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La única vía para tener una vivienda propia es heredarla
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"POR DEBAJO DE LOS 30 NADIE PUEDE COMPRAR"

La única vía para tener una vivienda propia es heredarla

“Jamás me he planteado comprar una vivienda. Con el sueldo que gano es inviable, pero no lo haría aunque cobrara más. Es cerrar tu futuro en

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La única vía para tener una vivienda propia es heredarla

“Jamás me he planteado comprar una vivienda. Con el sueldo que gano es inviable, pero no lo haría aunque cobrara más. Es cerrar tu futuro en una dirección y ni siquiera sé si tendré que irme a vivir fuera o si seguiré trabajando como hasta ahora". Es la conclusión a la que ha llegado Ignacio. Tiene 28 años, es físico y vive con su novia en un piso alquilado en Madrid. 

El alquiler es para una gran mayoría de jóvenes la única opción para emanciparseGermán, tiene 29 años y también tiene pareja. El año que viene va a casarse pero, aunque le gustaría, no se comprará una casa. Hace una década habría sido lo más corriente, pero ahora no es una opción: “Tengo un trabajo estable, pero no indefinido. En el alquiler se me va el tercio del sueldo, y eso que comparto piso con mi pareja, sino no podría vivir en el centro de Madrid. Con una hipoteca tendría además que pagar el IBI, la comunidad, las derramas… Además, los precios son una lotería y no tienes flexibilidad. Cuando te compras una casa estás condenado a vivir allí. Alquilar es una opción menos arriesgada”. 

Los casos de Germán e Ignacio no son aislados. El alquiler es, para una gran mayoría de jóvenes y no tan jóvenes del entorno urbano, la única opción para emanciparse. Y para algunos, si la situación no mejora, comprar una vivienda será algo que estará siempre fuera de sus posibilidades. 

El problema es común a otros países de Europa. Tal como cuenta un reciente estudio de la Universidad de Cambridge, si la economía británica sigue como hasta ahora, sólo una de cada cuatro personas serán propietarias en 2025. Prácticamente la mitad que antes del inicio de la crisis (en 1993 un 43% de los británicos tenía una casa en propiedad, ahora sólo la tiene el 35%). El estudio refleja también que la propiedad no sólo ha sido vetada a la gente joven, también los solteros están fuera del mercado y numerosas familias con hijos que ya no pueden ahorrar para comprar una vivienda.

El dogma de que “alquilar es tirar el dinero” se rompe a la fuerza

Aunque haya descendido en un 25% el precio de los pisos, sólo se ha alcanzado el valor de 2005“La estrategia de esperar a emanciparse con trabajo y pareja para acceder a una hipoteca ya no tiene sentido”. Así de claro se expresa Juan Antonio Módenes, profesor de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) e investigador del Centro de Estudios Demográficos experto en demografía residencial. En su opinión, los jóvenes empezaron a cambiar de estrategia en los últimos años de la burbuja inmobiliaria, a partir de 2005, cuando se hizo patente que, dado los precios de las casas, comprar no era una opción viable. Hoy en día, aunque los precios hayan bajado, poca gente puede afrontar el pago de una hipoteca: “Lo que más va a influir a corto plazo es la situación de los jóvenes, y no parece que vaya a ser buena. Además, aunque haya descendido en un 25% el precio de los pisos, sólo se ha alcanzado el nivel de 2005. Siguen siendo muy caros”.

El cambio de estrategia es en muchos casos necesario. Ni siquiera los jóvenes convencidos de que comprar es la mejor opción pueden planteárselo. Pablo, ingeniero informático de 28 años, siempre ha querido adquirir una casa. Sigue pensando que alquilar "es tirar el dinero a la basura", pero está viviendo con otros tres amigos en un piso de Madrid. La realidad se impone: "Tener una hipoteca no tiene porque ser necesariamente más caro que pagar un alquiler, pero implica tener un trabajo estable que no tengo. Ni siquiera sé qué va a ser de mi el año que viene".

En el último lustro se ha duplicado el número de viviendas en alquilerFernando Encinar, jefe de estudios del portal inmobiliario Idealista, cree que nadie por debajo de los 30, con pareja o sin ella, se plantea comprar una casa: “O siguen en casa de sus padres o buscan un piso para compartir”. En su opinión, el dogma imperante de que “alquilar es tirar el dinero” se está rompiendo de forma definitiva. Según datos de su portal, en el último lustro se ha duplicado el número de viviendas en alquiler. En 2006 sólo el 9% de las casas ofertadas eran para arrendar, ahora son el 18%. 

