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Las chicas son cada vez más activas sexualmente, pero se sienten culpables
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EL REMORDIMIENTO MASCULINO ES NULO

Las chicas son cada vez más activas sexualmente, pero se sienten culpables

Los encuentros sexuales ocasionales suelen provocar en la mayoría de mujeres una sensación de insatisfacción, mientras que los hombres experimentan justo el sentimiento contrario. Estas diferencias

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Las chicas son cada vez más activas sexualmente, pero se sienten culpables

Los encuentros sexuales ocasionales suelen provocar en la mayoría de mujeres una sensación de insatisfacción, mientras que los hombres experimentan justo el sentimiento contrario. Estas diferencias de género a la hora de medir el grado de satisfacción de las relaciones sexuales esporádicas han sido recogidas en un informe publicado por la James Madison University. En esta investigación también se deduce que las mujeres son más propensas a entablar relaciones formales que los hombres.

Otra investigación de la Universidad de Durham llega a unas conclusiones similares tras analizar el remordimiento y sentimiento de culpabilidad de un amplio grupo de personas que se habían acostado con un desconocido después de pasar la noche de fiesta. El resultado del estudio refleja cómo esta sensación afecta a una de cada dos mujeres, mientras que el porcentaje de hombres con remordimientos fue prácticamente nulo. Es más, la mayoría de los varones encuestados vieron reforzada su autoestima tras haber mantenido relaciones con el ligue de una noche.Los ligues de una noche refuerzan la autoestima en los hombres y destruyen la de las mujeres

Las mujeres participantes en el estudio coincidieron en subrayar que se sentían “utilizadas” y que se habían defraudado a sí mismas. Estos sentimientos antagónicos entre las personas de distinto sexo sólo se pueden explicar en términos evolutivos, según indica la investigadora principal del estudio anteriormente citado, la profesora de psicología Anne Campbell. “Históricamente, la estrategia de los hombres para perpetuar la especie consistía en fecundar al mayor número posible de mujeres, mientras que ellas fueron más cuidadosas a la hora de elegir el mejor candidato según los estándares darwinianos”. Por tanto, el instinto de nuestros antepasados sigue teniendo un peso determinante en las actitudes de los hombres y mujeres adultas de hoy en día. ¿Pero que está pasando entre los jóvenes?

Cambio de tendencia en las nuevas generaciones

Estos postulados basados en las tesis evolutivas parecen estar cambiando entre las generaciones más jóvenes. Para el profesor de sociología de la Universidad de Texas, Mark Regnerus, y el investigador del Carolina Population Centre, Jeremy Uecker, coautores del estudio Premaritial Sex in America: How Young Americans Meet, Mate and Think About Marrying, las chicas más jóvenes se están resistiendo a sus instintos para adoptar comportamientos sexuales similares a los de los hombres. “Es curioso comprobar cómo las mujeres se desafían a sí mismas para adoptar una actitud sexual más propia de los varones”, explican sorprendidos ambos investigadores en su libro.El instinto evolutivo tiene un peso determinante en los efectos psicológicos del sexo, pero comienza a variar en las nuevas generaciones

Estos cambios evolutivos guardarían una relación estrecha con los nuevos cánones culturales de la posmodernidad y la liberación femenina. La escritora Maura Kelly, autora de Much ado about loving, apuntaba recientemente en un artículo publicado en The Guardian que las relaciones sexuales ocasionales están deviniendo en una necesidad o expectativa. “Las mujeres jóvenes, y cada vez más las mayores también, sienten una gran presión cultural y de su entorno, pues sus modelos referenciales son estrellas mediáticas como Samantha Jones (actriz de Sexo en Nueva York), que potencian el rol de mujer proactiva sexualmente”. Por tanto, si las mujeres hoy en día no practican sexo con frecuencia ya comienzan a cuestionarse si no serán unas frígidas y aburridas y si van a ser repudiadas por los hombres, lamenta la escritora.

Kelly se pregunta sobre las implicaciones del feminismo y si realmente ha servido para que las mujeres recuperen el control de sus vidas o todo lo contrario. Para situarse en contexto, hace un análisis comparativo entre la elevada formación de las mujeres, “con costosos títulos universitarios y buenos empleos”, y su “valor en el mercado sexual”. Su conclusión es que el “precio de mercado” de las mujeres ha descendido drásticamente. El sociólogo Regnerus apoya esta misma tesis afirmando que “las mujeres ya compiten entre sí para ganarse la atención de los hombres y, al hacerlo, desciende su ‘valor’ en el mercado”. Una situación desacorde con los estándares darwinianos, pues como matiza este sociólogo, “incluso los hombres con menos facultades desde el punto de vista evolutivo, verían ahora aumentar sus posibilidades”.

De las relaciones individuales al gran mercado del sexo

El conformismo femenino a la hora de seleccionar una pareja ha hecho que desciendan sus exigencias y, con ello, sus niveles de felicidad. El estudio Womens overall level of happiness has declined steadily refleja cómo las emociones positivas de las mujeres han disminuido desde la década de los 70. Quizá porque las generaciones anteriores se sentían más capacitadas y con una mayor responsabilidad en el terreno sexual, sugiere Maura Kelly.El nivel de compromiso para establecer una relación de pareja ha disminuido entre los hombres

El sexo fácil y el aumento de las posibilidades para mantener relaciones ocasionales es una consecuencia directa de los nuevos roles sociales creados debido a la expansión de las redes sociales, que actúan como punto de apoyo y nexo de unión. Una perspectiva que se desarrolla en el libro Connected: The surprising power of social networks and how they shape our lives, de Nicholas A. Christakis y James H. Fowler.

Estos nuevos roles de género han propiciado que el sexo se 'colectivice' y se vea como un “mercado común y no como una serie de relaciones individuales e independientes”. Es decir, “una relación nos conduce a otra relación. Por tanto, no sorprende que los hombres hayan bajado su nivel de compromiso para establecer una relación de pareja y no por falta de deseo, sino porque sólo lo hacen bajo la presión de no encontrarla”, concluye Kelly.

Los encuentros sexuales ocasionales suelen provocar en la mayoría de mujeres una sensación de insatisfacción, mientras que los hombres experimentan justo el sentimiento contrario. Estas diferencias de género a la hora de medir el grado de satisfacción de las relaciones sexuales esporádicas han sido recogidas en un informe publicado por la James Madison University. En esta investigación también se deduce que las mujeres son más propensas a entablar relaciones formales que los hombres.

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