la serie de libros del chaval con gorro rojo y camiseta de rayas fue retirada de algunas bibliotecas en Michigan y Nueva York por “contener elementos sucios en algunas páginas”. La explicación es inaudita: en una de las láminas aparecía una imagen de una chica que hacía topless en la playa (una imagen microscópica y dibujada). No obstante, fue suficiente para impedir la distribución normal de la serie.

La condena de determinados libros es algo que ha sucedido siempre, y el famoso escrutinio de El Quijote es un buen ejemplo de ello: el cura y el barbero desechan de la biblioteca del valiente hidalgo todos aquellos libros que no merece la pena leer.

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