Es noticia
Unidos ante el accidente: la enorme solidaridad de la gente común
  1. Alma, Corazón, Vida

Unidos ante el accidente: la enorme solidaridad de la gente común

El pueblo gallego ha demostrado ser un ejemplo de solidaridad tras el fatídico accidente ferroviario ocurrido la noche del miércoles, tan solo tres horas antes de

Foto: Cientos de ciudadanos acudieron a los centros de salud y unidades móviles de transfusión para donar sangre. (EFE/ Xoán Rey)
Cientos de ciudadanos acudieron a los centros de salud y unidades móviles de transfusión para donar sangre. (EFE/ Xoán Rey)

El pueblo gallego ha demostrado ser un ejemplo de solidaridad tras el fatídico accidente ferroviario ocurrido la noche del miércoles, tan solo tres horas antes de que arrancasen las fiestas de Santiago Apóstol. La rápida reacción de los cientos de jóvenes congregados en la capital gallega para celebrar el día grande de Galicia, que acudieron en masa a donar sangre al hospital y los centros de salud, ha puesto de manifiesto los valores morales de una juventud que cambió diversión por colaboración en solo unos pocos minutos.

La intervención de los vecinos próximos al lugar de los hechos, que saltaron a la vía para rescatar a las víctimas rompiendo los cristales de los vagones ayudados solamente con piedras, no deja duda de que la tragedia nos ha dejado una de las mejores estampas de la naturaleza humana. Mari, una vecina de la zona, Angrois, relató a la cadena Ser cómo arrancó con sus propias manos las vallas de seguridad para que los heridos pudiesen acceder lo más rápido posible a las ambulancias. Las mantas y el agua también corrieron de su cuenta, mientras que otros aportaron sus coches para trasladar a las víctimas al hospital. Como ellos, cientos de santiagueses que, unidos ante la adversidad, dieron una lección al mundo. No en vano, una gran parte de la prensa internacional ha recalcado en sus informaciones sobre el accidente los valores que hacen grande a un pueblo.

Los profesionales sanitarios, que se encontraban fuera de su horario laboral o en localidades próximas, no dudaron en enfundarse su bata blanca para ir rápidamente al servicio de urgencias y atender a los heridos. El espíritu asistencial y altruista caracterizó una vez más a esos maltratados y tan necesarios médicos y enfermeros de la sanidad pública. Tanto es asíque una anestesióloga del Hospital Clínico de Santiago informó unas horas después del accidente que “ahora mismo hay más médicos que heridos".

Médicos, bomberos, psicólogos y héroes anónimos

Los vecinos de la zona de Angrois, donde descarriló el tren, fueron los primeros en socorrer a las víctimas. (Lavandeira/ EFE)El gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, Luis Verdes Remesal, remarcó también que “ha habido una respuesta magnífica de todos los profesionales, médicos y personal de enfermería". Ayer, la mayoría de ellos también renunció a su día libre por la festividad gallega, a pesar de haber pasado toda la noche trabajando.

Los bomberos de la provincia de A Coruña, en huelga indefinida desde el lunes y muchos de ellos encerrados dentro de los parques en señal de lucha contra los recortes en la asistencia ciudadana que prestan, desconvocaron su paro para prestar su ayuda en las tareas de descarcelamiento de los vagones y relevar a sus agotados compañeros. "Estábamos en huelga desde hace unos días. Pero nada más salir el aviso del accidente de Santiago decidimos desconvocar la huelga para que hubiera más personal operativo y desde el comité de empresa también avisamos a todas las personas que estaban de día libre. A los veinte minutos ya estábamos todos preparados", relató uno de los huelguistas.

Junto a los médicos y bomberos, los psicólogos cerraron el círculo de la solidaridad. Alguno de ellos incluso acababa de culminar el Camino de Santiago. Una de estas personas, voluntaria en Psicólogos sin Fronteras, relató en RNE1 que justo se enteró de la tragedia tras conseguir la ansiada compostelana después de varios días caminando. A pesar de las ampollas en los pies y el cansancio del camino no dudó en acudir al pabellón donde se aglomeraban los familiares para darles apoyo y atención psicológica.

Ahora queda por superar lo peor. Después del shock llega el verdadero duelo. La Xunta de Galicia ha decretado siete días de luto, pero todos los 24 de julio serán siempre para ellos, para los que se fueron, para los que perdieron a los suyos. Sin embargo, y esta vez sí, los sentimientos de comunidad y de solidaridad abrirán el camino para superar el trauma, sin olvidar pero mirando siempre hacia adelante.

El pueblo gallego ha demostrado ser un ejemplo de solidaridad tras el fatídico accidente ferroviario ocurrido la noche del miércoles, tan solo tres horas antes de que arrancasen las fiestas de Santiago Apóstol. La rápida reacción de los cientos de jóvenes congregados en la capital gallega para celebrar el día grande de Galicia, que acudieron en masa a donar sangre al hospital y los centros de salud, ha puesto de manifiesto los valores morales de una juventud que cambió diversión por colaboración en solo unos pocos minutos.