Dónde puedes encontrar trabajo en 24 horas, si te acompaña la suerte

Hace una semana María entró en una céntrica oficina de trabajo temporal de Madrid dispuesta a encontrar un puesto que complemente su actual empleo. Su búsqueda no pudo ser más positiva: “Si quieres, firmas el contrato en media hora y esta misma tarde empiezas”. La vacante era para un puesto de dependienta en una tienda de ropa, que nada tiene que ver con la carrera de Historia y el máster en Estudios Contemporáneos de esta joven de 26 años. Pero era un trabajo, al final y al cabo.

La escena se puede explicar por dos factores. Uno: María es una chica con suerte. Dos: pese a la crisis todavía hay perfiles demandados y sectores que crean empleo. Ambos son válidos. “Es uno de esos casos en el que estás en el momento adecuado en el sitio preciso”, apunta Patricia Castañeda, Manager de Adecco, que reconoce la presencia de algún oasis en el desierto que es el actual mercado laboral.

En 2012 el portal de empleo Infojobs registró 887.510 puestos vacantes en España, un 8% menos que el año anterior y un 57% menos que en 2008. Aún así, en plena tormenta de destrucción de empleo las vacantes en puestos de comercial y ventas subieron un 17%. En línea ascendente también está el sector de la telefonía móvil y el energético, que concentran la mayor cantidad de oportunidades laborales. Entre los empleos emergentes están los programadores y la figura del community manager.

"Son puestos que exigen una imagen y una formación que es más fácil encontrar entre los jóvenes que entre adultos, por lo que nos estamos centrando en poner en marcha programas de reciclaje para todos esos parados que han trabajado toda su vida en sectores muy castigados por la crisis, como la construcción o la logística", analizan en una de las oficinas de la empresa de trabajo temporal  Unique.

El doble filo de ser joven y muy formado

Con un 26% de tasa de paro y un 56% de desempleo juvenil, las empresas de trabajo temporal viven una de sus épocas más ajetreadas. "Sabemos que actualmente hay un alto número de población activa que necesita con urgencia un trabajo, pero no podemos garantizarlo de la noche a la mañana porque no comerciamos con carne, gestionamos recursos humanos", apuntan en Adecco. Todas las ETT coinciden en la importancia de colocar a los más jóvenes lo antes posible, pero no es tarea fácil. 

“Ofrecer contratos de cajero o comercial a jóvenes con carrera, máster y que hablan idiomas es arriesgado. Están sobrecualificados y puede ser negativo tanto para el trabajador, que puede llegar a frustrarse, como para las empresas, que se exponen a perder un trabajador en cuanto aparezca un empleo con otras condiciones”, apunta Castañeda.

Un análisis que genera divisiones entre los desempleados más jóvenes. ¿Qué te parece que las empresas te descarten por ser licenciado? El Confidencial hizo esta pregunta a chicos y chicas de entre 26 y 30 años, que esperaban su turno en diferentes oficinas de empleo de la Comunidad de Madrid y sus respuestas se pueden resumir en el punto de vista de Ismael, geólogo de 28 años: "Nos vendieron que había que estudiar para encontrar trabajo y ahora el único trabajo que hay es para doblar camisetas en una tienda, algo a lo que estamos dispuestos pero para lo que no nos quieren". 

Verano: vacaciones para unos, trabajo para otros

Temporales y con baja retribución. Así son los contratos de temporada que se ofertan tanto en las campañas de verano, Semana Santa o Navidades, cuando comercios, restaurantes y hoteles demandan manos. "Ahí es cuando aparece trabajo en 24 horas si cumples el perfil", reconocen las ETT.

"Suelen ser empleos de cara al público para los que las empresas quieren gente con una determinada imagen, no muy mayores y con experiencia", apuntan en Adecco. Este sí es el momento para todos esos licenciados que mientras estudiaban hacían sus pinitos como dependientes o poniendo copas. 

En la próxima campaña estival se efectuarán aproximadamente 275.000 contrataciones, prácticamente las mismas que en el mismo periodo de 2012, según cálculos de Adecco, que constata que cada vez más colectivos, entre ellos las amas de casa y los parados de larga duración, demandan empleos veraniegos, que aparecen de repente, caducan a los tres meses y para los que no todos el mundo vale.