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Caso Hillary Clinton: cómo evitar que nos pase lo mismo
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CUIDADO CON LOS GOLPES

Caso Hillary Clinton: cómo evitar que nos pase lo mismo

El pasado lunes, en la víspera del Año Nuevo, desayunamos con la noticia de que la Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton había sido ingresada en

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Caso Hillary Clinton: cómo evitar que nos pase lo mismo

El pasado lunes, en la víspera del Año Nuevo, desayunamos con la noticia de que la Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton había sido ingresada en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, a causa de un coágulo cerebral. Las voces de alarma saltaron rápidamente ya que muchos entendieron que había sufrido un ictus (potencialmente mortal), pero las últimas noticias han señalado que se trataba simplemente de “un coágulo localizado entre el cráneo y el cerebro” y que, por ello mismo, no se teme por la vida de la esposa del 42º presidente de los Estados Unidos, que fue dada de alta la pasada madrugada. Además, sus médicos han añadido que no ha sufrido daño neurológico ninguno.

El coágulo está relacionado con un accidente que la política demócrata sufrió el pasado 15 de diciembre, en el cual perdió la consciencia y recibió un golpe que le causó una conmoción cerebral. Ello ocasionó el coágulo, que fue localizado durante una revisión realizada el pasado domingo y que derivó en su inmediata hospitalización. La aparición del coágulo es una de las consecuencias más graves que pueden causar este tipo de accidentes, que por lo general suelen producir problemas de funcionamiento cerebral durante un breve período de tiempo (como muchos aficionados al deporte sabrán, ya que es un accidente relativamente frecuente) y que no dejan consecuencias en el largo plazo.

Los coágulos se pueden originar a partir de una conmoción cerebralLa mayor parte de especulaciones sobre el estado de Clinton han tenido como origen el tratamiento que está recibiendo, y que se basa en la administración de anticoagulantes que ayudan a hacer la sangre más fluida. En Time, el doctor Lee Schwaam del Hospital General de Massachusetts afirma que se trata del último de los recursos a utilizar en estos casos, ya que los medicamentos que se suministran en dicho tratamiento pueden incrementar el riesgo de hemorragia y de inflamación en el cerebro, lo que ha espoleado la especulación. Por una parte, esta medicación puede estar siendo utilizada para prevenir el crecimiento del coágulo, en el caso de que estuviese obstruyendo las vías de acceso al cerebro. Por otra, que sean las de salida las que estén colapsadas. Tanto en uno como otro caso, serían necesarios los anticoagulantes para evitar un derrame cerebral.

Qué podemos hacer

Los médicos recomiendan, a propósito de lo ocurrido con Clinton, que las conmociones cerebrales se vean sucedidas por una visita al médico, con el objetivo de evitar males mayores. El doctor Jacob L. Heller del centro médico Virgina Mason en Seattle (Washington) realizó una pequeña guía de actuación ante las dificultades que se puedan derivar de una conmoción.  En primer lugar, hay que estar especialmente atentos ante cualquier posible cambio en nuestra memoria, reflejos, la aparición de fiebre, visión doble, dolores de cabeza persistentes u otros síntomas llamativos, como ocurrió en el caso de Hillary Clinton. Hay que recordar que existe el síndrome del segundo impacto, que se produce cuando una persona sufre otro traumatismo cerebral cuando aún está sufriendo los efectos del primero, y que puede llegar a ocasionar la muerte.

Entre las pruebas que pueden ser realizadas para comprobar el alcance del golpe suelen encontrarse la resonancia magnética, que toma imágenes de las estructuras internas de la cabeza, y que fue el método por el cual fue localizado el coágulo en la cabeza de la política americana, que ha anunciado que no seguirá al lado de Barack Obama durante su segundo mandato, y que será sustituida por el ex candidato a la presidencia John Kerry. También es posible realizar un escáner, con el que se obtienen resultados semejantes a los de la resonancia a través de los rayos X. Ante cualquier duda, tenemos que intentar prescindir del alcohol, no fumar y mantener una dieta más ligera.

El peligro del ictus

Un coágulo como el aparecido en la cabeza de Clinton puede estar ocasionado por una conmoción y, al mismo tiempo, anteceder un derrame cerebral, que puede resultar mortal. Entre los síntomas que pueden anteceder un ataque de este tipo se encuentran el adormecimiento o debilidad de ciertas partes del cuerpo, la confusión, los problemas de habla, pérdida de visión, problemas al caminar y dolor de cabeza. Síntomas parecidos a los que puede generar una mera conmoción, pero con unas consecuencias mucho más graves, y ante los cuales hay que actuar con rapidez ya que, como afirma la campaña de concienciación que tuvo lugar este año con motivo del día mundial del ictus, las cuatro horas y media inicales son vitales.

El sedentarismo y la predisposición genéticas son factores importantes a la hora de sufrir una trombosisEl ictus es la segunda causa de mortalidad en el mundo. El 95% de casos afectan a las personas mayores de 45 años, y un 66% a las que superan los 65, por lo que la edad es un factor importante. Además, suele afectar a los hombres un 25% más que a las mujeres. En cuanto a su origen, el 80% de ellos se deben a coágulos cerebrales y el 20% a hemorragias producidas en el interior de la cabeza.

Factores que influyen

La prensa americana ha recordado que Clinton ya sufrió un trombo en su rodilla derecha en 1998, y que tanto su predisposición genética como su estilo de vida pueden favorecer la aparición de este tipo de coágulos de sangre, que son especialmente peligrosos en cualquier parte del cuerpo ya que son la principal causa de infartos agudos de miocardio. El déficit de vitamina C es uno de los factores principales de la aparición de estos coágulos, ya que ayuda a la fluidez de la sangre, aunque también pueden influir el consumo de determinados medicamentos (como los contraconceptivos orales) o la vida sedentaria. La aparición de trombos es frecuente en aquellos pacientes que se están recuperando de una operación y que han de guardar reposo en cama, una situación donde pueden aparecer dichos coágulos.

Además, los largos viajes en avión como los que tiene que realizar a menudo la Secretaria de Estado suelen influir en la aparición de este tipo de problemas, debido a la prolongada inmovilidad a la que someten a los viajeros. Por ello mismo, Clinton parece haberse apeado de su posición de Secretaria de Estado, que dejará el próximo 21 de enero tras la investidura de Obama. Y, a pesar de lo que afirman ciertos rumores, ha negado en repetidas ocasiones que vaya a presentarse a las elecciones de 2016.

El pasado lunes, en la víspera del Año Nuevo, desayunamos con la noticia de que la Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton había sido ingresada en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, a causa de un coágulo cerebral. Las voces de alarma saltaron rápidamente ya que muchos entendieron que había sufrido un ictus (potencialmente mortal), pero las últimas noticias han señalado que se trataba simplemente de “un coágulo localizado entre el cráneo y el cerebro” y que, por ello mismo, no se teme por la vida de la esposa del 42º presidente de los Estados Unidos, que fue dada de alta la pasada madrugada. Además, sus médicos han añadido que no ha sufrido daño neurológico ninguno.