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Un desayuno alto en calorías puede ser la clave para perder peso
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POR QUÉ DEBEMOS COMER MÁS POR LA MAÑANA

Un desayuno alto en calorías puede ser la clave para perder peso

De la importancia de un buen desayuno nos han hablado todos, incluso (o sobre todo) nuestras madres. Ahora, la ciencia les da la razón.

Foto: ¿Cuáles son las ventajas de tomar un buen desayuno cada mañana? (Corbis)
¿Cuáles son las ventajas de tomar un buen desayuno cada mañana? (Corbis)

De la importancia de un buen desayuno nos han hablado todos, incluso (o sobre todo) nuestras madres. Que si es la comida más importante del día, que si no se te ocurra salir de casa con el estómago vacío, que si un café no es suficiente… Sabemos que para rendir a lo largo de la jornada laboral tener la tripa llena desde primera hora es un factor indispensable, pero ahora también los nutricionistas nos recuerdan que, si nuestro objetivo es perder peso, debemos preocuparnos por desayunar bien.

Según un estudio publicado en el último número de la revista Obesity, un desayuno contundente puede contribuir a nuestro adelgazamiento. Como indica la investigación realizada por un conjunto de nutricionistas de la Universidad de Tel Aviv, consumir la mayor parte de calorías del día a comienzo de la jornada engorda sensiblemente menos que hacerlo durante otros momentos del día, como el mediodía o la noche.

El grupo de científicos utilizó a 93 mujeres con sobrepeso, a las que sometieron a un régimen de 1.400 calorías durante un año completo. Estas fueron divididas en dos grupos que ingerían la misma cantidad de calorías al día. La diferencia es que uno de ellos situaba el momento de mayor consumo de alimentos por la mañana, y el otro, a última hora de la noche. En concreto, el primero tomaba 700 calorías en el desayuno, 500 en el almuerzo y 200 para la cena; en el caso del segundo grupo, esta secuencia se invertía y tomaba 200 calorías en el desayuno, 500 en la comida y 700 en la cena. Pues bien, los que ingerían más alimentos durante la mañana perdieron más peso y redujeron la circunferencia del estómago de manera más acentuada que aquellos que cenaron de manera contundente.

El síndrome metabólico

Todas las participantes del estudio, mujeres que tenían alrededor de 40 años, sufrían lo que se conoce como síndrome metabólico, es decir, la conjunción de factores de riesgo y enfermedades que aumentan las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes. Uno de los grandes problemas sanitarios que tiene que afrontar países occidentales como Estados Unidos, donde se cree que el 25% de los mayores de 20 años lo sufre, y que probablemente haya sido la principal motivación para realizar el estudio.

Aquellos niños que acudían a clase con el estómago vacío tenían muchos más problemas para retener la información

Como señalan los investigadores en la conclusión del artículo, “un desayuno alto en calorías junto a una cena más ligera podrían ser una útil alternativa para el control de la obesidad y del síndrome metabólico”. En este grupo, los investigadores encontraron que los niveles de glucosa e insulina habían descendido entre las participantes, así como su sensación de hambre, mientras que se sentían más saciadas a lo largo del día. Esta ha sido, tradicionalmente, la razón principal que explica por qué, como afirmó la nutricionista estadounidense Adelle Davis en los años sesenta, debemos “desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”.

No es el primer estudio que indica la relación existente entre un buen desayuno y los bajos niveles de insulina, una de las hormonas que favorecen la acumulación de las grasas. Una investigación publicada en el American Journal of Epidemiology señalaba que saltarse el desayuno aumentaba la prevalencia de la obesidad. Dicho estudio indicaba también que cuantas más comidas se realizan al día, menor es el riesgo de sufrir sobrepeso, puesto que ello contribuía a evitar la aparición de la sensación del hambre.

Qué pasa si no desayunamos correctamente

Aunque esta es una buena razón para tomarse veinte minutos al día para desayunar, no debería ser la única. Como indicó este pasado mes de julio una investigación realizada por la Asociación Americana del Corazón, los hombres de mediana edad que se saltan el desayuno tienen más posibilidades de tener un ataque al corazón o sufrir problemas cardiacos. Una de las razones por las que esto ocurre es que, por lo general, la clase de alimentos que ingerimos durante el desayuno, como los cereales, suelen ser más saludables que los que consumimos en la comida o en la cena. Estos proporcionan a lo largo del día una sensación de saciedad que, además, evita que acudamos constantemente a la nevera a picotear (o, en su defecto, a la máquina de vending del trabajo).

Las personas que se toman en serio la primera comida del día tienen un mejor humor

Pero saltarse el desayuno no afecta únicamente a nuestro corazón sino, como los profesores suelen recordar a sus alumnos a partir de su experiencia personal, también a nuestra memoria. Un estudio realizado en la Universidad Tufts, en Boston, puso de manifiesto que aquellos niños que acudían a clase con el estómago vacío tenían muchos más problemas para retener y procesar la información recibida en el aula. Además, añadía que los niños que desayunaban cereales de avena eran los que mejores resultados obtenían.

¿Alguna vez has sentido mal humor por tener el estómago vacío? Los participantes de un estudio publicado en 1999 en Physiology & Behavior, sí, y la causa era no desayunar correctamente. Por el contrario, las personas que se tomaron en serio la primera comida del día tenían un humor mucho más positivo, lo que, al mismo tiempo, se reflejaba en su comportamiento y en la calidad de su trabajo a lo largo de la jornada. Muchos pensarán que el consumo de cafeína es lo que realmente estimula a los participantes de estos estudios, y no la comida en sí, pero esta investigación realizada por científicos de la Universidad de Bristol explicaba que esta no tenía ningún impacto en el humor o la memoria de trabajo de los que la tomaban, aunque sí a la hora de combatir la fatiga y de codificar nueva información.

De la importancia de un buen desayuno nos han hablado todos, incluso (o sobre todo) nuestras madres. Que si es la comida más importante del día, que si no se te ocurra salir de casa con el estómago vacío, que si un café no es suficiente… Sabemos que para rendir a lo largo de la jornada laboral tener la tripa llena desde primera hora es un factor indispensable, pero ahora también los nutricionistas nos recuerdan que, si nuestro objetivo es perder peso, debemos preocuparnos por desayunar bien.

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