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10 libros esenciales para entender en qué consiste la economía
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DE SMITH A KEYNES

10 libros esenciales para entender en qué consiste la economía

Decía Disraeli, con cierta soberbia, que él, cuando necesitaba leer un libro, lo que hacía era escribirlo. Pero todavía es más conocido aquel célebre exabrupto lanzado

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10 libros esenciales para entender en qué consiste la economía

Decía Disraeli, con cierta soberbia, que él, cuando necesitaba leer un libro, lo que hacía era escribirlo. Pero todavía es más conocido aquel célebre exabrupto lanzado por Eugenio d’Ors contra Eduardo Aunós, ministro de Primo de Rivera, famoso por su incontinencia literaria. ¡Qué gran cultura tendría el ministro, le dijo un día el pensador barcelonés, si hubiera leído todos los libros que ha escrito!

Es evidente que tanto Disraeli como Aunós jugaban de farol, y por eso es mejor tirar de humildad. Uno es, sin duda, lo que ha leído (o lo que no ha leído), como también es lo que ha comido, y por eso merece volver a los clásicos en tiempos de zozobra económica. Como decía aquel programa de televisión: ‘Todo está en los libros’, aunque sean de economía. Y en este sentido, merece la pena comenzar con una obra monumental:

Historia del análisis económico
de Joseph A. Schumpeter

Se trata de una obra imprescindible que resume 40 años de investigación del economista austriaco. Sin duda, la edición de Ariel realizada con mimo por Fabián Estapé es la mejor. Traducida por el gran Manuel Sacristán, Schumpeter cuenta en 1.377 apretadas páginas una historia de la economía política. Por sus páginas pasan desde Aristóteles a Platón hasta los fisiócratas, los mercantilistas, y el marxismo; además de Stuart Mill, Menger, Walras, Marchall y Keynes. Todo lo que quiera saber de economía está en el libro de Schumpeter. Y si no lo encuentra, es que no existe.

 La riqueza de las naciones de Adam Smith

Un clásico en el sentido más exacto del término. Su lectura devuelve al lector a los fundamentos de la economía, cuando la creación artificial de dinero no había contaminado el concepto primigenio de la materia, que no es otro que administrar la casa. Existen muchas ediciones, pero en relación precio-calidad (ya que hablamos de economía) la más útil es la de Alianza, traducida y con un estudio preliminar muy recomendable del profesor Rodríguez Braun.

Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes

Este es un clásico moderno. Keynes escribió su libro más famoso en 1936, en plena Gran Depresión. Para muchos es la biblia, para otros un error histórico. Pero en todo caso un libro imprescindible que si se hubiera leído más en los años 90, todo hubiera sido mejor. Merece la pena leer este prólogo del profesor Méndez Ibisate en el que resume de forma crítica, eso sí, pero magistral, la obra del inglés. Como se sabe, la obra se fundamenta en un principio. Los mercados de trabajo, consumo, inversión y dinero funcionan con fallos respecto de los supuestos neoclásicos. Razón por la cual, debe construirse una teoría general nueva. Un nuevo modelo cuyos argumentos, supuestos y variables, sí recojan fielmente cómo funcionan esos mercados, de forma imperfecta, para poder entender la realidad económica y así aminorar los problemas o atacar las situaciones de subproducción y subempleo causadas por una insuficiencia de la demanda de inversión. Y el papel del Estado es fundamental en esta tarea en aras de lograr ese nuevo equilibrio general.

Pobreza y hambruna: Un ensayo sobre el derecho y la privación de Amartya Sen

Alguien dijo que un economista es como un conductor que hace circular su vehículo a toda velocidad y, de vez en cuando, mira el retrovisor para saber cuántos cadáveres ha dejado a su paso. No le falta razón. Y por eso la obra del Premio Nobel indio, aunque educado en el Trinity College de Cambridge, ayuda a entender el mundo en que vivimos. Es verdad que a los economistas les pagan por crear riqueza, pero no se puede hacer economía política si no se atiende a la desigualdad.

