Cómo librarse de la cárcel alegando 'sexnambulismo'

“No tengo ningún recuerdo de la violación de la que me acusan porque estaba sonámbulo en ese momento”. Así es cómo se defendió el actor británico Simon Morris, de 42 años, tras ser detenido por la policía acusado de agresión sexual contra una adolescente de 15 años. Las declaraciones de Morris, que ha trabajado en varias series televisivas de éxito y compartido cartel cinematográfico con Michael Caine, podrían llevarnos a pensar que el actor ha caído un estado de enajenación, pero revisando la jurisprudencia británica y norteamericana se puede comprobar que no es el primero en alegar sonambulismo para eximirse penalmente de acusaciones de violación. Lo más sorprendente es que la mayoría de ellos han quedado absueltos.

La primera sentencia absolutoria de delitos de tipo sexual, tras diagnosticar al culpable este trastorno de sueño, se produjo en 2005 en Toronto. Desde entonces se han sucedido otra serie de sentencias absolutorias, entre las que destaca la del británico Kenneth Ecott, acusado de forzar a una menor, y al que el jurado declaró como no responsable de sus actos por sufrir este trastorno de sueño.

Un trastorno que afecta más a los hombres que a las mujeres

Existen diferentes tipos de trastornos de conducta durante el sueño (parasomnia), como son el sonambulismo, la somniloquía o el terror nocturno, además de otros puramente fisiológicos como el bruxismo, el síndrome de las piernas inquietas y la enuresis. A todos ellos hay que añadir la sexsomnia, un término acuñado en 2003 por el psiquiatra Colin Shapiro, y que es una especie de sonambulismo sexual por el que las personas que la sufren experimentan excitación, verbalización de conductas eróticas, violencia sexual e incluso orgasmos durante el sueño, tanto en hombres como en mujeres. Según los primeros estudios, este trastorno afectaría a un 1% de la población, aunque la última investigación llevada a cabo por la University Health Network de Toronto eleva esta cifra hasta el 11% de los hombres y el 4% de las mujeres.Una investigación reciente eleva hasta el 11% la cantidad de hombres que sufren este trastorno

En términos médicos la sexsomnia se diagnostica como parasomnia por excitación en fase REM, por lo que estas personas no serían conscientes ni responsables de las relaciones sexuales que mantengan durante el sueño. Poco se sabe de las causas que lo provocan. Los últimos estudios tratan de desentrañar si su origen es genético, pero lo único que está claro hasta el momento es que el estrés y el abuso de sustancias estupefacientes o alcohol son factores de riesgo.

“Una excusa fácil”

Simon Morris armó su defensa argumentando su historial de actos sonámbulos: “Me han visto revisando mi teléfono móvil mientras dormía, abrir puertas y hasta tener relaciones sexuales con mi expareja. Esto último es una cuestión muy vergonzosa porque según me explicó después, me puse encima de ella mientras dormíamos, sin ser consciente de nada, para mantener una relación”. Además, incluyó en su defensa un tratamiento al que se sometió en una clínica de Edimburgo especializada en trastornos del sueño.El actor solo alegó este trastorno cuando se demostró la violación mediante pruebas de ADN

A la fiscal Susan Ferrier no le parecieron suficientes las explicaciones de Morris, que calificó como “una excusa fácil para salvarse de lo inevitable”. En un principio, el actor insistió en negar rotundamente unos hechos que “yo nunca cometía porque soy un caballero y no se lo desearía ni a mi peor enemigo”, alegó. Por aquel entonces, no habló en ningún momento de su supuesto trastorno, al que solo se acogió cuando las pruebas de ADN determinaron que había mantenido relaciones con la menor.

La agresión se produjo en el mes de septiembre de 2011 durante una fiesta de cumpleaños. La menor agredida se fue a dormir a una de las habitaciones de la casa donde se celebraba la fiesta y unas horas después se despertó cuando el actor comenzó a forzarla sexualmente. El juicio que está escandalizando a Gran Bretaña continuará durante las próximas semanas. Las investigaciones sobre la sexsomnia también.