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El fin de las dietas: llega la nutrición personalizada
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LOS ÚLTIMOS AVANCES DE LA NUTRIGENÓMICA

El fin de las dietas: llega la nutrición personalizada

La nutrigenómica, la ciencia que estudia la interacción entre el genoma de cada individuo y los nutrientes de los alimentos, está a punto de abrir la

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El fin de las dietas: llega la nutrición personalizada

La nutrigenómica, la ciencia que estudia la interacción entre el genoma de cada individuo y los nutrientes de los alimentos, está a punto de abrir la puerta a la nutrición personalizada. Los últimos avances científicos en esta disciplina médica prometen una mejora en la calidad de vida de las personas, la prevención de la obesidad, de la diabetes, de las enfermedades cardiovasculares e incluso de algunos tipos de cáncer. La industria alimentaria ya está preparando su adaptación a este nuevo escenario que revolucionará los hábitos de consumo y, por supuesto, enterrará para siempre las dietas milagro.

José María Ordovás es una de las eminencias internacionales en este campo de estudio. Es miembro del Institute of Medicine’s Food and Nutrition Board of the National Academies y director del laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts (Boston). Estos días ha estado en Madrid porque ha sido el encargado de clausurar el curso académico de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).  En una entrevista a El Confidencial  ha asegurado que, teniendo en cuenta el ritmo de las investigaciones, “en un máximo de cuatro años se estarán comercializando alimentos enriquecidos o funcionales adaptados al metabolismo de cada persona”.

El avance más importante en nutrición del último siglo

Recientemente, científicos del CSIC lograron secuenciar el genoma del melón, una contribución más en este terreno que permite afinar el conocimiento de lo que comemos. Así, cada persona sabrá qué alimentos son beneficiosos o perniciosos para su organismo y en qué cantidad. “Nosotros combinamos la información sobre el genoma de los alimentos con el de las personas para saber cómo reaccionan determinados nutrientes en su metabolismo. Con ésto no estamos inventando nada, pues es evidente que, por ejemplo, las personas reaccionan de diferente manera a la ingesta de café, pues a algunas no les afecta a su sueño y a otras sí por una razón genética que nos hace metabolizar la cafeína de una u otra manera. Al extender este principio al resto de la alimentación evitaremos en un alto porcentaje las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y acabaremos con la obesidad”, explica el científico.Secuenciar el genoma de los alimentos permite conocer la reacción del metabolismo a determinados nutrientes

Estas enfermedades están provocadas en un 50% por un componente ambiental, dentro del cual la dieta alimenticia es el factor más importante. Lo que para unos es sano, para otros es veneno. El colesterol es uno de los efectos más comunes de las dietas que se puede disparar según la predisposición genética al tipo de alimentos que se consuman.

La “baja evidencia científica” de los estudios epidemiológicos, añade Ordovás, puesto que "sólo son observacionales", pone de relieve la necesidad de la nutrición personalizada. “El campo de la nutrición apenas ha avanzado. En realidad las recomendaciones son las mismas que hace cien años, a no ser que sigamos la literatura científica y veamos que en cada estación del año se pone de moda una dieta para adelgazar, siempre diferente a las anteriores, que a largo plazo no han funcionado.  Los vientos van cambiando en función de lo que es bueno o malo, pero lo más peligroso es que se generalizan las recomendaciones”, indica el catedrático de la Universidad de Tufts (Boston).

El fin de la alimentación tal y como la conocemos

Los peligros de las dietas milagro de uso generalizado, dice Ordovás, tienen que ver con los desequilibrios que crean en el organismo: “A corto plazo consigues efectos visuales, pero a largo plazo te machacas el metabolismo. La virtud de la nutrición está en el equilibrio y en el sentido común, pero muchas veces con lo más sencillo consigues los mejores efectos”.Cada individuo podrá adaptar su consumo a los suplementos que más necesite

Los avances tecnológicos han permitido estudiar estos fenómenos de forma global y no por parcelas como hasta ahora. “Los consejos nutricionales ya no tendrán porqué basarse en la información disponible de un número muy limitado de genes”, apunta Ordovás. La popularización de la nutrición personalizada dependerá de los precios de los productos que en un principio serán muy altos por el coste tecnológico. “Los productos destilados enriqueciendo sus elementos funcionales serán de élite y sólo los podrá consumir una pequeña parte de la población”, reconoce el profesor. Sin embargo, añade, “estos primeros consumidores nos proporcionarán información para ir viendo su utilidad real para que luego se puedan democratizar”.

Recuperar la calidad de vida

En un futuro cercano la dieta de cada individuo estará encuadrada dentro una docena de variedades nutricionales, calcula Ordovás. A partir de aquí, cada uno consumiría ciertos suplementos según las necesidades de su metabolismo.

La prevención de enfermedades y de la obesidad no es el único objetivo que se busca con la nutrición personalizada. También supondrá una mejorar sustancial de la calidad de vida de las Lo que para unos es saludable se convierte en veneno para otrospersonas. “Si cada uno come lo que necesita hará que su metabolismo funcione de manera más adecuada, lo que le dará una mayor vitalidad y rendirá mucho más en su día a día. Hasta ahora las investigaciones científicas se centran en prolongar la vida, pero con una calidad comprometida y con un gasto social muy alto. Con la aplicación de la nutrigenómica podremos vivir mejor”, indica el bioquímico. Para ello recuerda que tampoco se deben olvidar las pautas de vida saludable, como “no llevar una vida sedentaria, respetar las horas de sueño –se recomiendan ocho horas, frente a la media de seis y media que realiza la población occidental– e intentar tener una vida social lo más activa posible”.

La nutrigenómica, la ciencia que estudia la interacción entre el genoma de cada individuo y los nutrientes de los alimentos, está a punto de abrir la puerta a la nutrición personalizada. Los últimos avances científicos en esta disciplina médica prometen una mejora en la calidad de vida de las personas, la prevención de la obesidad, de la diabetes, de las enfermedades cardiovasculares e incluso de algunos tipos de cáncer. La industria alimentaria ya está preparando su adaptación a este nuevo escenario que revolucionará los hábitos de consumo y, por supuesto, enterrará para siempre las dietas milagro.