El crack del 29 de John Kenneth Galbraith

Hay libros que siempre hay que tener a mano. Y uno de ellos es la célebre obra del mayor divulgador de economía que haya existido. Nos enseña que cada cierto tiempo el mundo se vuelve loco y cae en una crisis que previamente ha cebado. Obélix diría que estos romanos están locos por el dinero fácil. Pero las crisis existen, aunque las nieguen aquellos iluminados que certificaron la muerte de los ciclos económicos. Merece la pena leerlo, aunque sólo sea por ver como se fragua una crisis.

Principios de economía de Paul Samuelson

Una pesadilla para muchos estudiantes, pero una autoridad desde el punto de vista académico. El Samuelson por excelencia sigue ahí, pero en los últimos tiempos está siendo superado por jóvenes economistas con gran capacidad a la hora de transmitir ideas, que, en última instancia, es lo que se pretende cuando se habla de ‘principios’. El profesor Greg Mankiw, de la Universidad de Harvard, le está comiendo terreno, pero sigue siendo un manual imprescindible.

Camino de servidumbre de Friedrich August von Hayek

Es algo más que un libro de economía. Es una filosofía de vida, un alegato contra los sistemas de planificación socialista que alteran no sólo el comportamiento del mercado, sino que anulan al individuo. El problema que tuvo Hayek –como el de Schumpeter– es que le tocó vivir en tiempos de la hegemonía intelectual y política de Keynes, y eso oscureció su obra. A partir de los años 70, sin embargo, ha vuelto a decir "aquí estoy yo". Y ha venido para quedarse.

 Por qué fracasan los países - Daron Acemoglu y James A. Robinson

Entre la multitud de libros que se han publicado en los últimos años a raíz del estallido de la burbuja financiera, uno reina con luz propia. Se trata de este trabajo de los profesores Robinson y Acemoglu en el que demuestran con buena información por qué unos países son prósperos gracias a contar con instituciones democráticas que procuran el bienestar general, mientras que otros –los más atrasados–, quedan en manos de élites políticas que sólo pretenden su propia satisfacción. La prosperidad de las naciones, vienen a decir, no depende de sus riquezas naturales, sino de la calidad de sus instituciones. Imprescindible, sobre todo leyéndolo en España.

Los orígenes del capitalismo en España de Gabriel Tortella

El profesor Tortella demuestra en este libro por qué estamos como estamos. Se trata de una obra escrita hace casi 40 años que refleja un tortuoso proceso histórico plagado de carencias. La industria, la banca, los ferrocarriles, el histórico atraso de la agricultura… Problemas de antaño que hoy todavía están presentes. No es, desde luego, la única obra recomendable. La luz que irradiaron Carande o Vicens Vives ha iluminado a toda una generación de historiadores económicos, entre los que están García Delgado, Myro, Martín-Aceña, Cabrera y muchos más. Y, por supuesto, Jordi Nadal. Cualquiera de sus obras merece la pena.

El Capital de Carlos Marx

Para muchos huele a naftalina, pero sin el análisis marxista de la realidad –otra cosa es la praxis política posterior de la que él no tuvo culpa– el mundo sería hoy muy distinto. Hay que leer a Marx sin apasionamientos ideológicos, como un filósofo social, y si es posible hacerlo a través de la célebre traducción de Wenceslao Roces en el Fondo de Cultura. Unos de esos sabios que este país ha dado pero que nadie reivindica.

Decía Disraeli, con cierta soberbia, que él, cuando necesitaba leer un libro, lo que hacía era escribirlo. Pero todavía es más conocido aquel célebre exabrupto lanzado por Eugenio d’Ors contra Eduardo Aunós, ministro de Primo de Rivera, famoso por su incontinencia literaria. ¡Qué gran cultura tendría el ministro, le dijo un día el pensador barcelonés, si hubiera leído todos los libros que ha escrito!