Encinar cree que el porcentaje de vivienda en alquiler seguirá creciendo en los próximos años y, aunque no tiene claro que se llegue al nivel centroeuropeo, sí está convencido de que ha habido un giro importante en la mentalidad: “Hemos venido de una cultura en la que todos los padres insistían en que había que comprarse una casa. Ahora vemos que no es verdad que el precio de la vivienda nunca baja. Ese es el gran cambio”.

España, ¿’país de propietarios’?

En los años 50, el 80% de la población urbana vivía en viviendas alquiladasPara entender la situación actual del mercado inmobiliario español, y nuestra mentalidad hacia la vivienda, hay que remontarse a los años 70. Hasta entonces, muy poca gente era propietaria de un piso en nuestras ciudades. “Desde el siglo XIX hasta los años 70 las ciudades españolas crecieron gracias al alquiler”, explica Módenes. De hecho, en los años 50, el 80% de la población urbana vivía en viviendas alquiladas. Una cifra que ahora resulta estratosférica.

Tal como explica el profesor, entre los 50 y los 70 fue desapareciendo el stock de alquiler. Los caseros se fueron desprendiendo de sus casas y además se ofertó mucha vivienda de protección oficial. España entonces pasó a ser un país con una gran paradoja en torno a la vivienda. “Más que un país de propietarios”, explica Módenes, “España era un país de tardía corresidencia con los padres. Los jóvenes que tenían éxito laboral y sentimental formaban una familia y compraban una casa. Los que no, seguían en casa de sus padres toda la vida”.

Si hubiera habido más pisos en alquiler, se habrían dado unas cifras más parecidas a los europeasDesde los años 70 los precios fueron subiendo hasta llegar a los niveles insostenibles de la última década, que coincidieron con la emancipación de los últimos hijos del baby boom (los nacidos precisamente en la década de los 70) y la llegada masiva de emigrantes. Módenes cree que en los últimos años la gente compraba casas “porque no había alternativa”. Dado que se ofrecían pocas viviendas en alquiler, su precio era muy alto, y la gente prefería abrazar una hipoteca. “Si hubiera habido más pisos en alquiler”, explica el profesor, “se habrían dado unas cifras más parecidas a las europeas”.

Ahora la emigración se ha frenado y hay menos jóvenes. Tal como cuenta Módenes, “las nuevas cohortes son menos numerosas y tienen problemas de solvencia”. Aunque hay millones de casas deshabitadas –según el último censo del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 5,6 millones de viviendas vacías, el 20% del parque inmobiliario–, los jóvenes no pueden comprarlas y, además, ya no resulta algo prioritario. Encinar explica que cada vez hay más hijos únicos con padres que tienen una o dos casas en propiedad: “Las nuevas generaciones no van a tener tanta presión para adquirir una vivienda, pues saben que van a heredarla”.

Los bancos se verán obligados a alquilar

El aumento del alquiler no sólo tendrá consecuencias para el sector inmobiliario, también será decisivo para el financiero. En opinión de Encinar “dentro de diez años las hipotecas ya no serán un negocio tan rentable”.

El alquiler se impondrá en España a la fuerza. A los bancos no les va a quedar otra opciónPese a que el mercado de alquiler español sigue siendo precario la situación actual va a forzar un cambio. Actualmente, tal como comenta Módenes,  el alquiler en nuestro país parte de la iniciativa individual: “No hay empresas que se dediquen a alquilar, porque da un retorno a largo plazo y con la burbuja ha primado lo inmediato. Los bancos lo están haciendo a la fuerza, porque no les queda otra”.

En opinión del profesor, la situación va a cambiar. La demanda se va a estancar y sólo se va a poder colocar el stock alquilándolo, aunque haya que crear un sector empresarial inexistente: “A partir de ahora la situación va a ser más estable. No hay emigración ni baby boom. La demanda de venta se va a reducir y para las empresas y bancos puede tener un valor hacer inversiones a largo plazo y fomentar el alquiler”. No les va a quedar otra opción, ya que demográficamente es imposible volver a la burbuja y no hay financiación. Más difícil será colocar el enorme stock de vivienda vacía situado en las zonas turísticas. Tal como adelanta Módenes son lugares donde no se puede vivir: “Tendrán que venir compradores europeos”. 

“Jamás me he planteado comprar una vivienda. Con el sueldo que gano es inviable, pero no lo haría aunque cobrara más. Es cerrar tu futuro en una dirección y ni siquiera sé si tendré que irme a vivir fuera o si seguiré trabajando como hasta ahora". Es la conclusión a la que ha llegado Ignacio. Tiene 28 años, es físico y vive con su novia en un piso alquilado en Madrid.